Así lo estimó Enrique Greenberg, presidente de la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (Casel), quien planteó que el crecimiento del sector podría ser mayor si se agilizan algunos procesos de importación de componentes y sistemas que utilizan las empresas locales.
A pesar de las dificultades que plantean algunos empresarios, para 2013 se espera un crecimiento de entre el 18 y el 20 por ciento, con lo cual la facturación del sector podría alcanzar al menos una facturación total de 675 millones de dólares.
En 2012, la industria de la seguridad electrónica tuvo un comportamiento similar ya que creció en torno al 18 por ciento con una facturación final de 575 millones de dólares, según datos de la misma cámara empresarial.
De acuerdo a estudios de Casel y externos se estima que Argentina explica aproximadamente el 6,9 por ciento del mercado de la seguridad electrónica de Latinoamérica y el Caribe, y el 4 por mil del negocio mundial.
Al mismo tiempo, la seguridad electrónica representa entre el 16 y el 20 por ciento de la facturación total del Mercado de la Seguridad en Argentina integrada además por la seguridad física, control vehicular y de carga, entre otras.
El mercado de la seguridad electrónica incluye tradicionalmente productos con desarrollo tecnológico de importación, por lo cual las empresas del sector vienen desarrollando un proceso de sustitución con producción local.
En este proceso ya se están se están fabricando localmente detectores sísmicos, videograbadoras digitales, molinetes para control de acceso, software para sistema de monitoreo y relojes de identificación biométrica.
Se trata de productos que hasta 2011 se importaban casi en su totalidad y que a partir de principios y mediados de 2012 surgieron los primeros desarrollos de algunos de los productos que utiliza la industria.
A pesar del proceso de sustitución, el sector de fuerte dependencia tecnológica externa mantiene la necesidad de contar con insumos importados como algunos componentes electrónicos, memorias, display, equipos de filmación y grabación que son de difícil producción local a corto plazo.
El presidente de Casel explicó que dentro de la variada oferta tecnológica del sector, el mayor crecimiento de demanda va de la mano de los sistemas de videovigilancia en la vía pública y el monitoreo domiciliario de alarmas.
El desarrollo del sector y su potencial se expondrá como todos los años en Seguriexpo, la feria de la industria de la seguridad electrónica, que se realizará del 5 al 9 de noviembre en conjunto con BIEL Light+Building Buenos Aires.
Así lo estimó Enrique Greenberg, presidente de la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (Casel), quien planteó que el crecimiento del sector podría ser mayor si se agilizan algunos procesos de importación de componentes y sistemas que utilizan las empresas locales.
A pesar de las dificultades que plantean algunos empresarios, para 2013 se espera un crecimiento de entre el 18 y el 20 por ciento, con lo cual la facturación del sector podría alcanzar al menos una facturación total de 675 millones de dólares.
En 2012, la industria de la seguridad electrónica tuvo un comportamiento similar ya que creció en torno al 18 por ciento con una facturación final de 575 millones de dólares, según datos de la misma cámara empresarial.
De acuerdo a estudios de Casel y externos se estima que Argentina explica aproximadamente el 6,9 por ciento del mercado de la seguridad electrónica de Latinoamérica y el Caribe, y el 4 por mil del negocio mundial.
Al mismo tiempo, la seguridad electrónica representa entre el 16 y el 20 por ciento de la facturación total del Mercado de la Seguridad en Argentina integrada además por la seguridad física, control vehicular y de carga, entre otras.
El mercado de la seguridad electrónica incluye tradicionalmente productos con desarrollo tecnológico de importación, por lo cual las empresas del sector vienen desarrollando un proceso de sustitución con producción local.
En este proceso ya se están se están fabricando localmente detectores sísmicos, videograbadoras digitales, molinetes para control de acceso, software para sistema de monitoreo y relojes de identificación biométrica.
Se trata de productos que hasta 2011 se importaban casi en su totalidad y que a partir de principios y mediados de 2012 surgieron los primeros desarrollos de algunos de los productos que utiliza la industria.
A pesar del proceso de sustitución, el sector de fuerte dependencia tecnológica externa mantiene la necesidad de contar con insumos importados como algunos componentes electrónicos, memorias, display, equipos de filmación y grabación que son de difícil producción local a corto plazo.
El presidente de Casel explicó que dentro de la variada oferta tecnológica del sector, el mayor crecimiento de demanda va de la mano de los sistemas de videovigilancia en la vía pública y el monitoreo domiciliario de alarmas.
El desarrollo del sector y su potencial se expondrá como todos los años en Seguriexpo, la feria de la industria de la seguridad electrónica, que se realizará del 5 al 9 de noviembre en conjunto con BIEL Light+Building Buenos Aires.