“Nuestro objetivo en la vida es formar una familia, tener nuestro hijo, nuestra casa”

Vanesa y Dahiana son pareja. Están casadas desde hace un año y medio y el futsal las unió en una historia simple y desenfrenada como es el amor. Juegan en el Deportivo Tresoc de Trelew y fueron las primeras mujeres que se casaron en Trelew a través de la ley de matrimonio igualitario.

21 SEP 2013 - 22:18 | Actualizado

Ellas son Vanesa Miranda y Dahiana Castillo, de 25 años. El futsal las unió y la vida les dio una oportunidad para demostrarse su amor. Más tarde, cuando se oficializó la ley de matrimonio igualitario en Trelew, ellas fueron las primeras de la ciudad en dar el “sí”. Están felizmente casadas desde el 9 de marzo del 2012, y ahora juegan juntas en Deportivo Tresoc, equipo que milita en la categoría Femenina del futsal que organiza la Asociación Kiñewen de Trelew y en la Liga Mercantil de fútbol 8.

“Nos conocimos gracias al futsal. Yo empecé a jugar al fútbol y ella ya estaba jugando al futsal. Yo escuchaba que todas hablaban de la ‘Chusa’, la ‘Chusa’, y yo pensaba quién será esta tal ‘Chusa’ que es tan famosa. Cuando ella llegó, yo la vi primero”, confesó Dahiana.

Vanesa, conocida como la “Chusa”, trabaja en la cooperativa de viviendas Tresoc y juega al fútbol desde los 15 años. Arrancó en el equipo Estrellita del Sur y después pasó por la CAI, equipo femenino que finalmente se desarmó y allí pasó al equipo Las Leonas. Dahiana trabaja en una empresa de limpieza y juega al futsal hace dos años. Tras un paso fugaz por varios equipos, como Kroattas, Vanesa y Dahiana integraron el equipo de Tresoc, donde juegan actualmente.

“Habíamos convivido dos años, un año con la mamá de Dahiana en su casa, y después nos fuimos a alquilar, donde estuvimos también como dos años. Después yo tomé la decisión de casarnos, era lo único que nos faltaba porque hasta ahí nomás podíamos llegar, todavía no podíamos tener hijos. Como una pareja normal quisimos casarnos y lo hicimos”, reveló Vanesa, y agregó: “La familia de ella (Dahiana) nos ayudó un montón por suerte. Mis padres no están de acuerdo con la decisión que tomé”.

Desde el lado de la intimidad, Dahiana aclaró: “Nosotras siempre tuvimos en cuenta el respeto hacia las personas, hacia los nenes, los mayores. Es algo común ver a dos chicas de la mano o dándose besos por la calle, pero nosotras nunca hicimos eso. No porque tengamos vergüenza, sino por el respeto. La gente nos preguntaba por qué no nos dimos un beso en el altar, pero si no lo hacíamos antes tampoco lo íbamos a hacer en ese momento, seguíamos teniendo el mismo respeto, y yo creo que eso fue lo que hizo que no tengan drama los familiares sobre esta decisión. No le estamos haciendo un mal a nadie.”.

Según Dahiana y Vanesa, el matrimonio no les cambió la vida en lo más mínimo, siguen teniendo las mismas rutinas de siempre y la sociedad las recibe igual que antes. “Ahora queremos adoptar, pero para eso tenemos que tener nuestra vivienda propia. Hasta que no tengamos nuestra casa, no”, argumentó la “Chusa”.

Ellas y el deporte

“Cuando era piba tenía varios sueños con el fútbol, pero ahora que estoy grande ya no. Es ir, divertirme, despejarme, estar con mis compañeras”, contó Vanesa, que mientras jugó para la CAI viajó becada a Buenos Aires y jugó en River, Boca y otros clubes importantes. Dahiana, sin embargo, arrancó a tomarse en serio el deporte cuando la conoció a ella: “Antes de eso iba a jugar y divertirme nada más”. Ellas además juegan al fútbol 8 en la Liga Mercantil, con el mismo equipo, Tresoc, conformado por las mismas jugadoras del futsal. “Donde hay una pelota siempre estamos”, bromeó Dahiana.

Las chicas enumeraron sus triunfos dentro del futsal. “Yo en la CAI fui tres veces campeona, y después con Las Leonas también salimos campeonas. Una vez nos armamos un equipo de onda que se llamaba Los Nonos, que todas las veces que jugamos salimos terceras”, comentó la “Chusa”, y Dahiana añadió: “Hace dos años que jugamos juntas”. Cuando se les preguntó cuál era la mejor jugadora de las dos, Dahiana fue más rápida y dijo “yo”, pero luego se sinceró y dijo que Vanesa es la virtuosa.

La vida y el fútbol

Ellas juegan juntas en el mismo equipo hace dos años, pero también les tocó jugar frente a frente.

A la hora de las anécdotas, Dahiana recordó: “A veces nos peleamos, nos decimos ‘por qué no me pasaste la pelota, por qué pateaste al arco’.

También jugamos en contra y nos pegamos un montón, porque ella defiende y yo ataco, así que sí o sí nos tenemos que chocar, y adentro de la cancha no hay parientes y no hay amigos ni nada.

Esta bueno jugar

Nos dábamos duro. Yo me acuerdo una vez que ella se iba sola con la pelota y yo no la podía frenar, así que la tuve que bajar de atrás, y como todos en el gimnasio sabían que éramos pareja dijeron ‘¡nooo!’, ‘dormías afuera esta noche’ me decían.

Pero está bueno jugar, porque aparte de competir te distraés. Casi todo el mundo trabaja, entonces venís con la rutina de la semana, los problemas de trabajo, vas y lo descargás con la pelota”.

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21 SEP 2013 - 22:18

Ellas son Vanesa Miranda y Dahiana Castillo, de 25 años. El futsal las unió y la vida les dio una oportunidad para demostrarse su amor. Más tarde, cuando se oficializó la ley de matrimonio igualitario en Trelew, ellas fueron las primeras de la ciudad en dar el “sí”. Están felizmente casadas desde el 9 de marzo del 2012, y ahora juegan juntas en Deportivo Tresoc, equipo que milita en la categoría Femenina del futsal que organiza la Asociación Kiñewen de Trelew y en la Liga Mercantil de fútbol 8.

“Nos conocimos gracias al futsal. Yo empecé a jugar al fútbol y ella ya estaba jugando al futsal. Yo escuchaba que todas hablaban de la ‘Chusa’, la ‘Chusa’, y yo pensaba quién será esta tal ‘Chusa’ que es tan famosa. Cuando ella llegó, yo la vi primero”, confesó Dahiana.

Vanesa, conocida como la “Chusa”, trabaja en la cooperativa de viviendas Tresoc y juega al fútbol desde los 15 años. Arrancó en el equipo Estrellita del Sur y después pasó por la CAI, equipo femenino que finalmente se desarmó y allí pasó al equipo Las Leonas. Dahiana trabaja en una empresa de limpieza y juega al futsal hace dos años. Tras un paso fugaz por varios equipos, como Kroattas, Vanesa y Dahiana integraron el equipo de Tresoc, donde juegan actualmente.

“Habíamos convivido dos años, un año con la mamá de Dahiana en su casa, y después nos fuimos a alquilar, donde estuvimos también como dos años. Después yo tomé la decisión de casarnos, era lo único que nos faltaba porque hasta ahí nomás podíamos llegar, todavía no podíamos tener hijos. Como una pareja normal quisimos casarnos y lo hicimos”, reveló Vanesa, y agregó: “La familia de ella (Dahiana) nos ayudó un montón por suerte. Mis padres no están de acuerdo con la decisión que tomé”.

Desde el lado de la intimidad, Dahiana aclaró: “Nosotras siempre tuvimos en cuenta el respeto hacia las personas, hacia los nenes, los mayores. Es algo común ver a dos chicas de la mano o dándose besos por la calle, pero nosotras nunca hicimos eso. No porque tengamos vergüenza, sino por el respeto. La gente nos preguntaba por qué no nos dimos un beso en el altar, pero si no lo hacíamos antes tampoco lo íbamos a hacer en ese momento, seguíamos teniendo el mismo respeto, y yo creo que eso fue lo que hizo que no tengan drama los familiares sobre esta decisión. No le estamos haciendo un mal a nadie.”.

Según Dahiana y Vanesa, el matrimonio no les cambió la vida en lo más mínimo, siguen teniendo las mismas rutinas de siempre y la sociedad las recibe igual que antes. “Ahora queremos adoptar, pero para eso tenemos que tener nuestra vivienda propia. Hasta que no tengamos nuestra casa, no”, argumentó la “Chusa”.

Ellas y el deporte

“Cuando era piba tenía varios sueños con el fútbol, pero ahora que estoy grande ya no. Es ir, divertirme, despejarme, estar con mis compañeras”, contó Vanesa, que mientras jugó para la CAI viajó becada a Buenos Aires y jugó en River, Boca y otros clubes importantes. Dahiana, sin embargo, arrancó a tomarse en serio el deporte cuando la conoció a ella: “Antes de eso iba a jugar y divertirme nada más”. Ellas además juegan al fútbol 8 en la Liga Mercantil, con el mismo equipo, Tresoc, conformado por las mismas jugadoras del futsal. “Donde hay una pelota siempre estamos”, bromeó Dahiana.

Las chicas enumeraron sus triunfos dentro del futsal. “Yo en la CAI fui tres veces campeona, y después con Las Leonas también salimos campeonas. Una vez nos armamos un equipo de onda que se llamaba Los Nonos, que todas las veces que jugamos salimos terceras”, comentó la “Chusa”, y Dahiana añadió: “Hace dos años que jugamos juntas”. Cuando se les preguntó cuál era la mejor jugadora de las dos, Dahiana fue más rápida y dijo “yo”, pero luego se sinceró y dijo que Vanesa es la virtuosa.

La vida y el fútbol

Ellas juegan juntas en el mismo equipo hace dos años, pero también les tocó jugar frente a frente.

A la hora de las anécdotas, Dahiana recordó: “A veces nos peleamos, nos decimos ‘por qué no me pasaste la pelota, por qué pateaste al arco’.

También jugamos en contra y nos pegamos un montón, porque ella defiende y yo ataco, así que sí o sí nos tenemos que chocar, y adentro de la cancha no hay parientes y no hay amigos ni nada.

Esta bueno jugar

Nos dábamos duro. Yo me acuerdo una vez que ella se iba sola con la pelota y yo no la podía frenar, así que la tuve que bajar de atrás, y como todos en el gimnasio sabían que éramos pareja dijeron ‘¡nooo!’, ‘dormías afuera esta noche’ me decían.

Pero está bueno jugar, porque aparte de competir te distraés. Casi todo el mundo trabaja, entonces venís con la rutina de la semana, los problemas de trabajo, vas y lo descargás con la pelota”.


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