Rousseff, que centró su intervención ante la Asamblea General de la ONU en el espionaje del que fue víctima ella misma, sentenció que se trata de "una afrenta" y "una falta de respeto" que no puede justificarse en la lucha contra el terrorismo.
La mandataria brasileña añadió que "las informaciones publicadas recientemente sobre una red global de espionaje han desatado protestas y rabia en el mundo".
Rousseff, que centró su intervención ante la Asamblea General de la ONU en el espionaje del que fue víctima ella misma, sentenció que se trata de "una afrenta" y "una falta de respeto" que no puede justificarse en la lucha contra el terrorismo.
La mandataria brasileña añadió que "las informaciones publicadas recientemente sobre una red global de espionaje han desatado protestas y rabia en el mundo".