Por temor a EE.UU., Alemania no dará asilo a Snowden

El ministro de Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, rechazó tajantemente la posibilidad de otorgar asilo político al ex "topo" de la CIA Edward Snowden, perseguido por la justicia estadounidense por revelar una trama de espionaje masivo de Washington.

05 NOV 2013 - 13:23 | Actualizado

En unas declaraciones publicadas hoy en el diario Münchner Merkur, el titular de Interior cerró el debate al aclarar que Snowden no puede obtener asilo político porque "no es un perseguido político".

El ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, en tanto, advirtió sobre las consecuencias que podría tener una decisión en ese sentido para las relaciones transatlánticas.

"Pese a todos los enojos, una buena relación con Estados Unidos es insustituible. A ambos lados del Atlántico se debe estar preocupado por no dañar la relación de forma duradera", aseguró Westerwelle a la edición digital del semanario Der Spiegel citado por la agencia de noticias EFE.

Después de la Segunda Guerra Mundial, todos los gobiernos que se sucedieron en Alemania, especialmente los de centroderecha, cuidaron con especial interés la relación con Estados Unidos.

Frente a la exigencia de la oposición alemana de conceder asilo a Snowden, la unión cristianodemócrata de la canciller Angela Merkel abogó para que una delegación alemana interrogue al ex técnico en Moscú, porque reconocen que su testimonio es muy importante para Berlín.

Además, Merkel dejó en claro ayer que no adoptará acciones que pongan en riesgo la relación con Estados Unidos a cambio del testimonio del ex "topo" sobre el presunto espionaje de Washington.

La posibilidad de asilo para Snowden se volvió a plantear en Alemania la semana pasada, después de que el parlamentario Hans-Christian Stroebele viajase por sorpresa a Moscú para entrevistarse con el ex técnico de los servicios secretos estadounidenses, quien permanece desde principios de agosto en Rusia con asilo temporal.

Snowden le mostró a Stroebele, miembro de la comisión de secretos oficiales del Bundestag (Cámara baja), su disposición a testificar en sede judicial o parlamentaria en Alemania sobre el espionaje que llevaron a cabo los servicios secretos estadounidenses en suelo alemán, incluida la denuncia sobre las escuchas a un teléfono celular de Merkel.

El ex técnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recalcó, no obstante, su interés por comparecer en Alemania, lo que tiene complejas consecuencias a nivel diplomático.

En junio, Washington había retirado a Snowden su pasaporte a raíz de sus primeras revelaciones, y algunas semanas después obtuvo el permiso de residencia ruso, que expira a mediados de 2014 y no le permite abandonar el país.

Un viaje a Alemania implicaría la anulación del permiso y, sin otras medidas previas, conllevaría su extradición automática a Estados Unidos ya que Washington ya envió al Gobierno alemán una petición de extradición preventiva contra Snowden, al que acusa de revelación de secretos.

05 NOV 2013 - 13:23

En unas declaraciones publicadas hoy en el diario Münchner Merkur, el titular de Interior cerró el debate al aclarar que Snowden no puede obtener asilo político porque "no es un perseguido político".

El ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, en tanto, advirtió sobre las consecuencias que podría tener una decisión en ese sentido para las relaciones transatlánticas.

"Pese a todos los enojos, una buena relación con Estados Unidos es insustituible. A ambos lados del Atlántico se debe estar preocupado por no dañar la relación de forma duradera", aseguró Westerwelle a la edición digital del semanario Der Spiegel citado por la agencia de noticias EFE.

Después de la Segunda Guerra Mundial, todos los gobiernos que se sucedieron en Alemania, especialmente los de centroderecha, cuidaron con especial interés la relación con Estados Unidos.

Frente a la exigencia de la oposición alemana de conceder asilo a Snowden, la unión cristianodemócrata de la canciller Angela Merkel abogó para que una delegación alemana interrogue al ex técnico en Moscú, porque reconocen que su testimonio es muy importante para Berlín.

Además, Merkel dejó en claro ayer que no adoptará acciones que pongan en riesgo la relación con Estados Unidos a cambio del testimonio del ex "topo" sobre el presunto espionaje de Washington.

La posibilidad de asilo para Snowden se volvió a plantear en Alemania la semana pasada, después de que el parlamentario Hans-Christian Stroebele viajase por sorpresa a Moscú para entrevistarse con el ex técnico de los servicios secretos estadounidenses, quien permanece desde principios de agosto en Rusia con asilo temporal.

Snowden le mostró a Stroebele, miembro de la comisión de secretos oficiales del Bundestag (Cámara baja), su disposición a testificar en sede judicial o parlamentaria en Alemania sobre el espionaje que llevaron a cabo los servicios secretos estadounidenses en suelo alemán, incluida la denuncia sobre las escuchas a un teléfono celular de Merkel.

El ex técnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recalcó, no obstante, su interés por comparecer en Alemania, lo que tiene complejas consecuencias a nivel diplomático.

En junio, Washington había retirado a Snowden su pasaporte a raíz de sus primeras revelaciones, y algunas semanas después obtuvo el permiso de residencia ruso, que expira a mediados de 2014 y no le permite abandonar el país.

Un viaje a Alemania implicaría la anulación del permiso y, sin otras medidas previas, conllevaría su extradición automática a Estados Unidos ya que Washington ya envió al Gobierno alemán una petición de extradición preventiva contra Snowden, al que acusa de revelación de secretos.


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