El oprobio de la Justicia de Chubut

Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.

22 FEB 2014 - 23:16 | Actualizado

La polémica desatada alrededor de una insignificante corbata en una audiencia en los Tribunales de Trelew y un estéril debate semántico sobre si la Fiscalía de Trelew estuvo “tomada” o no por una mujer que denunció más de cien veces a su exmarido golpeador, volvieron a poner esta semana a la Justicia de Chubut en el peor sitial: el de la vergüenza ajena.

Cada vez que parece que, finalmente, los señores integrantes del Poder Judicial chubutense entran en razones y comienzan a ocuparse de lo único que deberían ocuparse en un sistema republicano, impartir justicia, vuelven a mostrar la hilacha.

Como si no hubieran sido suficientes los vergonzosos detalles de la interna en la cúpula de la Justicia, ventilados durante el juicio político al integrante del Superior Tribunal de Justicia, Alejandro Panizzi, en los últimos tiempos se han sumado otros capítulos vergonzantes, como el inexplicable otorgamiento de salidas transitorias a un violador condenado que, luego de huir durante una de sus salidas, volvió a violar y matar a una nena en Comodoro.

Es cierto, y la sociedad lo advierte, que “no todos son lo mismo”. Que hay jueces, fiscales y defensores que son probos, impolutos y justos, pero claramente son la minoría.

El sistema judicial de Chubut está dominado por la ineficiencia, la incapacidad y, sobre todo, la soberbia de los que creen que pertenecer a la Justicia los eleva cinco escalones por sobre el resto de los mortales. Son magistrados y funcionarios que detestan poner sus pies en el barro para escuchar y ayudar a una sociedad que reclama ayuda de la Justicia, y no les gusta que nadie –sobre todo, la prensa- les marque los errores.

Que un Tribunal que tiene que juzgar a un grupo de personas por la presunta comisión de un delito grave no inicie un juicio porque uno de los abogados defensores no tenía puesta una corbata, es inadmisible.

Sobre todo, porque los integrantes de ese Tribunal sabían que el abogado en cuestión no lo había hecho por comodidad sino con el ánimo de interponer una situación que trabara y dilatara el inicio del juicio. Que los jueces hayan caído en la “trampa” de un defensor habla mal de ellos, no del abogado.

Los medios de todo el país se hicieron eco del “affaire” de la corbata en Chubut, las radios ocuparon largos espacios para hablar con el protagonista, y la gente volvió a alejarse un poco más de la Justicia.

Fiscales enojados

Un caso no menos vergonzoso ocurrió el mismo día a pocos metros, en la Fiscalía de Trelew. Una mujer golpeada, ultrajada y temerosa que su expareja termine con su vida o lastime a sus hijos, se puso firme en el mostrador de esa dependencia y no se fue hasta que alguien le dio una respuesta.

En el medio, los empleados se fueron porque se cumplió su horario, las puertas se cerraron y la mujer y un grupo que llegó para respaldarla, siguieron allí.

Un periodista y un fotógrafo de Jornada estuvieron allí para contar la historia. La mujer contó que estaba harta de denunciar los ataques de su exmarido, que este violara las medidas interpuestas por la Justicia y que nadie hiciera nada.

Con esa actitud de hartazgo y valentía, no sin dar algún par de gritos, logró que un fiscal le diera una respuesta y que un juez, finalmente, emitiera una orden de detención.

Sin embargo, la Fiscalía de Trelew se ocupó al día siguiente de emitir un comunicado para intentar desmentir que la Fiscalía haya estado “tomada”. Como si el caso requiriera de otra cosa que no sea justicia, el jefe de la Fiscalía se encargó de hacerle saber a todos que estaba enojado con la tapa de Jornada.

No importó la dramática historia de la mujer, ni sus posibles consecuencias, sino las formas. Un fiscal que se preocupa por la prensa y no por darle asistencia a una víctima, es un mal fiscal. Además de un miope social.

Hora de alineamientos

Este va a ser un año político, de eso no hay dudas. Y las fichas empiezan a reacomodarse. Los principales jugadores de la política saben que el partido final de 2015 comienza a jugarse ahora y nadie quiere dar ventajas.

Esta semana, el gobernador Martín Buzzi ya no dejó dudas de que su objetivo es prepararse para repetir otro mandato. Es obvio que nadie se conforma con gobernar sólo cuatro años y que el terreno político quedó a merced del gobernador, luego de que otros dirigentes del peronismo quedaran hoy rezagados en la percepción popular.

Con el diputado nacional Mario Das Neves absolutamente alineado a Sergio Massa, es claro que el peronismo deberá elegir un candidato para intentar conservar el poder en 2015. Buzzi se anotó en la pelea y dio un paso más: se despachó con un rosario de elogios al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, que aparece como la espada kirchnerista más afilada para intentar desbancar a la heterodoxa oposición.

El 7 de marzo, Scioli y Buzzi se mostrarán juntos en el Valle y Comodoro, con agenda institucional, pero con un claro mensaje político: será el primer “acto de campaña” de cara a 2015.

Una salida para Alpesca

Nadie quiere celebrar por adelantado porque ya se “quemaron” varias veces. Pero esta vez, dicen por lo bajo, la solución está más cerca. Es viable y hay un real consenso para impulsarla.

Mañana lunes, el gobernador Buzzi enviará a la Legislatura el proyecto de ley de salvataje de Alpesca. Los detalles de esa movida política se explican con mayor precisión en esta misma edición de Jornada, pero el eje central será la expropiación de los bienes de la empresa en crisis para ser entregados a un grupo sindical-empresario que se compromete a preservar la mano de obra y poner en funcionamiento la empresa de manera inmediata.

La negociación con los futuros propietarios de Alpesca se realizó en los últimos quince días entre Buenos Aires y Chubut, la llevó adelante el propio gobernador y sus detalles se mantuvieron bajo siete llaves.

El intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, uno de los principales interesados en poner en caja el tema, fue la tercera pata de esta historia. Lejos de las polémicas que en algún momento lo alejaron del Gobierno provincial, Sastre se mostró en los últimos días como un hábil negociador.

Coincidieron con Buzzi que la solución por Alpesca merecía otro gesto de ambos. Y se pusieron a trabajar en silencio y codo a codo para redondear un proyecto de ley que, ahora, debe tener el apoyo político de todos los sectores.

Ya cuenta con un apoyo clave: el del Gobierno nacional, que la única condición que le puso a Buzzi es que el acuerdo salga por consenso. Por eso el gobernador habló de la necesidad de avanzar en un acuerdo con kirchneristas, dasnevistas y radicales.

Y explicó, además, que el plan de recuperación no sólo estará enfocado en sostener el patrimonio de las 20 mil toneladas de pesca sino también “a poner en blanco sobre negro a los responsables de esta situación que han llevado al vaciamiento de la empresa.”

Con Cimadevilla y Das Neves

La búsqueda de una salida a la crisis de Alpesca puso a Buzzi ante la necesidad de comprometer al resto de los actores políticos, que han venido cuestionando con bastantes argumentos los caminos sinuosos que ha tenido este tema en los últimos meses. Sin embargo, las críticas razonables no tuvieron como complemento el aporte de una opción.

Buzzi avanzó con el senador radical Mario Cimadevilla e intentará este lunes hacer lo mismo en su encuentro con Das Neves. El objetivo es que no haya trabas innecesarias en la Legislatura. La dramática situación de los trabajadores de Alpesca merece que todos los políticos se bajen del pedestal, consensuen una solución viable y se pongan a trabajar en otros temas que beneficien a Chubut.

La oportunidad está al alcance de la mano. Habrá que ver si todos están dispuestos a dejar sus intereses políticos de lado en beneficio de los intereses de la mayoría.

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22 FEB 2014 - 23:16

La polémica desatada alrededor de una insignificante corbata en una audiencia en los Tribunales de Trelew y un estéril debate semántico sobre si la Fiscalía de Trelew estuvo “tomada” o no por una mujer que denunció más de cien veces a su exmarido golpeador, volvieron a poner esta semana a la Justicia de Chubut en el peor sitial: el de la vergüenza ajena.

Cada vez que parece que, finalmente, los señores integrantes del Poder Judicial chubutense entran en razones y comienzan a ocuparse de lo único que deberían ocuparse en un sistema republicano, impartir justicia, vuelven a mostrar la hilacha.

Como si no hubieran sido suficientes los vergonzosos detalles de la interna en la cúpula de la Justicia, ventilados durante el juicio político al integrante del Superior Tribunal de Justicia, Alejandro Panizzi, en los últimos tiempos se han sumado otros capítulos vergonzantes, como el inexplicable otorgamiento de salidas transitorias a un violador condenado que, luego de huir durante una de sus salidas, volvió a violar y matar a una nena en Comodoro.

Es cierto, y la sociedad lo advierte, que “no todos son lo mismo”. Que hay jueces, fiscales y defensores que son probos, impolutos y justos, pero claramente son la minoría.

El sistema judicial de Chubut está dominado por la ineficiencia, la incapacidad y, sobre todo, la soberbia de los que creen que pertenecer a la Justicia los eleva cinco escalones por sobre el resto de los mortales. Son magistrados y funcionarios que detestan poner sus pies en el barro para escuchar y ayudar a una sociedad que reclama ayuda de la Justicia, y no les gusta que nadie –sobre todo, la prensa- les marque los errores.

Que un Tribunal que tiene que juzgar a un grupo de personas por la presunta comisión de un delito grave no inicie un juicio porque uno de los abogados defensores no tenía puesta una corbata, es inadmisible.

Sobre todo, porque los integrantes de ese Tribunal sabían que el abogado en cuestión no lo había hecho por comodidad sino con el ánimo de interponer una situación que trabara y dilatara el inicio del juicio. Que los jueces hayan caído en la “trampa” de un defensor habla mal de ellos, no del abogado.

Los medios de todo el país se hicieron eco del “affaire” de la corbata en Chubut, las radios ocuparon largos espacios para hablar con el protagonista, y la gente volvió a alejarse un poco más de la Justicia.

Fiscales enojados

Un caso no menos vergonzoso ocurrió el mismo día a pocos metros, en la Fiscalía de Trelew. Una mujer golpeada, ultrajada y temerosa que su expareja termine con su vida o lastime a sus hijos, se puso firme en el mostrador de esa dependencia y no se fue hasta que alguien le dio una respuesta.

En el medio, los empleados se fueron porque se cumplió su horario, las puertas se cerraron y la mujer y un grupo que llegó para respaldarla, siguieron allí.

Un periodista y un fotógrafo de Jornada estuvieron allí para contar la historia. La mujer contó que estaba harta de denunciar los ataques de su exmarido, que este violara las medidas interpuestas por la Justicia y que nadie hiciera nada.

Con esa actitud de hartazgo y valentía, no sin dar algún par de gritos, logró que un fiscal le diera una respuesta y que un juez, finalmente, emitiera una orden de detención.

Sin embargo, la Fiscalía de Trelew se ocupó al día siguiente de emitir un comunicado para intentar desmentir que la Fiscalía haya estado “tomada”. Como si el caso requiriera de otra cosa que no sea justicia, el jefe de la Fiscalía se encargó de hacerle saber a todos que estaba enojado con la tapa de Jornada.

No importó la dramática historia de la mujer, ni sus posibles consecuencias, sino las formas. Un fiscal que se preocupa por la prensa y no por darle asistencia a una víctima, es un mal fiscal. Además de un miope social.

Hora de alineamientos

Este va a ser un año político, de eso no hay dudas. Y las fichas empiezan a reacomodarse. Los principales jugadores de la política saben que el partido final de 2015 comienza a jugarse ahora y nadie quiere dar ventajas.

Esta semana, el gobernador Martín Buzzi ya no dejó dudas de que su objetivo es prepararse para repetir otro mandato. Es obvio que nadie se conforma con gobernar sólo cuatro años y que el terreno político quedó a merced del gobernador, luego de que otros dirigentes del peronismo quedaran hoy rezagados en la percepción popular.

Con el diputado nacional Mario Das Neves absolutamente alineado a Sergio Massa, es claro que el peronismo deberá elegir un candidato para intentar conservar el poder en 2015. Buzzi se anotó en la pelea y dio un paso más: se despachó con un rosario de elogios al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, que aparece como la espada kirchnerista más afilada para intentar desbancar a la heterodoxa oposición.

El 7 de marzo, Scioli y Buzzi se mostrarán juntos en el Valle y Comodoro, con agenda institucional, pero con un claro mensaje político: será el primer “acto de campaña” de cara a 2015.

Una salida para Alpesca

Nadie quiere celebrar por adelantado porque ya se “quemaron” varias veces. Pero esta vez, dicen por lo bajo, la solución está más cerca. Es viable y hay un real consenso para impulsarla.

Mañana lunes, el gobernador Buzzi enviará a la Legislatura el proyecto de ley de salvataje de Alpesca. Los detalles de esa movida política se explican con mayor precisión en esta misma edición de Jornada, pero el eje central será la expropiación de los bienes de la empresa en crisis para ser entregados a un grupo sindical-empresario que se compromete a preservar la mano de obra y poner en funcionamiento la empresa de manera inmediata.

La negociación con los futuros propietarios de Alpesca se realizó en los últimos quince días entre Buenos Aires y Chubut, la llevó adelante el propio gobernador y sus detalles se mantuvieron bajo siete llaves.

El intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, uno de los principales interesados en poner en caja el tema, fue la tercera pata de esta historia. Lejos de las polémicas que en algún momento lo alejaron del Gobierno provincial, Sastre se mostró en los últimos días como un hábil negociador.

Coincidieron con Buzzi que la solución por Alpesca merecía otro gesto de ambos. Y se pusieron a trabajar en silencio y codo a codo para redondear un proyecto de ley que, ahora, debe tener el apoyo político de todos los sectores.

Ya cuenta con un apoyo clave: el del Gobierno nacional, que la única condición que le puso a Buzzi es que el acuerdo salga por consenso. Por eso el gobernador habló de la necesidad de avanzar en un acuerdo con kirchneristas, dasnevistas y radicales.

Y explicó, además, que el plan de recuperación no sólo estará enfocado en sostener el patrimonio de las 20 mil toneladas de pesca sino también “a poner en blanco sobre negro a los responsables de esta situación que han llevado al vaciamiento de la empresa.”

Con Cimadevilla y Das Neves

La búsqueda de una salida a la crisis de Alpesca puso a Buzzi ante la necesidad de comprometer al resto de los actores políticos, que han venido cuestionando con bastantes argumentos los caminos sinuosos que ha tenido este tema en los últimos meses. Sin embargo, las críticas razonables no tuvieron como complemento el aporte de una opción.

Buzzi avanzó con el senador radical Mario Cimadevilla e intentará este lunes hacer lo mismo en su encuentro con Das Neves. El objetivo es que no haya trabas innecesarias en la Legislatura. La dramática situación de los trabajadores de Alpesca merece que todos los políticos se bajen del pedestal, consensuen una solución viable y se pongan a trabajar en otros temas que beneficien a Chubut.

La oportunidad está al alcance de la mano. Habrá que ver si todos están dispuestos a dejar sus intereses políticos de lado en beneficio de los intereses de la mayoría.


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