Martin Castro es querellante en el doble crimen de los hermanos Aballay

Castro indicó que la teoría del caso se reafirmó con las pericias mecánicas conocidas ayer. Valoró el rol del fiscal Kolsch y adelantó que aportarán nuevas pruebas que comprometerán aún más al acusado Horacio Alejandro Blanco. Adelantó que pronto habrá mas elementos contundentes.

31 MAY 2014 - 21:53 | Actualizado

Esta semana, el abogado penalista Martin Castro (ex integrante del Ministerio Público de la defensa de Trelew) se presentó como parte querellante y aseguró que pretende constituir un rol activo en la causa originada tras el asesinato de los hermanos Denis y Sergio Aballay, en un sangriento hecho ocurrido en la madrugada del domingo 9 de marzo último en el barrio Tiro Federal de Trelew.

De esta manera, según el letrado apunta a “trabajar en conjunto con la fiscalía para poder dar veracidad a los hechos por el doble crimen que se ha cometido aquí en la ciudad de Trelew. Desde el día del hecho me presenté como asesor técnico en la audiencia de apertura de investigación” recordó Castro.

Relato reafirmado

Dijo que en aquella audiencia la prueba más fuerte con la que contaban era el testimonio brindado por Débora Alcucero quien no solo fue testigo presencial del hecho sino que además fue víctima de los hechos violentos, ya que, según indica la pieza acusatoria, el presunto asesino también disparó en dos oportunidades sin lograr herirla. Crucero es la viuda de Sergio Aballay, y es quien iba en el vehículo en el asiento trasero con un pequeño hijo y allí fue donde quedaron en medio de las balas.

“Esa declaración fue contundente con respecto a la autoría de Blanco. Hay informes fotográficos del vehículo Ford Focus donde se trasladaban los señores Aballay y también la señora Débora Alcucero. Hay fotografías que establecen la cantidad de disparos y algunos que quedaron incrustados en la puerta trasera y la parte frontal” indicó el abogado al explicar cómo las pericias efectuadas confirman plenamente el testimonio brindado por la testigo y víctima.

Indicó que también los informes periciales llevados adelante por los peritos, dieron con precisión la distancias entre víctimas y victimario además de confirmar que se trató de una serie de disparos efectuados con un arma calibre 9 milímetro, como las reglamentarias usadas por la policía, descripción que también fue brindada por la testigo en su anticipo jurisdiccional de prueba.

Elementos probatorios

Respecto del informe pericial, Castro detalló que “se constata los ingresos de los proyectiles tanto en el rostro de Sergio y los 3 disparos contra Matías Aballay. De allí es donde surgen las manchas eméticas dentro del vehículo las que se corresponden con el ADN de los fallecidos”

Luego fue contundente al indicar que si se toma en cuenta la declaración de la viuda como única testigo del hecho, todas las pruebas periciales que se realizaron coinciden con su declaración. El querellante adelantó que en los próximos 3 meses que restan como plazo legal de investigación, arrimarán más pruebas entre testigos y otros elementos que prefirió no detallarlos pero según dijo serán sumamente contundentes.

Por su parte destacó el trabajo realizado por el fiscal de la causa, Lucas Kolsch quien ha investigado con minuciosidad desde el origen de la causa. Vale decir, que los testimonios escuchados en las primeras audiencias, fueron conseguidos por Kolsch quien pudo establecer la estrategia investigativa inicial.

El doble crimen

Cerca de la 1,20 del 9 de marzo de 2014, Sergio y Matías Aballay, de 26 y 23 años, se acercaron a un comercio del barrio Tiro Federal, acompañados por la señora del primero y su hija de dos años. Se trasladaban en un Ford Focus. En el lugar, cuando desciende del automóvil Sergio –según la fiscalía- su concubina observó cómo se aproximaba Blanco portando un arma similar a una 9 milímetros color plateada. Previamente a ese sanguinario encuentro, según la investigación, se produjo un incidente en otro comercio de la zona. La testigo manifestó conocer a esta persona. Luego, tras recabar frondosa información en las diligencias hechas por el fiscal Lucas Kolsch, llegaron a la conclusión de que quien había efectuado los disparos mortales había sido Horacio Blanco. Se allanó la vivienda del nombrado, encontrándose documentación a su nombre, como así también se secuestró el auto, con papeles que lo identificaban. Finalmente, el martes 11 de mayo, tras una destacada tarea de la Brigada de Investigaciones, se lo detuvo en un paraje ubicado a 60 kilómetros de Sierra Grande.

“Arrepentido”

Tras la detención del encartado, se realizó una audiencia de control de detención en la que Blanco no habló ante el juez, pero si respondió a dos periodistas, entre ellos el de Jornada, quienes lo abordaron y le preguntaron que sentía. “A mí nadie me mandó” dijo como respuesta a las especulaciones que lo señalaban como sicario justiciero.

¿Por qué cree que se dijo todo eso? Preguntó una periodista. “No sé” respondió.

Otro periodista preguntó ¿Qué siente en este momento? “Arrepentido de todas las cosas que hice. Yo soy un muchacho trabajador, tengo cuatro hijos. Nunca pensé en matar a nadie” dijo cabizbajo mientras era retirado esposado de la sala de audiencias del tercer piso de Tribunales.

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31 MAY 2014 - 21:53

Esta semana, el abogado penalista Martin Castro (ex integrante del Ministerio Público de la defensa de Trelew) se presentó como parte querellante y aseguró que pretende constituir un rol activo en la causa originada tras el asesinato de los hermanos Denis y Sergio Aballay, en un sangriento hecho ocurrido en la madrugada del domingo 9 de marzo último en el barrio Tiro Federal de Trelew.

De esta manera, según el letrado apunta a “trabajar en conjunto con la fiscalía para poder dar veracidad a los hechos por el doble crimen que se ha cometido aquí en la ciudad de Trelew. Desde el día del hecho me presenté como asesor técnico en la audiencia de apertura de investigación” recordó Castro.

Relato reafirmado

Dijo que en aquella audiencia la prueba más fuerte con la que contaban era el testimonio brindado por Débora Alcucero quien no solo fue testigo presencial del hecho sino que además fue víctima de los hechos violentos, ya que, según indica la pieza acusatoria, el presunto asesino también disparó en dos oportunidades sin lograr herirla. Crucero es la viuda de Sergio Aballay, y es quien iba en el vehículo en el asiento trasero con un pequeño hijo y allí fue donde quedaron en medio de las balas.

“Esa declaración fue contundente con respecto a la autoría de Blanco. Hay informes fotográficos del vehículo Ford Focus donde se trasladaban los señores Aballay y también la señora Débora Alcucero. Hay fotografías que establecen la cantidad de disparos y algunos que quedaron incrustados en la puerta trasera y la parte frontal” indicó el abogado al explicar cómo las pericias efectuadas confirman plenamente el testimonio brindado por la testigo y víctima.

Indicó que también los informes periciales llevados adelante por los peritos, dieron con precisión la distancias entre víctimas y victimario además de confirmar que se trató de una serie de disparos efectuados con un arma calibre 9 milímetro, como las reglamentarias usadas por la policía, descripción que también fue brindada por la testigo en su anticipo jurisdiccional de prueba.

Elementos probatorios

Respecto del informe pericial, Castro detalló que “se constata los ingresos de los proyectiles tanto en el rostro de Sergio y los 3 disparos contra Matías Aballay. De allí es donde surgen las manchas eméticas dentro del vehículo las que se corresponden con el ADN de los fallecidos”

Luego fue contundente al indicar que si se toma en cuenta la declaración de la viuda como única testigo del hecho, todas las pruebas periciales que se realizaron coinciden con su declaración. El querellante adelantó que en los próximos 3 meses que restan como plazo legal de investigación, arrimarán más pruebas entre testigos y otros elementos que prefirió no detallarlos pero según dijo serán sumamente contundentes.

Por su parte destacó el trabajo realizado por el fiscal de la causa, Lucas Kolsch quien ha investigado con minuciosidad desde el origen de la causa. Vale decir, que los testimonios escuchados en las primeras audiencias, fueron conseguidos por Kolsch quien pudo establecer la estrategia investigativa inicial.

El doble crimen

Cerca de la 1,20 del 9 de marzo de 2014, Sergio y Matías Aballay, de 26 y 23 años, se acercaron a un comercio del barrio Tiro Federal, acompañados por la señora del primero y su hija de dos años. Se trasladaban en un Ford Focus. En el lugar, cuando desciende del automóvil Sergio –según la fiscalía- su concubina observó cómo se aproximaba Blanco portando un arma similar a una 9 milímetros color plateada. Previamente a ese sanguinario encuentro, según la investigación, se produjo un incidente en otro comercio de la zona. La testigo manifestó conocer a esta persona. Luego, tras recabar frondosa información en las diligencias hechas por el fiscal Lucas Kolsch, llegaron a la conclusión de que quien había efectuado los disparos mortales había sido Horacio Blanco. Se allanó la vivienda del nombrado, encontrándose documentación a su nombre, como así también se secuestró el auto, con papeles que lo identificaban. Finalmente, el martes 11 de mayo, tras una destacada tarea de la Brigada de Investigaciones, se lo detuvo en un paraje ubicado a 60 kilómetros de Sierra Grande.

“Arrepentido”

Tras la detención del encartado, se realizó una audiencia de control de detención en la que Blanco no habló ante el juez, pero si respondió a dos periodistas, entre ellos el de Jornada, quienes lo abordaron y le preguntaron que sentía. “A mí nadie me mandó” dijo como respuesta a las especulaciones que lo señalaban como sicario justiciero.

¿Por qué cree que se dijo todo eso? Preguntó una periodista. “No sé” respondió.

Otro periodista preguntó ¿Qué siente en este momento? “Arrepentido de todas las cosas que hice. Yo soy un muchacho trabajador, tengo cuatro hijos. Nunca pensé en matar a nadie” dijo cabizbajo mientras era retirado esposado de la sala de audiencias del tercer piso de Tribunales.


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