Rousseff remarcó que "la cuestión de Petrobras es una cuestión simbólica para Brasil" debido a que es "la primera investigación efectiva sobre corrupción en Brasil que involucra segmentos públicos y privados; la primera, y que va hasta el fondo".
Aunque no es el primer escándalo de la historia de Brasil, sí es "el primer escándalo de nuestra historia que es investigado" y "cambiará para siempre (a Brasil) porque acabará con la impunidad", subrayó.
El viernes pasado, la Policía Federal brasileña arrestó a 18 personas vinculadas con el caso, entre ellas el ex director de Servicios de Petrobras Renato Duque y varios presidentes y altos ejecutivos de empresas que mantuvieron contratos millonarios con la petrolera estatal.
El caso tomó estado público en marzo pasado, cuando fue detenido el ex director de Refinería y Abastecimiento Paulo Roberto Costa, quien, a cambio de beneficios penales, delató detalles del sistema de financiamiento ilegal por parte de Petrobras a campañas políticas del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante.
Se estima que la red, que actuó entre 2003 y 2012 -durante los dos mandatos completos del presidente Luiz Lula da Silva y los primeros años de la gestión presidencial de Rousseff- desvió recursos por una suma equivalente a 3.900 millones de dólares.
Durante gran parte de los mandatos de Lula, Rousseff integró el gabinete como ministra de Minas y Energía y luego como jefa del gabinete, y paralelamente presidió el Consejo de Administración de Petrobras.
Rousseff remarcó que "la cuestión de Petrobras es una cuestión simbólica para Brasil" debido a que es "la primera investigación efectiva sobre corrupción en Brasil que involucra segmentos públicos y privados; la primera, y que va hasta el fondo".
Aunque no es el primer escándalo de la historia de Brasil, sí es "el primer escándalo de nuestra historia que es investigado" y "cambiará para siempre (a Brasil) porque acabará con la impunidad", subrayó.
El viernes pasado, la Policía Federal brasileña arrestó a 18 personas vinculadas con el caso, entre ellas el ex director de Servicios de Petrobras Renato Duque y varios presidentes y altos ejecutivos de empresas que mantuvieron contratos millonarios con la petrolera estatal.
El caso tomó estado público en marzo pasado, cuando fue detenido el ex director de Refinería y Abastecimiento Paulo Roberto Costa, quien, a cambio de beneficios penales, delató detalles del sistema de financiamiento ilegal por parte de Petrobras a campañas políticas del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante.
Se estima que la red, que actuó entre 2003 y 2012 -durante los dos mandatos completos del presidente Luiz Lula da Silva y los primeros años de la gestión presidencial de Rousseff- desvió recursos por una suma equivalente a 3.900 millones de dólares.
Durante gran parte de los mandatos de Lula, Rousseff integró el gabinete como ministra de Minas y Energía y luego como jefa del gabinete, y paralelamente presidió el Consejo de Administración de Petrobras.