Por "daño moral", Béliz le exige $ 1,5 millón a Fernández Vecino
Es porque Alejandro Fernández Vecino ratificó sus acusaciones de “masserismo” contra el líder mercantil, que ahora se decidió por la vía judicial.
El líder del Sindicato de Empleados de Comercio y precandidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria, Alfredo Béliz, demandó al dirigente peronista cordillerano Alejandro Fernández Vecino por 1.500.000 pesos por daño moral. El referente trelewense se sintió injuriado luego de que “Pinda” lo acusara de “masserista” en un artículo que publicó diario El Chubut, el domingo 12 de Abril.
En esa nota, Fernández Vecino aseguró que Béliz “estuvo en la junta promotora del masserismo en la Provincia del Chubut. Esto no ha sido negado por nadie”. El artículo apareció en Clarín, Facebook y Twitter.
El secretario general del SEC, por carta documento, le advirtió al cordillerano que de esos dichos “surge un evidente propósito de desprestigio; y tal falacia no sólo ofende mi espíritu, por la infame connotación de su contenido, al intentar vincularme con uno de los personajes más nefastos de nuestra historia contemporánea, sino que también agravia mi honor por la difamación pública que provoca dicha mentira”.
“El desagravio que le exijo radica en su irresponsable afirmación de un hecho falso que tergiversa mi historia de vida, habida cuenta que jamás participé en la facción ideológica a la que alude, ni realicé ninguna actividad, gesto o enunciación, que pudiera interpretarse como muestra de apoyo al dictador Massera ni al engendro político que éste pretendió conformar”.
Según Béliz, “la invariable trayectoria política y sindical que he mantenido, mantengo y mantendré en defensa de los más débiles, torna allí más insultante su inventada versión”.
Fernández Vecino no se desdijo y respondió:”No me retracto, por estar convencido de la veracidad de lo que dije y de la obligación política de expresarlo públicamente”.
En su demanda, Béliz advirtió que “además del padecimiento espiritual que provoca en mi fuero íntimo la infamia derramada por el accionado, y los trastornos que me acarrea en el seno familiar al tener que explicar a mis hijos y a mis nietos la falsedad de esos dichos, el oprobio repercute en mi entorno público de actuación”.
Tras un repaso de su trayectoria política y sindical, el referente del SEC consideró que “los logros alcanzados con arduo trabajo y dedicación durante más de 30 años, son ahora ensuciados por las irresponsables declaraciones del Sr. Fernández Vecino, quien intenta cercenar mi carrera politica recurriendo a la vil mentira para desprestigiarme públicamente”.
Según advirtió, “Pinda” es “una persona conocida” en Chubut. “Fue candidato a gobernador en el año 2003, por la Alianza Corriente Chubutense, que compitió entonces contra la lista del Partido Justicialista y alcanzó un modesto cuarto puesto con casi 7.000 votos. Hoy es el apoderado del Frente para la Victoria en Chubut,a pesar de que no figura en el Registro Nacional de Afiliados a Partidos Políticos, de lo que se desprende que no está afiliado al Partido Justicialista”.
Según la demanda, un dato relevante que evidencia que Fernández Vecino sabía lo que decía, y sus efectos dañinos, es su cargo como docente de Derecho Político, en la Facultad de Ciencias Jurídicas, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. “En el programa de la materia que se enseña a los alumnos de primer año de Abogacía, elaborado por el accionado, se advierte la importancia que éste le asigna a los medios de comunicación y a la opinión pública”. En tal sentido, “bien sabe entonces el demandado que la modificación de la opinión pública respecto de un actor olítico producirá poderosos efectos en la proyección de su eventual candidatura”. Un libro que recomienda es “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo, “un valioso manual de instrucciones por quienes ansían concretar sus ambiciones políticas sin ninguna clase de escrúpulos, como al parecer es el caso del demandado”.
Según concluye la demanda, “el agravio lo provoca la aseveración de un hecho falso que hiere profundamente mis sentimientos y daña extensamente mi reputación, con marcada incidencia en las actividades sindicales y políticas que desarrollo cotidianamente y no respondo al agravio con otro agravio”.
“No pienso descender al abismo moral donde es necesario llegar para pergeñar una blasfemia denigrante como ésta de la que he sido víctima. Si el demandado está cómodo allí, que permanezca cuanto le plazca. Yo prefiero seguir enarbolando las banderas de la solidaridad y el respeto a los demás, defendiendo mis derechos en el marco del Derecho”.
El líder del Sindicato de Empleados de Comercio y precandidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria, Alfredo Béliz, demandó al dirigente peronista cordillerano Alejandro Fernández Vecino por 1.500.000 pesos por daño moral. El referente trelewense se sintió injuriado luego de que “Pinda” lo acusara de “masserista” en un artículo que publicó diario El Chubut, el domingo 12 de Abril.
En esa nota, Fernández Vecino aseguró que Béliz “estuvo en la junta promotora del masserismo en la Provincia del Chubut. Esto no ha sido negado por nadie”. El artículo apareció en Clarín, Facebook y Twitter.
El secretario general del SEC, por carta documento, le advirtió al cordillerano que de esos dichos “surge un evidente propósito de desprestigio; y tal falacia no sólo ofende mi espíritu, por la infame connotación de su contenido, al intentar vincularme con uno de los personajes más nefastos de nuestra historia contemporánea, sino que también agravia mi honor por la difamación pública que provoca dicha mentira”.
“El desagravio que le exijo radica en su irresponsable afirmación de un hecho falso que tergiversa mi historia de vida, habida cuenta que jamás participé en la facción ideológica a la que alude, ni realicé ninguna actividad, gesto o enunciación, que pudiera interpretarse como muestra de apoyo al dictador Massera ni al engendro político que éste pretendió conformar”.
Según Béliz, “la invariable trayectoria política y sindical que he mantenido, mantengo y mantendré en defensa de los más débiles, torna allí más insultante su inventada versión”.
Fernández Vecino no se desdijo y respondió:”No me retracto, por estar convencido de la veracidad de lo que dije y de la obligación política de expresarlo públicamente”.
En su demanda, Béliz advirtió que “además del padecimiento espiritual que provoca en mi fuero íntimo la infamia derramada por el accionado, y los trastornos que me acarrea en el seno familiar al tener que explicar a mis hijos y a mis nietos la falsedad de esos dichos, el oprobio repercute en mi entorno público de actuación”.
Tras un repaso de su trayectoria política y sindical, el referente del SEC consideró que “los logros alcanzados con arduo trabajo y dedicación durante más de 30 años, son ahora ensuciados por las irresponsables declaraciones del Sr. Fernández Vecino, quien intenta cercenar mi carrera politica recurriendo a la vil mentira para desprestigiarme públicamente”.
Según advirtió, “Pinda” es “una persona conocida” en Chubut. “Fue candidato a gobernador en el año 2003, por la Alianza Corriente Chubutense, que compitió entonces contra la lista del Partido Justicialista y alcanzó un modesto cuarto puesto con casi 7.000 votos. Hoy es el apoderado del Frente para la Victoria en Chubut,a pesar de que no figura en el Registro Nacional de Afiliados a Partidos Políticos, de lo que se desprende que no está afiliado al Partido Justicialista”.
Según la demanda, un dato relevante que evidencia que Fernández Vecino sabía lo que decía, y sus efectos dañinos, es su cargo como docente de Derecho Político, en la Facultad de Ciencias Jurídicas, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. “En el programa de la materia que se enseña a los alumnos de primer año de Abogacía, elaborado por el accionado, se advierte la importancia que éste le asigna a los medios de comunicación y a la opinión pública”. En tal sentido, “bien sabe entonces el demandado que la modificación de la opinión pública respecto de un actor olítico producirá poderosos efectos en la proyección de su eventual candidatura”. Un libro que recomienda es “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo, “un valioso manual de instrucciones por quienes ansían concretar sus ambiciones políticas sin ninguna clase de escrúpulos, como al parecer es el caso del demandado”.
Según concluye la demanda, “el agravio lo provoca la aseveración de un hecho falso que hiere profundamente mis sentimientos y daña extensamente mi reputación, con marcada incidencia en las actividades sindicales y políticas que desarrollo cotidianamente y no respondo al agravio con otro agravio”.
“No pienso descender al abismo moral donde es necesario llegar para pergeñar una blasfemia denigrante como ésta de la que he sido víctima. Si el demandado está cómodo allí, que permanezca cuanto le plazca. Yo prefiero seguir enarbolando las banderas de la solidaridad y el respeto a los demás, defendiendo mis derechos en el marco del Derecho”.