Juicio por Emmanuel: “Nunca imaginé que iba a morir así”, dijo su mamá

En la primera jornada hablaron Eduardo Naya, uno de los acusados, y Susana Pires, madre del menor muerto. Hoy desde las 13 se espera un testimonio clave. Después se hará la reconstrucción del hecho en la zona costera de El Sombrerito, un paraje al norte de Playa Unión, donde ocurrieron los hechos.

03 AGO 2015 - 21:44 | Actualizado

Con un retraso de casi media hora, en la tarde de ayer, se inició el juicio oral y público por la muerte de Emmanuel Puebla Pires, de 17 años, ocurrida el 9 de diciembre del año pasado, hecho por el cual se encuentran imputados Oscar Naya y su hijo Eduardo, el primero en carácter de autor material del delito de homicidio agravado por el uso de armas y el segundo como partícipe necesario.

El tribunal del juicio está integrado por los jueces Darío Arguiano, Ana Servent y Sergio Piñeda.

En busca de la verdad

En el juicio se intenta develar las responsabilidades y posterior sentencia que podría caberles a ambos imputados cuando ese día, aproximadamente a las 17.30 horas, se hallaban cazando guanacos en la zona de “El Sombrerito”, una playa localizada a unos cinco kilómetros al norte de Playa Unión. Uno de los disparos realizados, fue a dar en la zona occipital de la víctima causándole la muerte. Para el Ministerio Público Fiscal representado por la fiscal general Mirta Moreno, los cazadores realizaban esa actividad en una zona “prohibida” y son los autores del delito de homicidio simple agravado por el uso de armas, Oscar Naya en carácter de autor y Eduardo Naya como partícipe necesario.

Para el doctor Carlos Villada, querellante en representación de la familia de la víctima, se trató de un hecho en el que los imputados “conociendo la capacidad del arma usada y sus consecuencias mortales, conscientes de la prohibición de cazar en esa zona, tuvieron ambos el dominio integral del hecho, el desarrollo de las acciones, la intención, el discernimiento, la voluntad y la libertad para ejecutarlo”.

Mientras que para la fiscal Moreno, los imputados “se fugaron del lugar” en una camioneta, para el querellante Villada, ambos “intentaron irse del lugar sin asistir a los menores. Fue un homicidio doloso, tuvieron un plan, aceptaron las consecuencias y el desprecio por ellas”.

Para el defensor de Eduardo Naya, el abogado comodorense Francisco Romero, “el hecho lamentable de la muerte del adolescente, no se pudo prever, fue producto del azar, absolutamente imprevisible”.

Para el defensor de Oscar Naya, Gustavo Latorre, “ni el Ministerio Público Fiscal ni la querella podrán probar y mantener el hecho con el grado de certeza que se necesita para producir una condena”.

En la audiencia que demandó casi dos horas, se acordaron cuestiones relacionadas con el orden de los testigos, la realización de una inspección ocular y reconstrucción de lo sucedido en el lugar del hecho. Se habló de las expectativas respecto de las responsabilidades de los imputados, además de una discrepancia entre uno de los abogados defensores y la querella en función de estar frente a un “homicidio doloso” o la figura alternativa de “homicidio culposo”, cuestión que quedará clarificada al momento de los alegatos.

En la audiencia de ayer declaró también el chofer de la ambulancia del Hospital Santa Teresita, Lucas Mendoza, que se dirigió al lugar del hecho tras ser avisado de la situación de emergencia ese día, estimativamente a las 18.05.

Sin embargo los testimonios más importantes fueron el que brindó uno de los imputados, Eduardo Naya, y luego la señora Susana Pires, madre de la víctima. La audiencia se reanudará hoy a partir de las 13.

Allí se aguarda el testimonio de Martín Demichelis, uno de los tres jóvenes que acompañaban a la víctima. Según la investigación, fue quien vio a la camioneta Ford Ranger de color gris con los cazadores y quien además, dio aviso a su padre de lo ocurrido, apenas se desplomó la víctima tras recibir el disparo mortal. Posteriormente se efectuará la reconstrucción del hecho y para ello las partes y los jueces deberán trasladarse al lugar del hecho.

“Nunca imaginé que iba a morir así”

El otro testimonio trascendente de la jornada inicial fue el de la madre de la víctima, Susana Pires. La progenitora de Emmanuel Puebla Pires relató la peor jornada de su vida. Expresó que “ese día, me había dirigido con mi otro hijo, Agustín, de 15 años a la escuela Agrotécnica de Gaiman, donde estudiaba. Por su parte, Emmanuel se había quedado construyendo el galpón que tanto quería para disfrutarlo con sus amigos. Volvimos con la comida hecha y con un regalo para él que tenía que ver con su trabajo de disc-jockey. En casa hablamos del acto académico que se iba a hacer al otro día de la escuela de Playa Unión donde Emma iba y que iba ser distinguido como escolta”.

“En un momento –continuó Susana- lo vinieron a buscar los chicos. Yo no quería que fuera porque tenía que comprarse la ropa para el otro día y organizar todo, pero me dijo que iba a dar una vuelta y volvía. Se puso el casco y se fue con sus amigos y los cuatriciclos”. Agregó que “pasó la hora y llamó para decirme que volvía y que estaba en El Sombrerito. A eso de las 17.30 no volvía y comencé a llamarlo varias veces y no respondió, así que salí a buscarlo en el auto. Llamé a casa y no había vuelto. En medio de la búsqueda, veo ambulancias, patrulleros y autos oficiales y me paralicé. Presentí que estaba en peligro. Así que de allí fui a la casa de un amigo de él, Francisco y su mamá me dicen que a Emmanuel le habían pegado un tiro. Cuando llegué al hospital de Rawson, comprobé que estaba muerto”, precisó. Entera, a pesar de las circunstancias que debe padecer, Susana Pires, manifestó que “nunca me imaginé en mi vida que Emmanuel pudiera morir de esta manera por la irresponsabilidad de dos personas”.

“Me había dicho que no se iba ir de al lado mío y que iba a estudiar contador en Trelew. Y soñaba con su viaje a Europa con Bigornia”.

También “me dijo que él nunca se iba a cruzar con malas personas porque no iba a andar por esos caminos”, culminó.#

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03 AGO 2015 - 21:44

Con un retraso de casi media hora, en la tarde de ayer, se inició el juicio oral y público por la muerte de Emmanuel Puebla Pires, de 17 años, ocurrida el 9 de diciembre del año pasado, hecho por el cual se encuentran imputados Oscar Naya y su hijo Eduardo, el primero en carácter de autor material del delito de homicidio agravado por el uso de armas y el segundo como partícipe necesario.

El tribunal del juicio está integrado por los jueces Darío Arguiano, Ana Servent y Sergio Piñeda.

En busca de la verdad

En el juicio se intenta develar las responsabilidades y posterior sentencia que podría caberles a ambos imputados cuando ese día, aproximadamente a las 17.30 horas, se hallaban cazando guanacos en la zona de “El Sombrerito”, una playa localizada a unos cinco kilómetros al norte de Playa Unión. Uno de los disparos realizados, fue a dar en la zona occipital de la víctima causándole la muerte. Para el Ministerio Público Fiscal representado por la fiscal general Mirta Moreno, los cazadores realizaban esa actividad en una zona “prohibida” y son los autores del delito de homicidio simple agravado por el uso de armas, Oscar Naya en carácter de autor y Eduardo Naya como partícipe necesario.

Para el doctor Carlos Villada, querellante en representación de la familia de la víctima, se trató de un hecho en el que los imputados “conociendo la capacidad del arma usada y sus consecuencias mortales, conscientes de la prohibición de cazar en esa zona, tuvieron ambos el dominio integral del hecho, el desarrollo de las acciones, la intención, el discernimiento, la voluntad y la libertad para ejecutarlo”.

Mientras que para la fiscal Moreno, los imputados “se fugaron del lugar” en una camioneta, para el querellante Villada, ambos “intentaron irse del lugar sin asistir a los menores. Fue un homicidio doloso, tuvieron un plan, aceptaron las consecuencias y el desprecio por ellas”.

Para el defensor de Eduardo Naya, el abogado comodorense Francisco Romero, “el hecho lamentable de la muerte del adolescente, no se pudo prever, fue producto del azar, absolutamente imprevisible”.

Para el defensor de Oscar Naya, Gustavo Latorre, “ni el Ministerio Público Fiscal ni la querella podrán probar y mantener el hecho con el grado de certeza que se necesita para producir una condena”.

En la audiencia que demandó casi dos horas, se acordaron cuestiones relacionadas con el orden de los testigos, la realización de una inspección ocular y reconstrucción de lo sucedido en el lugar del hecho. Se habló de las expectativas respecto de las responsabilidades de los imputados, además de una discrepancia entre uno de los abogados defensores y la querella en función de estar frente a un “homicidio doloso” o la figura alternativa de “homicidio culposo”, cuestión que quedará clarificada al momento de los alegatos.

En la audiencia de ayer declaró también el chofer de la ambulancia del Hospital Santa Teresita, Lucas Mendoza, que se dirigió al lugar del hecho tras ser avisado de la situación de emergencia ese día, estimativamente a las 18.05.

Sin embargo los testimonios más importantes fueron el que brindó uno de los imputados, Eduardo Naya, y luego la señora Susana Pires, madre de la víctima. La audiencia se reanudará hoy a partir de las 13.

Allí se aguarda el testimonio de Martín Demichelis, uno de los tres jóvenes que acompañaban a la víctima. Según la investigación, fue quien vio a la camioneta Ford Ranger de color gris con los cazadores y quien además, dio aviso a su padre de lo ocurrido, apenas se desplomó la víctima tras recibir el disparo mortal. Posteriormente se efectuará la reconstrucción del hecho y para ello las partes y los jueces deberán trasladarse al lugar del hecho.

“Nunca imaginé que iba a morir así”

El otro testimonio trascendente de la jornada inicial fue el de la madre de la víctima, Susana Pires. La progenitora de Emmanuel Puebla Pires relató la peor jornada de su vida. Expresó que “ese día, me había dirigido con mi otro hijo, Agustín, de 15 años a la escuela Agrotécnica de Gaiman, donde estudiaba. Por su parte, Emmanuel se había quedado construyendo el galpón que tanto quería para disfrutarlo con sus amigos. Volvimos con la comida hecha y con un regalo para él que tenía que ver con su trabajo de disc-jockey. En casa hablamos del acto académico que se iba a hacer al otro día de la escuela de Playa Unión donde Emma iba y que iba ser distinguido como escolta”.

“En un momento –continuó Susana- lo vinieron a buscar los chicos. Yo no quería que fuera porque tenía que comprarse la ropa para el otro día y organizar todo, pero me dijo que iba a dar una vuelta y volvía. Se puso el casco y se fue con sus amigos y los cuatriciclos”. Agregó que “pasó la hora y llamó para decirme que volvía y que estaba en El Sombrerito. A eso de las 17.30 no volvía y comencé a llamarlo varias veces y no respondió, así que salí a buscarlo en el auto. Llamé a casa y no había vuelto. En medio de la búsqueda, veo ambulancias, patrulleros y autos oficiales y me paralicé. Presentí que estaba en peligro. Así que de allí fui a la casa de un amigo de él, Francisco y su mamá me dicen que a Emmanuel le habían pegado un tiro. Cuando llegué al hospital de Rawson, comprobé que estaba muerto”, precisó. Entera, a pesar de las circunstancias que debe padecer, Susana Pires, manifestó que “nunca me imaginé en mi vida que Emmanuel pudiera morir de esta manera por la irresponsabilidad de dos personas”.

“Me había dicho que no se iba ir de al lado mío y que iba a estudiar contador en Trelew. Y soñaba con su viaje a Europa con Bigornia”.

También “me dijo que él nunca se iba a cruzar con malas personas porque no iba a andar por esos caminos”, culminó.#


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