Caso Emmanuel: Oscar Naya volvió a pedir perdón a los familiares ante el tribunal

El principal acusado dijo que “si cometí un delito, estoy dispuesto a pagarlo”. Sin embargo, lo más trascendente de la audiencia fue el informe del jefe de Criminalística de Rawson, Cristian Ansaldo, coincidente con el perito de la defensa, Ladislao Acebes.Los alegatos serán mañana a las 9.30.

06 AGO 2015 - 21:55 | Actualizado

No voy a objetar técnicamente ni a la Fiscalía ni a la Querella y ratifico mi primera declaración. Reitero mi perdón, ahora y hasta el último de los días. Si cometí un delito, de lo que no estoy seguro, estoy dispuesto a pagarlo”. Así cerró Oscar Naya la cuarta jornada del juicio que se desarrolla en el Superior Tribunal de Justicia en Rawson por la muerte del joven Emmanuel Puebla Pires acaecida el pasado 9 de diciembre de 2014 en “El Sombrerito” y en donde aquel está imputado junto a su hijo, Eduardo, como autores del suceso que conmovió a Rawson. Este cuarto día estuvo enmarcado por la explicación del perito oficial, comisario Cristian Ansaldo sobre los trabajos que se efectuaron en el lugar del hecho, como la trayectoria de los disparos, las distancias y las circunstancias de ese 9 de diciembre. El informe del funcionario policial coincidió con el perito de parte, el licenciado Ladislao Acebes Albo. Declararon ayer también ante el tribunal conformado por los doctores Darío Arguiano, Sergio Piñeda y Ana Servent, los testigos de la Defensa de Oscar y Eduardo Naya, cuyos patrocinadores son Gustavo Latorre y Francisco Romero.

En ese sentido, comparecieron el comerciante trelewense Ernesto Abad, el oficial subinspector Leonardo Pereyra y el suboficial mayor Jesús López, ambos del GEOP y los comisarios inspectores Miguel Gómez y Enrique Meza, todos miembros activos de la Policía de la provincia del Chubut.

Tanto Gómez como Meza, versaron sobre su experiencia en el conocimiento de armas y tiro y afirmaron que el fusil secuestrado con el que eventualmente se disparó el proyectil que segó la vida del joven Pires no es un arma de precisión sino de caza con una mira mediocre. En ese sentido, ambos destacaron que si ese fusil marca Mauser 1909 acertara un blanco a 795 metros (lugar más cercano al cuerpo de Emmanuel donde se encontró una vaina servida) sería algo excepcional.

La misma postura tomaron los policías Pereyra y López (éste último es el francotirador más avezado del GEOP), quien, asimismo, relataron las pruebas que llevaron a cabo en el lugar con la misma arma, la misma mira e idéntica cartuchería, informado que de los casi 50 disparos que efectuaron, ninguno acertó a la simulación del cuerpo de Puebla Pires, interpretado por un maniquí ubicado en el mismo lugar donde cayó herido de muerte éste, reafirmando lo expresado por el comisario Ansaldo horas antes.

Ansaldo

El jefe del área criminalística de la policía de Trelew, el comisario Cristian Ansaldo, que realizó completas pericias en el lugar que fueron avaladas de manera coincidente por el comisario general (RE) y Licenciado en Criminalística, Ladislao Aceves Albo en representación de los imputados Oscar y Eduardo Naya, aseveró que de las pruebas que se efectuaron con el arma secuestrada (un fusil Mauser) no se puede ver con nitidez ninguna figura y que, desde esa distancia, no se pudo dar con un blanco situado en el mismo lugar donde se hallaba el adolescente fallecido, a pesar que los disparos fueron hechos por expertos.

Ansaldo y Aceves coincidieron en que, desde el lugar donde estaba la víctima de espaldas al mar y el lugar desde donde habrían sido realizados los tres disparos a los dos guanacos, existe una distancia mínima de 795 metros. Los peritos creen que se realizaron los disparos desde allí teniendo en cuenta las huellas de la camioneta halladas en ese sector, el hallazgo de tres vainas servidas que según las pericias realizadas pertenecen al arma y desde donde salieron los únicos dos proyectiles existentes en la causa, uno extraído de uno de los guanacos y el otro de la humanidad de la víctima, prueba de ADN coincidente mediante.

Sería muy raro

Ambos peritos estuvieron de acuerdo además en que desde el lugar donde se realizaron los tres disparos, resulta muy difícil ver a los adolescentes y sus cuatriciclos. No obstante parados en el parante de la camioneta y sobre el techo del mismo vehículo es observable el casco que llevaba el joven, pero que resulta muy difícil dar en el blanco de haber tenido intenciones de hacerlo. Coincidieron en lo excepcional de esa posibilidad, por el mediano poder de fuego del fusil Mauser usado,la escasa calidad de la mira telescópica que sólo regula disparos hasta 200 metros y de los proyectiles usados. “Sería muy raro”, “es muy difícil”, “solo de manera excepcional”, fueron las categorías usadas por Ansaldo, Aceves y los otros testigos ante la reiterada pregunta realizada por las partes sobre si era posible dar desde allí en la humanidad del adolescente. “Realizamos entre 40 y 50 tiros, apuntando a un blanco simulado que representaba la posición de la víctima, y ninguno dio en el blanco”, coincidieron también en destacar. En esa zonay desde unos 200 metros del lugar donde se efectuaron los disparos, los peritos certificaron además el hallazgo de pisadas de los guanacos, rastros de sangre de los animales y las vísceras de los dos guanacos ultimados.

La fiscal general Mirta Moreno y el querellante Calos Villada intentaron definirla realización de los disparos de una zona más cercana a la víctima y sus amigos. Se referían al punto donde dijo el testigo Martín Demichelis que vio a la camioneta y a los dos cazadores, tras escuchar el zumbido de un disparo y ver caer a su amigo Emmanuel. Ese punto está a unos 200 metros y los adolescentes son perfectamente visibles. Las vainas que se hallaron allí pertenecen a otros cazadores, no fueron disparadas por el fusil que llevaban los imputados, son de otro calibre y estaban allí desde hacía mucho tiempo, concluyó Ansaldo y su equipo de peritos.

La fiscal general Moreno se refirió a otro punto del camino desde donde pudo haberse realizado el disparo. Es en el camino por el que regresaron los imputados en la Ford Ranger, distante unos100 metros más alejado del anterior. Pero fue la propia jueza Ana Servent la que aclaró que ese punto había sido señalado por los peritos porque resultó ser el más apto para levantar huellas de los neumáticos. Tampoco allí se encontraron evidencias.

Tras coincidir las partes en que no se convocaría a más testigos, luego de un cuarto intermedio y por lectura, se incorporaron más pruebas periciales. Se acordó en conjunto con los jueces, escucharse los alegatos el próximo sábado a partir de las 9.30.

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06 AGO 2015 - 21:55

No voy a objetar técnicamente ni a la Fiscalía ni a la Querella y ratifico mi primera declaración. Reitero mi perdón, ahora y hasta el último de los días. Si cometí un delito, de lo que no estoy seguro, estoy dispuesto a pagarlo”. Así cerró Oscar Naya la cuarta jornada del juicio que se desarrolla en el Superior Tribunal de Justicia en Rawson por la muerte del joven Emmanuel Puebla Pires acaecida el pasado 9 de diciembre de 2014 en “El Sombrerito” y en donde aquel está imputado junto a su hijo, Eduardo, como autores del suceso que conmovió a Rawson. Este cuarto día estuvo enmarcado por la explicación del perito oficial, comisario Cristian Ansaldo sobre los trabajos que se efectuaron en el lugar del hecho, como la trayectoria de los disparos, las distancias y las circunstancias de ese 9 de diciembre. El informe del funcionario policial coincidió con el perito de parte, el licenciado Ladislao Acebes Albo. Declararon ayer también ante el tribunal conformado por los doctores Darío Arguiano, Sergio Piñeda y Ana Servent, los testigos de la Defensa de Oscar y Eduardo Naya, cuyos patrocinadores son Gustavo Latorre y Francisco Romero.

En ese sentido, comparecieron el comerciante trelewense Ernesto Abad, el oficial subinspector Leonardo Pereyra y el suboficial mayor Jesús López, ambos del GEOP y los comisarios inspectores Miguel Gómez y Enrique Meza, todos miembros activos de la Policía de la provincia del Chubut.

Tanto Gómez como Meza, versaron sobre su experiencia en el conocimiento de armas y tiro y afirmaron que el fusil secuestrado con el que eventualmente se disparó el proyectil que segó la vida del joven Pires no es un arma de precisión sino de caza con una mira mediocre. En ese sentido, ambos destacaron que si ese fusil marca Mauser 1909 acertara un blanco a 795 metros (lugar más cercano al cuerpo de Emmanuel donde se encontró una vaina servida) sería algo excepcional.

La misma postura tomaron los policías Pereyra y López (éste último es el francotirador más avezado del GEOP), quien, asimismo, relataron las pruebas que llevaron a cabo en el lugar con la misma arma, la misma mira e idéntica cartuchería, informado que de los casi 50 disparos que efectuaron, ninguno acertó a la simulación del cuerpo de Puebla Pires, interpretado por un maniquí ubicado en el mismo lugar donde cayó herido de muerte éste, reafirmando lo expresado por el comisario Ansaldo horas antes.

Ansaldo

El jefe del área criminalística de la policía de Trelew, el comisario Cristian Ansaldo, que realizó completas pericias en el lugar que fueron avaladas de manera coincidente por el comisario general (RE) y Licenciado en Criminalística, Ladislao Aceves Albo en representación de los imputados Oscar y Eduardo Naya, aseveró que de las pruebas que se efectuaron con el arma secuestrada (un fusil Mauser) no se puede ver con nitidez ninguna figura y que, desde esa distancia, no se pudo dar con un blanco situado en el mismo lugar donde se hallaba el adolescente fallecido, a pesar que los disparos fueron hechos por expertos.

Ansaldo y Aceves coincidieron en que, desde el lugar donde estaba la víctima de espaldas al mar y el lugar desde donde habrían sido realizados los tres disparos a los dos guanacos, existe una distancia mínima de 795 metros. Los peritos creen que se realizaron los disparos desde allí teniendo en cuenta las huellas de la camioneta halladas en ese sector, el hallazgo de tres vainas servidas que según las pericias realizadas pertenecen al arma y desde donde salieron los únicos dos proyectiles existentes en la causa, uno extraído de uno de los guanacos y el otro de la humanidad de la víctima, prueba de ADN coincidente mediante.

Sería muy raro

Ambos peritos estuvieron de acuerdo además en que desde el lugar donde se realizaron los tres disparos, resulta muy difícil ver a los adolescentes y sus cuatriciclos. No obstante parados en el parante de la camioneta y sobre el techo del mismo vehículo es observable el casco que llevaba el joven, pero que resulta muy difícil dar en el blanco de haber tenido intenciones de hacerlo. Coincidieron en lo excepcional de esa posibilidad, por el mediano poder de fuego del fusil Mauser usado,la escasa calidad de la mira telescópica que sólo regula disparos hasta 200 metros y de los proyectiles usados. “Sería muy raro”, “es muy difícil”, “solo de manera excepcional”, fueron las categorías usadas por Ansaldo, Aceves y los otros testigos ante la reiterada pregunta realizada por las partes sobre si era posible dar desde allí en la humanidad del adolescente. “Realizamos entre 40 y 50 tiros, apuntando a un blanco simulado que representaba la posición de la víctima, y ninguno dio en el blanco”, coincidieron también en destacar. En esa zonay desde unos 200 metros del lugar donde se efectuaron los disparos, los peritos certificaron además el hallazgo de pisadas de los guanacos, rastros de sangre de los animales y las vísceras de los dos guanacos ultimados.

La fiscal general Mirta Moreno y el querellante Calos Villada intentaron definirla realización de los disparos de una zona más cercana a la víctima y sus amigos. Se referían al punto donde dijo el testigo Martín Demichelis que vio a la camioneta y a los dos cazadores, tras escuchar el zumbido de un disparo y ver caer a su amigo Emmanuel. Ese punto está a unos 200 metros y los adolescentes son perfectamente visibles. Las vainas que se hallaron allí pertenecen a otros cazadores, no fueron disparadas por el fusil que llevaban los imputados, son de otro calibre y estaban allí desde hacía mucho tiempo, concluyó Ansaldo y su equipo de peritos.

La fiscal general Moreno se refirió a otro punto del camino desde donde pudo haberse realizado el disparo. Es en el camino por el que regresaron los imputados en la Ford Ranger, distante unos100 metros más alejado del anterior. Pero fue la propia jueza Ana Servent la que aclaró que ese punto había sido señalado por los peritos porque resultó ser el más apto para levantar huellas de los neumáticos. Tampoco allí se encontraron evidencias.

Tras coincidir las partes en que no se convocaría a más testigos, luego de un cuarto intermedio y por lectura, se incorporaron más pruebas periciales. Se acordó en conjunto con los jueces, escucharse los alegatos el próximo sábado a partir de las 9.30.


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