Policía murió de un infarto al detener un acusado de violencia de género

La autopsia confirmó que el policía bonaerense que ayer falleció en Pilar tras acudir a un llamado al 911 y detener por presunta violencia de género a un hombre de nacionalidad peruana, murió de un infarto.

29 OCT 2015 - 15:26 | Actualizado

Así lo confirmaron los médicos forenses que practicaron esta mañana la autopsia al cadáver del teniente Carlos Alberto Equiaca (53), quien además tenía antecedentes cardíacos y diabetes.

Si bien ayer habían surgido versiones de que Equiaca había muerto en un forcejeo e incluso de un disparo, las fuentes aclararon hoy que nada de eso sucedió y que la autopsia confirmó que se trató de "una muerte natural".

El hecho ocurrió alrededor de las 14.30 de ayer en una vivienda de la calle San Jorge al 1000 de ese partido del norte del conurbano, donde el móvil 20062 del CPC Pilar arribó a raíz de un llamado al 911 por "confrontación familiar".

Equiaca y su compañero fueron atendidos por un joven que los disuadió y les dijo que no sucedía nada, por lo que los dos efectivos tomaron sus datos y se retiraron.

Los voceros explicaron que diez minutos más tarde, se recibió un nuevo llamado al 911 de ese domicilio, por lo que los mismos policías fueron enviados y se encontraron en la puerta del domicilio con una mujer de nacionalidad peruana llorando.

La denunciante les dijo a los policías que adentro estaba su ex concubino, que ya no vivía más allí porque le había sido infiel y que se quería llevar de la casa a los hijos de 3 y 7 años de la pareja y un vehículo de la familia.

Con permiso de la mujer, los dos policías ingresaron a la vivienda, el hombre les dijo que no se iba a retirar y se produjo una resistencia a la autoridad en la que los dos efectivos redujeron al presunto agresor.

El compañero de Equiaca fue quien esposó al sospechoso, ambos lo condujeron al asiento trasero del patrullero y el policía que luego falleció se quedó junto al móvil mientras el otro efectivo hablaba con la denunciante para explicarle cómo seguía el trámite judicial.

Un jefe policial explicó a Télam que en ese momento el detenido comenzó a gritar y a hacer disturbios dentro del móvil, por lo que Equiaca abrió la puerta para hablarle y tranquilizarlo, pero el hombre comenzó a lanzar patadas y el teniente cerró la puerta sin haber tenido contacto físico con el arrestado.

El otro policía le preguntó a Equiaca si estaba todo bien, ya que lo vio algo descompuesto, el suboficial balbuceó algunas palabras y se desmayó.

Una ambulancia trasladó al policía al hospital de Pilar y allí constataron que estaba fallecido pese a las maniobras de reanimación a las que lo habían sometido.

La causa, a cargo del fiscal Leonardo Loiterstein de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar fue caratulada como "muerte dudosa", pero la autopsia confirmó hoy que se trató de "un paro cardiorrespiratorio no traumátco".

Respecto a la pareja de peruanos, la mujer recibió asesoramiento y radicó una denuncia por violencia de género contra su ex pareja, y el hombre ya recuperó su libertad.

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29 OCT 2015 - 15:26

Así lo confirmaron los médicos forenses que practicaron esta mañana la autopsia al cadáver del teniente Carlos Alberto Equiaca (53), quien además tenía antecedentes cardíacos y diabetes.

Si bien ayer habían surgido versiones de que Equiaca había muerto en un forcejeo e incluso de un disparo, las fuentes aclararon hoy que nada de eso sucedió y que la autopsia confirmó que se trató de "una muerte natural".

El hecho ocurrió alrededor de las 14.30 de ayer en una vivienda de la calle San Jorge al 1000 de ese partido del norte del conurbano, donde el móvil 20062 del CPC Pilar arribó a raíz de un llamado al 911 por "confrontación familiar".

Equiaca y su compañero fueron atendidos por un joven que los disuadió y les dijo que no sucedía nada, por lo que los dos efectivos tomaron sus datos y se retiraron.

Los voceros explicaron que diez minutos más tarde, se recibió un nuevo llamado al 911 de ese domicilio, por lo que los mismos policías fueron enviados y se encontraron en la puerta del domicilio con una mujer de nacionalidad peruana llorando.

La denunciante les dijo a los policías que adentro estaba su ex concubino, que ya no vivía más allí porque le había sido infiel y que se quería llevar de la casa a los hijos de 3 y 7 años de la pareja y un vehículo de la familia.

Con permiso de la mujer, los dos policías ingresaron a la vivienda, el hombre les dijo que no se iba a retirar y se produjo una resistencia a la autoridad en la que los dos efectivos redujeron al presunto agresor.

El compañero de Equiaca fue quien esposó al sospechoso, ambos lo condujeron al asiento trasero del patrullero y el policía que luego falleció se quedó junto al móvil mientras el otro efectivo hablaba con la denunciante para explicarle cómo seguía el trámite judicial.

Un jefe policial explicó a Télam que en ese momento el detenido comenzó a gritar y a hacer disturbios dentro del móvil, por lo que Equiaca abrió la puerta para hablarle y tranquilizarlo, pero el hombre comenzó a lanzar patadas y el teniente cerró la puerta sin haber tenido contacto físico con el arrestado.

El otro policía le preguntó a Equiaca si estaba todo bien, ya que lo vio algo descompuesto, el suboficial balbuceó algunas palabras y se desmayó.

Una ambulancia trasladó al policía al hospital de Pilar y allí constataron que estaba fallecido pese a las maniobras de reanimación a las que lo habían sometido.

La causa, a cargo del fiscal Leonardo Loiterstein de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar fue caratulada como "muerte dudosa", pero la autopsia confirmó hoy que se trató de "un paro cardiorrespiratorio no traumátco".

Respecto a la pareja de peruanos, la mujer recibió asesoramiento y radicó una denuncia por violencia de género contra su ex pareja, y el hombre ya recuperó su libertad.


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