El contrapunto entre el gobernador Buzzi y el futuro jefe de gabinete, Víctor Cisterna, se constituyó en el primer tropiezo entre el Ejecutivo y el dasnevismo en lo que va de la transición, esa especie de pacto -entre quienes ahora tienen a su cargo el Estado y quienes los van a suceder- que busca, además de brindar un mensaje de tranquilidad a la sociedad, ordenar el cambio de manos del Poder.
Las declaraciones de uno y otro lado, tras varias reuniones sectoriales, mostraban un clima sin mayores tensiones hasta este jueves, pero todo se derrumbó a partir de afirmaciones del propio Buzzi que Cisterna salió a desmentir con los tapones de punta, al mejor estilo de los viejos zagueros del fútbol de ascenso.
Con el pago de sueldos de diciembre y aguinaldo puesto en duda por algunos sectores sindicales y también de la oposición, Buzzi dijo ese día que garantizaba “el primer tramo de gobernabilidad de la gestión que sigue; van a tener todos los elementos para afrontar” esas erogaciones, a lo que Cisterna respondió, un par de horas después, palmariamente: “Es un mentiroso”, referenció al gobernador y aclaró que desde Chubut Somos Todos ya afrontaban reuniones para conseguir metálico pues “Provincia no cuenta con los fondos” necesarios.
La última vez que dos gobiernos de distinto espacio político protagonizaron una transición no funge como antecedente esperanzador: fue cuando Lizurume le traspasó el cargo a Das Neves y éste, en los días previos, mandó a su tropa a retirarse de las charlas entre sectores, enojado con algunas posturas del entonces gobierno radical. No se puede, hasta ahora, hablar de una réplica de situaciones. Pero sí está claro que el intercambio de opiniones, ciertamente fuerte, aplica como alarma.
El nuevo gobierno
En paralelo, Mario Das Neves continúa con el armado de su equipo de trabajo. Lo primero que debe señalarse es que resulta significativa la ausencia casi total de repetición de nombres pues, salvo Walter Ñonquepán, que volverá al mismo lugar que dejó hace cuatro años atrás, y Víctor Cisterna, que formó parte de aquel doble mandato, hay –al menos en las nominaciones- un gran recambio, con la aparición además de gente muy joven en algunos cargos considerados clave aun cuando no tengan la exposición de reparticiones consideradas de mayor peso. En ese marco, y a modo de ejemplo, se puede señalar a María Victoria (“Mariví”) Das Neves, que no ocupará una cartera con rango ministerial pero cuyo peso específico en la próxima gestión no se animaría a discutir ningún dasnevista de paladar negro, más allá de los cargos.
Pero no es el único caso: Leticia Huichaqueo en Familia, Fernando Peralta en Derechos Humanos, Marcelo Suárez en Desarrollo Social y Germán Sahagún en la Casa del Chubut aparecen como claros ejemplos de esto.
Hay otros, como Víctor Cisterna en Coordinación de Gabinete y Cecilia Torrejón en Turismo que, como las frutas maduras, cayeron por su propio peso: ni bien Das Neves se postuló arrancaron como máximos aspirantes a los cargos que finalmente ocuparán, lógica pura. Línea en la que también se puede incluir a Sergio Bohe de Comodoro Rivadavia, acaso en un escalón inferior, en Hidrocarburos.
La apuesta fuerte de la semana, y quizás del propio gabinete, la dio Das Neves con el ofrecimiento a Jorge “Loma” Ávila a ocupar la titularidad de Petrominera. Los observadores lo plantean como una jugada riquelmeana, en términos futbolísticos, del próximo gobernador: cuando todos estaban pensando qué hacer, metió una asistencia como puñalada en el corazón del área rival, y desarmó las defensas.
Es que Ávila, con esto, quedó en medio de una encrucijada. Alineado con Buzzi en la elección territorial y el modelo kirchnerista a nivel Nacional, le cayó la pelota caliente que le pasó a Das Neves, con dos opciones muy marcadas: tirarla afuera y quedarse como espectador o definir frente al arco y trabajar para la empresa con la que su sector, claro, tiene la relación más estrecha.
Ávila formará parte de la gestión Das Neves porque aceptará el cargo. Así lo supo Jornada, aunque aún no se ha dado a conocer –oficialmente- la aceptación; y el propio líder petrolero ha sido cauto en sus declaraciones.
Indiscutible
Mario Das Neves no sólo ganó una elección, sino que ratificó lo que aún sin las urnas muchos consideraban: es el político más importante de la historia de la provincia desde el retorno a la democracia. Se peleó con el oficialismo nacional, se peleó con el oficialismo provincial, que además encabezó su otrora delfín, fue a las elecciones con candidatos que no colmaron las expectativas –en términos de caudal de votos- en distritos pesados y fue con boleta corta cuando su principal rival, Buzzi, se ató al candidato nacional con mayor intención de voto en cualquier encuesta. Tenía todo para perder y les ganó a todos.
Un párrafo aparte para la situación de salud del próximo gobernador. Su sector –él mismo, obvio- le bajó los decibles de forma notable, al punto que después de un inicio de semana movido en reuniones, anuncios y aparición en los medios, el miércoles su aparato de prensa anunció con un escueto comunicado de unas 30 palabras que sería operado este viernes, como sucedió. A eso le agregó un par de mensajes en la red social Twitter, que permite sólo 140 caracteres por posteo. Cero olas.
Y este viernes llegó la noticia más esperada para todo el dasnevismo: la operación en cuestión resultó un éxito y, según anunció su vocero –Gonzalo Carpintero- la situación llegó a lo que llaman Remisión Cero. En otras palabras, Das Neves ya no tiene células cancerígenas en su cuerpo. Está curado.
El contrapunto entre el gobernador Buzzi y el futuro jefe de gabinete, Víctor Cisterna, se constituyó en el primer tropiezo entre el Ejecutivo y el dasnevismo en lo que va de la transición, esa especie de pacto -entre quienes ahora tienen a su cargo el Estado y quienes los van a suceder- que busca, además de brindar un mensaje de tranquilidad a la sociedad, ordenar el cambio de manos del Poder.
Las declaraciones de uno y otro lado, tras varias reuniones sectoriales, mostraban un clima sin mayores tensiones hasta este jueves, pero todo se derrumbó a partir de afirmaciones del propio Buzzi que Cisterna salió a desmentir con los tapones de punta, al mejor estilo de los viejos zagueros del fútbol de ascenso.
Con el pago de sueldos de diciembre y aguinaldo puesto en duda por algunos sectores sindicales y también de la oposición, Buzzi dijo ese día que garantizaba “el primer tramo de gobernabilidad de la gestión que sigue; van a tener todos los elementos para afrontar” esas erogaciones, a lo que Cisterna respondió, un par de horas después, palmariamente: “Es un mentiroso”, referenció al gobernador y aclaró que desde Chubut Somos Todos ya afrontaban reuniones para conseguir metálico pues “Provincia no cuenta con los fondos” necesarios.
La última vez que dos gobiernos de distinto espacio político protagonizaron una transición no funge como antecedente esperanzador: fue cuando Lizurume le traspasó el cargo a Das Neves y éste, en los días previos, mandó a su tropa a retirarse de las charlas entre sectores, enojado con algunas posturas del entonces gobierno radical. No se puede, hasta ahora, hablar de una réplica de situaciones. Pero sí está claro que el intercambio de opiniones, ciertamente fuerte, aplica como alarma.
El nuevo gobierno
En paralelo, Mario Das Neves continúa con el armado de su equipo de trabajo. Lo primero que debe señalarse es que resulta significativa la ausencia casi total de repetición de nombres pues, salvo Walter Ñonquepán, que volverá al mismo lugar que dejó hace cuatro años atrás, y Víctor Cisterna, que formó parte de aquel doble mandato, hay –al menos en las nominaciones- un gran recambio, con la aparición además de gente muy joven en algunos cargos considerados clave aun cuando no tengan la exposición de reparticiones consideradas de mayor peso. En ese marco, y a modo de ejemplo, se puede señalar a María Victoria (“Mariví”) Das Neves, que no ocupará una cartera con rango ministerial pero cuyo peso específico en la próxima gestión no se animaría a discutir ningún dasnevista de paladar negro, más allá de los cargos.
Pero no es el único caso: Leticia Huichaqueo en Familia, Fernando Peralta en Derechos Humanos, Marcelo Suárez en Desarrollo Social y Germán Sahagún en la Casa del Chubut aparecen como claros ejemplos de esto.
Hay otros, como Víctor Cisterna en Coordinación de Gabinete y Cecilia Torrejón en Turismo que, como las frutas maduras, cayeron por su propio peso: ni bien Das Neves se postuló arrancaron como máximos aspirantes a los cargos que finalmente ocuparán, lógica pura. Línea en la que también se puede incluir a Sergio Bohe de Comodoro Rivadavia, acaso en un escalón inferior, en Hidrocarburos.
La apuesta fuerte de la semana, y quizás del propio gabinete, la dio Das Neves con el ofrecimiento a Jorge “Loma” Ávila a ocupar la titularidad de Petrominera. Los observadores lo plantean como una jugada riquelmeana, en términos futbolísticos, del próximo gobernador: cuando todos estaban pensando qué hacer, metió una asistencia como puñalada en el corazón del área rival, y desarmó las defensas.
Es que Ávila, con esto, quedó en medio de una encrucijada. Alineado con Buzzi en la elección territorial y el modelo kirchnerista a nivel Nacional, le cayó la pelota caliente que le pasó a Das Neves, con dos opciones muy marcadas: tirarla afuera y quedarse como espectador o definir frente al arco y trabajar para la empresa con la que su sector, claro, tiene la relación más estrecha.
Ávila formará parte de la gestión Das Neves porque aceptará el cargo. Así lo supo Jornada, aunque aún no se ha dado a conocer –oficialmente- la aceptación; y el propio líder petrolero ha sido cauto en sus declaraciones.
Indiscutible
Mario Das Neves no sólo ganó una elección, sino que ratificó lo que aún sin las urnas muchos consideraban: es el político más importante de la historia de la provincia desde el retorno a la democracia. Se peleó con el oficialismo nacional, se peleó con el oficialismo provincial, que además encabezó su otrora delfín, fue a las elecciones con candidatos que no colmaron las expectativas –en términos de caudal de votos- en distritos pesados y fue con boleta corta cuando su principal rival, Buzzi, se ató al candidato nacional con mayor intención de voto en cualquier encuesta. Tenía todo para perder y les ganó a todos.
Un párrafo aparte para la situación de salud del próximo gobernador. Su sector –él mismo, obvio- le bajó los decibles de forma notable, al punto que después de un inicio de semana movido en reuniones, anuncios y aparición en los medios, el miércoles su aparato de prensa anunció con un escueto comunicado de unas 30 palabras que sería operado este viernes, como sucedió. A eso le agregó un par de mensajes en la red social Twitter, que permite sólo 140 caracteres por posteo. Cero olas.
Y este viernes llegó la noticia más esperada para todo el dasnevismo: la operación en cuestión resultó un éxito y, según anunció su vocero –Gonzalo Carpintero- la situación llegó a lo que llaman Remisión Cero. En otras palabras, Das Neves ya no tiene células cancerígenas en su cuerpo. Está curado.