Bombardeos sauditas dejan 20 muertos en la capital de Yemen

En una nueva jornada de bombardeos aéreos de los aviones de Arabia Saudita, al menos 20 personas murieron, entre ellas mujeres y niños, y decenas resultaron heridas en un complejo turístico al sur de Sanaa, la capital de la devastada Yemen.

12 ENE 2016 - 13:24 | Actualizado

Los ataques aéreos destruyeron un balneario de agua termal en la zona de Sanhan, a 30 kilómetros al sur de la capital, y una mezquita cercana, según informó la agencia de noticias local Saba, en manos de los rebeldes hutíes desde marzo pasado cuando tomaron el control de la capital y de gran parte del país.

El dueño del balneario, Ahmed Saleh, contó a la agencia de noticias EFE que las autoridades rebeldes mandaron al lugar grúas para rescatar a víctimas y recuperar los cadáveres que quedaron atrapados en los escombros.

Mientras Saba informó de 20 muertos, Saleh aseguró que sólo vio 14 cadáveres, entre ellos los de cinco mujeres y cuatro niños.

Además de ser una zona turística, la zona de Sanhan es el lugar de nacimiento de del ex presidente yemení Alí Abdallah Saleh, el mandatario que fue derrocado por la llamada Primavera Árabe en 2012 y se exilió en Arabia Saudita, pero más tarde se alió con los enemigos de su sucesor, Abdo Rabu Mansur Hadi.

A finales de marzo pasado y tras el triunfo del movimiento rebelde hutí sobre gran parte del país más pobre del mundo árabe, Arabia Saudita, uno de los más férreos aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, armó una inédita coalición de 10 Estados árabes para restituir al presidente reconocido por la comunidad internacional, Hadi.

Desde entonces los bombardeos aéreos de la coalición regional y los combates en el terreno entre los rebeldes hutíes y sus aliados, y las tribus y las milicias pro Hadi convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla, con miles de muertos civiles y ciudades antiguas destruidas.

Como si esto no fuera suficiente, milicias islamistas radicales, como Al Qaeda y el Estado Islámico, ganaron fuerza en el terreno, alimentados por el caos, la violencia y la desesperación.

Según la ONU, alrededor de 2.800 civiles murieron desde marzo pasado y más de 5.300 resultaron heridos.

Por su parte, Unicef denunció hoy que al menos 747 niños han muerto y más de 1.100 sufrieron heridas por este conflicto.

Pese a que son muchos los grupos beligerantes que combaten dentro de Yemen, la ONU destacó en sus últimos informes que la mayoría de las víctimas civiles fueron causadas por los bombardeos aéreos sauditas.

Sin embargo, ni Naciones Unidas ni otro organismo internacional ha impulsado algún tipo de sanción contra la poderosa monarquía petrolera y uno de los aliados más importantes de Estados Unidos y Europa en Medio Oriente.

12 ENE 2016 - 13:24

Los ataques aéreos destruyeron un balneario de agua termal en la zona de Sanhan, a 30 kilómetros al sur de la capital, y una mezquita cercana, según informó la agencia de noticias local Saba, en manos de los rebeldes hutíes desde marzo pasado cuando tomaron el control de la capital y de gran parte del país.

El dueño del balneario, Ahmed Saleh, contó a la agencia de noticias EFE que las autoridades rebeldes mandaron al lugar grúas para rescatar a víctimas y recuperar los cadáveres que quedaron atrapados en los escombros.

Mientras Saba informó de 20 muertos, Saleh aseguró que sólo vio 14 cadáveres, entre ellos los de cinco mujeres y cuatro niños.

Además de ser una zona turística, la zona de Sanhan es el lugar de nacimiento de del ex presidente yemení Alí Abdallah Saleh, el mandatario que fue derrocado por la llamada Primavera Árabe en 2012 y se exilió en Arabia Saudita, pero más tarde se alió con los enemigos de su sucesor, Abdo Rabu Mansur Hadi.

A finales de marzo pasado y tras el triunfo del movimiento rebelde hutí sobre gran parte del país más pobre del mundo árabe, Arabia Saudita, uno de los más férreos aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, armó una inédita coalición de 10 Estados árabes para restituir al presidente reconocido por la comunidad internacional, Hadi.

Desde entonces los bombardeos aéreos de la coalición regional y los combates en el terreno entre los rebeldes hutíes y sus aliados, y las tribus y las milicias pro Hadi convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla, con miles de muertos civiles y ciudades antiguas destruidas.

Como si esto no fuera suficiente, milicias islamistas radicales, como Al Qaeda y el Estado Islámico, ganaron fuerza en el terreno, alimentados por el caos, la violencia y la desesperación.

Según la ONU, alrededor de 2.800 civiles murieron desde marzo pasado y más de 5.300 resultaron heridos.

Por su parte, Unicef denunció hoy que al menos 747 niños han muerto y más de 1.100 sufrieron heridas por este conflicto.

Pese a que son muchos los grupos beligerantes que combaten dentro de Yemen, la ONU destacó en sus últimos informes que la mayoría de las víctimas civiles fueron causadas por los bombardeos aéreos sauditas.

Sin embargo, ni Naciones Unidas ni otro organismo internacional ha impulsado algún tipo de sanción contra la poderosa monarquía petrolera y uno de los aliados más importantes de Estados Unidos y Europa en Medio Oriente.


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