Varios programas de estímulo a la producción llevados adelante desde el Estado nacional en los últimos años también mejoraron las condiciones de los productores llevando el precio por millón de BTU, la unidad de medida del fluido, de U$S 2,8 a U$S 7,5, es decir casi tres veces más, lo cual representó un aliciente para las empresas privadas.
Según un informe de la consultora Abeceb, referente al primer semestre del año pasado, "el gas natural presenta una mejora desde hace siete meses, pero se aceleró notablemente a partir de marzo (de 2015), y a junio, la extracción acumula un aumento de 3,5% con relación al mismo plazo del año anterior".
Al respecto, subrayó que "el crecimiento fue impulsado por YPF, que en el acumulado anual incrementó su producción de gas natural en un 14,2%".
En este marco, el aumento de la producción que posibilitó una baja en la dependencia de la importación, coincidió asimismo con una caída en el precio que Argentina le paga Bolivia por la compra de gas.
De acuerdo con información oficial del gobierno de Evo Morales, la Argentina pasó de pagar U$S 10,4 por millón de BTU en septiembre de 2014 a abonar apenas U$S 5,4 en noviembre del año pasado, es decir casi la mitad, como consecuencia del derrumbe del valor del petróleo crudo en los mercados internacionales.
Además, por primera vez el precio pagado a nivel interno para estimular la producción de gas, alcanzó a fines del año pasado una cifra superior a la empleada para ingresar el fluido del país vecino.
Del mismo modo, el valor del Gas Natural Licuado (GNL) siguió el mismo camino que el del fluido que llega desde Bolivia, y su precio al cabo de un año también cayó a la mitad, de U$S 14 a U$S 7, en tanto que también se ubicó por debajo del nivel del estímulo para los productores locales.
EL GNL fue una opción que comenzó a emplearse en 2008, como variante al gas comprado a Bolivia, y se trae en barcos que regasifican el combustible en terminales ubicadas en las localidades bonaerenses de Escobar y Bahía Blanca.
Si bien en los primeros años, el volumen importado, primero desde Venezuela, pero más tarde también de los Estados Unidos, fue importante, de 2014 a 2015 la cantidad ingresada al país cayó a casi la mitad.
De acuerdo con el economista Luciano Codeseira, "mayores flujos desde Bolivia y mejores niveles de extracción de gas natural" en el país posibilitaron esa ecuación.
Con ese panorama, Codeseira anticipó que 2015 cerraría "con una reducción del 29% respecto a los niveles del GNL importados durante el año pasado", y subrayó que "considerando una baja sustancial de lo pagado por cada metro cúbico de GNL, la cuenta total a pagar se estaría reduciendo a menos de la mitad de devengado en 2014".
Varios programas de estímulo a la producción llevados adelante desde el Estado nacional en los últimos años también mejoraron las condiciones de los productores llevando el precio por millón de BTU, la unidad de medida del fluido, de U$S 2,8 a U$S 7,5, es decir casi tres veces más, lo cual representó un aliciente para las empresas privadas.
Según un informe de la consultora Abeceb, referente al primer semestre del año pasado, "el gas natural presenta una mejora desde hace siete meses, pero se aceleró notablemente a partir de marzo (de 2015), y a junio, la extracción acumula un aumento de 3,5% con relación al mismo plazo del año anterior".
Al respecto, subrayó que "el crecimiento fue impulsado por YPF, que en el acumulado anual incrementó su producción de gas natural en un 14,2%".
En este marco, el aumento de la producción que posibilitó una baja en la dependencia de la importación, coincidió asimismo con una caída en el precio que Argentina le paga Bolivia por la compra de gas.
De acuerdo con información oficial del gobierno de Evo Morales, la Argentina pasó de pagar U$S 10,4 por millón de BTU en septiembre de 2014 a abonar apenas U$S 5,4 en noviembre del año pasado, es decir casi la mitad, como consecuencia del derrumbe del valor del petróleo crudo en los mercados internacionales.
Además, por primera vez el precio pagado a nivel interno para estimular la producción de gas, alcanzó a fines del año pasado una cifra superior a la empleada para ingresar el fluido del país vecino.
Del mismo modo, el valor del Gas Natural Licuado (GNL) siguió el mismo camino que el del fluido que llega desde Bolivia, y su precio al cabo de un año también cayó a la mitad, de U$S 14 a U$S 7, en tanto que también se ubicó por debajo del nivel del estímulo para los productores locales.
EL GNL fue una opción que comenzó a emplearse en 2008, como variante al gas comprado a Bolivia, y se trae en barcos que regasifican el combustible en terminales ubicadas en las localidades bonaerenses de Escobar y Bahía Blanca.
Si bien en los primeros años, el volumen importado, primero desde Venezuela, pero más tarde también de los Estados Unidos, fue importante, de 2014 a 2015 la cantidad ingresada al país cayó a casi la mitad.
De acuerdo con el economista Luciano Codeseira, "mayores flujos desde Bolivia y mejores niveles de extracción de gas natural" en el país posibilitaron esa ecuación.
Con ese panorama, Codeseira anticipó que 2015 cerraría "con una reducción del 29% respecto a los niveles del GNL importados durante el año pasado", y subrayó que "considerando una baja sustancial de lo pagado por cada metro cúbico de GNL, la cuenta total a pagar se estaría reduciendo a menos de la mitad de devengado en 2014".