La goleadora del partido fue la francesa Manon Houette, con 8 tantos, mientras que la máxima anotadora del equipo argentino fue Rocío Campigli, con 4.
A diferencia de los partidos ante Suecia y Holanda, en los cuales dejaron una excelente imagen pese a que perdieron, en esta oportunidad las argentinas tuvieron un rendimiento muy por debajo de lo esperado y las francesas no se lo perdonaron.
En el peor inicio en lo que va de sus tres presentaciones, las albicelestes fallaron mucho en ataque y carecieron de las ideas para romper el bloque defensivo de las europeas, que aprovecharon todos los errores de manejo del equipo argentino y facturaron por la vía del contraataque.
La pivote Antonella Mena, raspándose con las torres rivales, la desfachatez de la central mendocina Macarena Sans y varias atajadas de la arquera Valentina Kogan mantuvieron a la Argentina cerca en el marcador, pero todo se desmadró con una serie de exclusiones por dos minutos en contra, superioridad que las ‘Blues’ exprimieron al máximo para sacar una ventaja de once goles.
En la segunda parte, el entrenador de La Garra, Eduardo Peruchena, rotó todo el plantel y le dio minutos en cancha a todas las jugadoras para que sumen experiencia en este debut olímpico, incluida la central Elke Karsten, que ante Holanda se había resentido de una dolencia en la rodilla izquierda.
La mancha, en el marco de un partido que se quedó sellado en la primera media hora, se dio promediando el cuarto hora, cuando hinchas argentinos y brasileños se cruzaron al borde de las trompadas, lo cual obligó a la intervención de las fuerzas policiales para disipar el tumulto y calmar los ánimos.
Lo cierto es que durante la previa de cada encuentro y durante los mismos, los hinchas brasileños tienen como deporte y pasatiempo abuchear, silbar y cantar contra todo lo que se relacione con Argentina, cuyos hinchas entonan cantitos futboleros de pésimo gusto y que rozan la violencia verbal.
Sin embargo, al término del juego los hinchas argentinos se dedicaron a alentar al derrotado equipo albiceleste con un conmovedor apoyo que impactó a las propias jugadoras francesas, que se "prendieron" al momento con aplausos primero y bailando al son de los cánticos después, para terminar junto a sus colegas de La Garra sacándose selfies con el público, en una muestra de confraternidad habitual para este deporte pero no para lo acontecido previamente con los aficionados brasileños.
La goleadora del partido fue la francesa Manon Houette, con 8 tantos, mientras que la máxima anotadora del equipo argentino fue Rocío Campigli, con 4.
A diferencia de los partidos ante Suecia y Holanda, en los cuales dejaron una excelente imagen pese a que perdieron, en esta oportunidad las argentinas tuvieron un rendimiento muy por debajo de lo esperado y las francesas no se lo perdonaron.
En el peor inicio en lo que va de sus tres presentaciones, las albicelestes fallaron mucho en ataque y carecieron de las ideas para romper el bloque defensivo de las europeas, que aprovecharon todos los errores de manejo del equipo argentino y facturaron por la vía del contraataque.
La pivote Antonella Mena, raspándose con las torres rivales, la desfachatez de la central mendocina Macarena Sans y varias atajadas de la arquera Valentina Kogan mantuvieron a la Argentina cerca en el marcador, pero todo se desmadró con una serie de exclusiones por dos minutos en contra, superioridad que las ‘Blues’ exprimieron al máximo para sacar una ventaja de once goles.
En la segunda parte, el entrenador de La Garra, Eduardo Peruchena, rotó todo el plantel y le dio minutos en cancha a todas las jugadoras para que sumen experiencia en este debut olímpico, incluida la central Elke Karsten, que ante Holanda se había resentido de una dolencia en la rodilla izquierda.
La mancha, en el marco de un partido que se quedó sellado en la primera media hora, se dio promediando el cuarto hora, cuando hinchas argentinos y brasileños se cruzaron al borde de las trompadas, lo cual obligó a la intervención de las fuerzas policiales para disipar el tumulto y calmar los ánimos.
Lo cierto es que durante la previa de cada encuentro y durante los mismos, los hinchas brasileños tienen como deporte y pasatiempo abuchear, silbar y cantar contra todo lo que se relacione con Argentina, cuyos hinchas entonan cantitos futboleros de pésimo gusto y que rozan la violencia verbal.
Sin embargo, al término del juego los hinchas argentinos se dedicaron a alentar al derrotado equipo albiceleste con un conmovedor apoyo que impactó a las propias jugadoras francesas, que se "prendieron" al momento con aplausos primero y bailando al son de los cánticos después, para terminar junto a sus colegas de La Garra sacándose selfies con el público, en una muestra de confraternidad habitual para este deporte pero no para lo acontecido previamente con los aficionados brasileños.