Chiaraviglio necesitó dos saltos para pasar los 5.50 metros, la marca con que se inició la prueba, pero fracasó en los tres intentos que hizo en los 5.65, registro que, a ese momento, ya habían alcanzado cinco de los atletas que competían (a la postre los únicos que lo lograron y que pelearon por las medallas).
La actuación del santafesino de todos modos entró en la historia, al meterse -el sábado pasado, con 5.70 metros- en esta definición entre los mejores 12.
La prueba fue accidentada para el argentino: hizo un primer intento nulo, pero luego la competencia fue reprogramada por las malas condiciones climáticas y -con casi dos horas de retraso-, volvió a tener tres intentos en la marca inicial.
Luego, en su segundo salto por los 5.65, se le cruzó un asistente en la carrera y, además, la varilla estaba mal colocada, con lo que el santafesino reclamó ante los jueces y le permitieron repetir el intento. Pero no hubo caso: volvió a fallar en ese y en el siguiente turno y se despidió de Río 2016.
En este mismo escenario, y también bajo una intensa llovizna, el atleta argentino había ganado la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2007.
La medalla de oro fue para el brasileño Thiago Braz Da Silva, que dio el gran golpe: estableció un nuevo récord olímpico con 6.03 metros y dejó la plata para el gran favorito, el francés Renaud Lavillenie (récordman del mundo con 6.16 metros, campeón en Londres 2012 y mejor atleta del mundo en 2015), con 5.98. El bronce, finalmente, quedó en manos del estadounidense Sam Kendricks (5.85).
Chiaraviglio necesitó dos saltos para pasar los 5.50 metros, la marca con que se inició la prueba, pero fracasó en los tres intentos que hizo en los 5.65, registro que, a ese momento, ya habían alcanzado cinco de los atletas que competían (a la postre los únicos que lo lograron y que pelearon por las medallas).
La actuación del santafesino de todos modos entró en la historia, al meterse -el sábado pasado, con 5.70 metros- en esta definición entre los mejores 12.
La prueba fue accidentada para el argentino: hizo un primer intento nulo, pero luego la competencia fue reprogramada por las malas condiciones climáticas y -con casi dos horas de retraso-, volvió a tener tres intentos en la marca inicial.
Luego, en su segundo salto por los 5.65, se le cruzó un asistente en la carrera y, además, la varilla estaba mal colocada, con lo que el santafesino reclamó ante los jueces y le permitieron repetir el intento. Pero no hubo caso: volvió a fallar en ese y en el siguiente turno y se despidió de Río 2016.
En este mismo escenario, y también bajo una intensa llovizna, el atleta argentino había ganado la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2007.
La medalla de oro fue para el brasileño Thiago Braz Da Silva, que dio el gran golpe: estableció un nuevo récord olímpico con 6.03 metros y dejó la plata para el gran favorito, el francés Renaud Lavillenie (récordman del mundo con 6.16 metros, campeón en Londres 2012 y mejor atleta del mundo en 2015), con 5.98. El bronce, finalmente, quedó en manos del estadounidense Sam Kendricks (5.85).