Brasil, Lava Jato: el hijo del juez fallecido denunció amenazas

El hijo del fallecido Teori Zavascki, el juez de la corte que investigaba a funcionarios y parlamentarios en la Operación Lava Jato, denunció que su padre recibió amenazas de muerte vinculada al caso, sobre todo porque tenía que autorizar la delación de los ejecutivos corruptores de la empresa constructora Odebrecht.

23 ENE 2017 - 14:58 | Actualizado

"Hasta yo recibí amenazas por la Operación Lava Jato y las decisiones de mi padre. Amenazas leves y menos leves. Muchas por red social, por teléfono e e-mail. Se convirtieron las amenazas en rutina para nosotros", dijo Francisco Zavascki,

El juez del Supremo Tribunal Federal encargado de la Operación Lava Jato, el Petrolao que domina hace casi tres años la agenda brasileña, falleció al caer la avioneta en la que viajaba el viernes pasado en Paraty, sur del estado de Río de Janeiro.

La caída de la avioneta propiedad de un empresario propietario de la red hotelera Emiliano, levantó muchas hipótesis en Brasil, sobre todo porque la muerte del juez supremo se produjo 10 días antes de que él le diera luz verde a las delaciones premiadas de 77 ejecutivos de la Odebrecht.

Entre los involucrados en estas confesiones se encuentra el presidente Michel Temer, acusado de pedir y recibir en efectivo unos 10 millones de dólares por parte de Odebrecht para la campaña de su partido, el PMDB, en 2014 en San Pablo.

"Mi papá me decía que 2017 iba a ser más difícil que 2016 para Brasil porque había muchas personas poderosas en el expediente", dijo a la TV Globo el hijo del juez, también abogado.

El magistrado fue velado y sepultado en Porto Alegre el fin de semana, mientras que el centro de investigación de accidentes aeronáticos (Cenipa) de la Fuerza Aérea, comenzó hoy a analizar el contenido de la caja negra del avión.

En ese marco, la sucesión de Zavascki debe ser definida por Temer, pero la continuidad de la Operación Lava Jato debe ser responsabilidad de otro juez, elegido por la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Carmen Lúcia.

El diario O Estado de Sao Paulo reveló en exclusiva que Temer cenó el domingo con el juez del Supremo Tribunal Federal Gilmar Mendes, también titular del Supremo Tribunal Electoral, que debe juzgar al jefe del Estado sobre si su campaña como vice de Dilma Rousseff fue financiada en forma ilegal.

Si lo hace, Temer puede ser destituido.

Mendes viajó en el avión presidencial con Temer hace dos semanas a Portugal, a participar de los funerales del ex presidente portugués Mario Soares.

"Fue un encuentro de dos amigos de larga data", dijo un portavoz del Palacio del Planalto citado por la prensa local, en el marco de las elucubraciones sobre la continuidad de la Operación Lava Jato en la instancia superior, debido que para personas sin fueros el caso sigue en manos del juez Sergio Moro, advertido por el fallecido Zavascki por generar pruebas en forma ilegal al grabar y divulgar una charla de Dilma Rousseff y el ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva.

El encuentro fuera de agenda, en el Palacio do Jaburú, la residencia del vicepresidente que Temer sigue manteniendo como centro de diálogos políticos tras la destitución de Rousseff, el 31 de agosto pasado, levantó muchas suspicacias políticas.

Es que Temer debe reemplazar al fallecido Zavascki y su continuidad depende de un fallo de Mendes, un magistrado que fue abogado del gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso y está identificado con el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal soporte parlamentario de Temer.

La Orden de Abogados de Brasil (OAB) pidió a la presidenta de la corte acelerar la distribución del expediente criminal que estaba en manos de Zavascki, un juez a quien el líder del gobierno en el Senado, Romero Jucá, presidente en ejercicio del PMDB, calificó de "impenetrable" debido a que no se le podía llegar políticamente para hacer lobby.

Esta definición está grabada en el audio de Jucá con el corrupto confesto Sergio Machado, ex presidente de la estatal Transpetro, del PMDB, en la cual el senador pide la caída de Rousseff y llegada a la máxima corte para detener la Operación Lava Jato una vez que el Partido de los Trabajadores haya sido derrocado del poder.

La cúpula del PMDB en pleno está en la delación de Odebrecht en poder de la corte, entre ellos el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, quien aparece citado en la reunión de Temer con ejecutivos de Odebrecht sobre dinero para la campaña del partido.

En el funeral de Zavascki, el sábado, Padilha afirmó: "La muerte hará que tengamos, en relación a la Lava Jato, un poco más de tiempo para que las delaciones sean homologadas o no".

Padilha es uno de los principales colaboradores de Temer y se encuentra negociando el nombre del indicado por Temer para que el Senado -donde un tercio está siendo investigado o citado en la Operación Lava Jato- aprueben o no el pliego.

Así como comenzaron las teorías de las conspiraciones en torno a la caída del avión del juez en las aguas verdes de Paraty, han comenzado las versiones sobre los nombres.

El gobierno se divide entre un técnico y un político, y sobresale en esta última opción el afiliado al PSDB Alexandre de Moraes, ministro de Justicia que está enfrentando una crisis por las rebeliones y batallas en las cárceles.

Otra línea del gobierno está esperando que la corte defina al nuevo relator de la Operación Lava Jato para luego dar a conocer el nombre del elegido, teniendo en cuenta el rumbo que lleve la explosiva delación del grupo Odebrecht, que ya ha afectado las agendas judiciales y políticas de varios países de América Latina.

23 ENE 2017 - 14:58

"Hasta yo recibí amenazas por la Operación Lava Jato y las decisiones de mi padre. Amenazas leves y menos leves. Muchas por red social, por teléfono e e-mail. Se convirtieron las amenazas en rutina para nosotros", dijo Francisco Zavascki,

El juez del Supremo Tribunal Federal encargado de la Operación Lava Jato, el Petrolao que domina hace casi tres años la agenda brasileña, falleció al caer la avioneta en la que viajaba el viernes pasado en Paraty, sur del estado de Río de Janeiro.

La caída de la avioneta propiedad de un empresario propietario de la red hotelera Emiliano, levantó muchas hipótesis en Brasil, sobre todo porque la muerte del juez supremo se produjo 10 días antes de que él le diera luz verde a las delaciones premiadas de 77 ejecutivos de la Odebrecht.

Entre los involucrados en estas confesiones se encuentra el presidente Michel Temer, acusado de pedir y recibir en efectivo unos 10 millones de dólares por parte de Odebrecht para la campaña de su partido, el PMDB, en 2014 en San Pablo.

"Mi papá me decía que 2017 iba a ser más difícil que 2016 para Brasil porque había muchas personas poderosas en el expediente", dijo a la TV Globo el hijo del juez, también abogado.

El magistrado fue velado y sepultado en Porto Alegre el fin de semana, mientras que el centro de investigación de accidentes aeronáticos (Cenipa) de la Fuerza Aérea, comenzó hoy a analizar el contenido de la caja negra del avión.

En ese marco, la sucesión de Zavascki debe ser definida por Temer, pero la continuidad de la Operación Lava Jato debe ser responsabilidad de otro juez, elegido por la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Carmen Lúcia.

El diario O Estado de Sao Paulo reveló en exclusiva que Temer cenó el domingo con el juez del Supremo Tribunal Federal Gilmar Mendes, también titular del Supremo Tribunal Electoral, que debe juzgar al jefe del Estado sobre si su campaña como vice de Dilma Rousseff fue financiada en forma ilegal.

Si lo hace, Temer puede ser destituido.

Mendes viajó en el avión presidencial con Temer hace dos semanas a Portugal, a participar de los funerales del ex presidente portugués Mario Soares.

"Fue un encuentro de dos amigos de larga data", dijo un portavoz del Palacio del Planalto citado por la prensa local, en el marco de las elucubraciones sobre la continuidad de la Operación Lava Jato en la instancia superior, debido que para personas sin fueros el caso sigue en manos del juez Sergio Moro, advertido por el fallecido Zavascki por generar pruebas en forma ilegal al grabar y divulgar una charla de Dilma Rousseff y el ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva.

El encuentro fuera de agenda, en el Palacio do Jaburú, la residencia del vicepresidente que Temer sigue manteniendo como centro de diálogos políticos tras la destitución de Rousseff, el 31 de agosto pasado, levantó muchas suspicacias políticas.

Es que Temer debe reemplazar al fallecido Zavascki y su continuidad depende de un fallo de Mendes, un magistrado que fue abogado del gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso y está identificado con el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal soporte parlamentario de Temer.

La Orden de Abogados de Brasil (OAB) pidió a la presidenta de la corte acelerar la distribución del expediente criminal que estaba en manos de Zavascki, un juez a quien el líder del gobierno en el Senado, Romero Jucá, presidente en ejercicio del PMDB, calificó de "impenetrable" debido a que no se le podía llegar políticamente para hacer lobby.

Esta definición está grabada en el audio de Jucá con el corrupto confesto Sergio Machado, ex presidente de la estatal Transpetro, del PMDB, en la cual el senador pide la caída de Rousseff y llegada a la máxima corte para detener la Operación Lava Jato una vez que el Partido de los Trabajadores haya sido derrocado del poder.

La cúpula del PMDB en pleno está en la delación de Odebrecht en poder de la corte, entre ellos el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, quien aparece citado en la reunión de Temer con ejecutivos de Odebrecht sobre dinero para la campaña del partido.

En el funeral de Zavascki, el sábado, Padilha afirmó: "La muerte hará que tengamos, en relación a la Lava Jato, un poco más de tiempo para que las delaciones sean homologadas o no".

Padilha es uno de los principales colaboradores de Temer y se encuentra negociando el nombre del indicado por Temer para que el Senado -donde un tercio está siendo investigado o citado en la Operación Lava Jato- aprueben o no el pliego.

Así como comenzaron las teorías de las conspiraciones en torno a la caída del avión del juez en las aguas verdes de Paraty, han comenzado las versiones sobre los nombres.

El gobierno se divide entre un técnico y un político, y sobresale en esta última opción el afiliado al PSDB Alexandre de Moraes, ministro de Justicia que está enfrentando una crisis por las rebeliones y batallas en las cárceles.

Otra línea del gobierno está esperando que la corte defina al nuevo relator de la Operación Lava Jato para luego dar a conocer el nombre del elegido, teniendo en cuenta el rumbo que lleve la explosiva delación del grupo Odebrecht, que ya ha afectado las agendas judiciales y políticas de varios países de América Latina.


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