A través de un comunicado difundido esta mañana, los operarios informaron su decisión de levantar el acampe que mantenían desde los días posteriores al despido para resguardar la maquinaria existente en el predio que la firma ocupaba en el acceso sur a Trelew.
El comunicado difundido esta mañana dice "finalmente, el día llego. Esta lucha que emprendimos un puñado de compañeros de trabajo hace más de 150 días llego a su fin. Indignados por el desprecio y la mala fe de una multinacional que explotó los mejores años de nuestra vida, que nos engañó, que no pagó lo que correspondía por ley, que abusó de la buena fe de sus operarios, que vino a destruir una de las últimas fábricas emblemáticas de Trelew en forma arbitraria e intespestiva, sin importarle el contexto de desempleo que vivimos, que cerró sus puertas no por baja rentabilidad sino por estar en sintonía con las medidas de ajuste del gobierno nacional , que quieren castigar a la Patagonia y mantenerla de rodillas. Indignados por la burocracia sindical y su representación jurídica, que debían haber defendido los puestos de trabajo, pero decidió vendernos".
"Desde el 29 de mayo, cuando Pepsi, propiedad de Cervecería y Maltería Quilmes, dejó a medio centenar de familias en las calles de la noche a la mañana, hemos sentido el apoyo del pueblo trelewense y alrededores. Este apoyo dio un salto cuando decidimos iniciar el acampe en los portones de la planta, el 20 de junio" dice el comunicado y agradece el acompañamiento recibido "desde distintos puntos del país hemos recibido muestras de apoyo: desde Neuquén los obreros de Zanon no solo enviaron saludos sino que nos vinieron a visitar, desde Buenos Aires los trabajadores despedidos de Pepsico también lo hicieron, igual que compañeros de Coca Cola en Pompeya, petroleros y los trabajadores e investigadores de CENPAT-CONICET de Puerto Madryn, al igual que casi todas las agrupaciones políticas de la zona. Hemos recibido el acompañamiento de diversos artistas. Con el pueblo de Trelew fuimos partícipes de una movilización histórica el sábado 8 de julio y luego en dos festivales en los portones de la planta, que puso en las primeras planas que al ajuste del gobierno se lo puede y se lo debe enfrentar"
Tambioén asegura que "siempre nos manifestamos de forma pacífica. Solo acampamos en la vereda de la fábrica sin prohibirle el ingreso a nadie, mostrándole a la sociedad que es hora de alzar la vos, que no pueden haber más despidos sin luchas y que el pueblo debe decir basta. Este ajuste de las patronales y el gobierno arrasó hasta con la opción hacer explotados, ni siquiera eso han dejado".
Frente en alto
"Esta lucha trató de reivindicar el derecho a trabajar. Si bien mucho lo entendieron y nos vinieron a brindar su apoyo al acampe, otros nos veían como que estábamos dando lastima al costado de la ruta, como una molestia, o simplemente como parte del paisaje. A esas personas les decimos que la inactividad del hoy son las consecuencias del mañana, por suerte mucha gente joven lo comprendió".
Entre otras cuestiones aseguran "nosotros sabíamos que estábamos nadando contra la corriente, que un par de obreros no pueden de forma pacífica hacer frente a una multinacional. Pero la dignidad obrera es más fuerte y decidimos resistir. Por eso en el camino muchos compañeros desistieron por que sabían que nos íbamos con las manos vacias que teníamos una orden de desalojo, y una derrota inminente, así son las luchas por dignidad...solo dignidad...Los que quedamos decidimos llegar hasta el final con una fecha limite que nosotros nos propusimos ya con todas las fichas jugadas en la mesa"
"Estamos seguros que esta lucha servirá como un camino a los tiempos que se avecinan y estamos orgullosos de haberla dado. Por eso nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos" sostiene el comunicado.
A través de un comunicado difundido esta mañana, los operarios informaron su decisión de levantar el acampe que mantenían desde los días posteriores al despido para resguardar la maquinaria existente en el predio que la firma ocupaba en el acceso sur a Trelew.
El comunicado difundido esta mañana dice "finalmente, el día llego. Esta lucha que emprendimos un puñado de compañeros de trabajo hace más de 150 días llego a su fin. Indignados por el desprecio y la mala fe de una multinacional que explotó los mejores años de nuestra vida, que nos engañó, que no pagó lo que correspondía por ley, que abusó de la buena fe de sus operarios, que vino a destruir una de las últimas fábricas emblemáticas de Trelew en forma arbitraria e intespestiva, sin importarle el contexto de desempleo que vivimos, que cerró sus puertas no por baja rentabilidad sino por estar en sintonía con las medidas de ajuste del gobierno nacional , que quieren castigar a la Patagonia y mantenerla de rodillas. Indignados por la burocracia sindical y su representación jurídica, que debían haber defendido los puestos de trabajo, pero decidió vendernos".
"Desde el 29 de mayo, cuando Pepsi, propiedad de Cervecería y Maltería Quilmes, dejó a medio centenar de familias en las calles de la noche a la mañana, hemos sentido el apoyo del pueblo trelewense y alrededores. Este apoyo dio un salto cuando decidimos iniciar el acampe en los portones de la planta, el 20 de junio" dice el comunicado y agradece el acompañamiento recibido "desde distintos puntos del país hemos recibido muestras de apoyo: desde Neuquén los obreros de Zanon no solo enviaron saludos sino que nos vinieron a visitar, desde Buenos Aires los trabajadores despedidos de Pepsico también lo hicieron, igual que compañeros de Coca Cola en Pompeya, petroleros y los trabajadores e investigadores de CENPAT-CONICET de Puerto Madryn, al igual que casi todas las agrupaciones políticas de la zona. Hemos recibido el acompañamiento de diversos artistas. Con el pueblo de Trelew fuimos partícipes de una movilización histórica el sábado 8 de julio y luego en dos festivales en los portones de la planta, que puso en las primeras planas que al ajuste del gobierno se lo puede y se lo debe enfrentar"
Tambioén asegura que "siempre nos manifestamos de forma pacífica. Solo acampamos en la vereda de la fábrica sin prohibirle el ingreso a nadie, mostrándole a la sociedad que es hora de alzar la vos, que no pueden haber más despidos sin luchas y que el pueblo debe decir basta. Este ajuste de las patronales y el gobierno arrasó hasta con la opción hacer explotados, ni siquiera eso han dejado".
Frente en alto
"Esta lucha trató de reivindicar el derecho a trabajar. Si bien mucho lo entendieron y nos vinieron a brindar su apoyo al acampe, otros nos veían como que estábamos dando lastima al costado de la ruta, como una molestia, o simplemente como parte del paisaje. A esas personas les decimos que la inactividad del hoy son las consecuencias del mañana, por suerte mucha gente joven lo comprendió".
Entre otras cuestiones aseguran "nosotros sabíamos que estábamos nadando contra la corriente, que un par de obreros no pueden de forma pacífica hacer frente a una multinacional. Pero la dignidad obrera es más fuerte y decidimos resistir. Por eso en el camino muchos compañeros desistieron por que sabían que nos íbamos con las manos vacias que teníamos una orden de desalojo, y una derrota inminente, así son las luchas por dignidad...solo dignidad...Los que quedamos decidimos llegar hasta el final con una fecha limite que nosotros nos propusimos ya con todas las fichas jugadas en la mesa"
"Estamos seguros que esta lucha servirá como un camino a los tiempos que se avecinan y estamos orgullosos de haberla dado. Por eso nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos" sostiene el comunicado.