Según una encuesta de la empresa GfK publicada hoy en el diario La República, sólo el 19% de los consultados cree que la salida de Fujimori de la cárcel, donde purgaba una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, fue "por razones humanitarias debido a su estado de salud", como sostiene el gobierno.
Kuczynski indultó a Fujimori en plena Nochebuena, tres días después de que una decena de congresistas liderados por Kenji Fujimori, hijo menor del ex presidente, lo salvara de ser destituido por el Congreso en un caso de corrupción.
El rumor que se impuso entre la opinión pública es que Kenji Fujimori garantizó los votos que necesitaba el presidente a cambio del indulto a su padre.
En ese contexto de falta de confianza a la versión oficial, el 50% de los peruanos está de acuerdo con que Kuczynski haya indultado a Fujimori, mientras que el 49% se opone.
Una decisión que ahondará la "grieta" peruana
Además, el 61% de los encuestados piensa que el indulto dividirá más al país, mientras que un 33% sostiene que contribuirá a la reconciliación, como defendió Kuczynski cuando anunció su decisión a horas de festejar la Navidad.
La encuesta se realizó entre el 22 y 24 de enero a 1.293 personas adultas de todo el país, tanto en áreas urbanas como rurales, según informó la agencia de noticias EFE.
Fujimori fue indultado por Kuczynski por supuestamente padecer una enfermedad grave y degenerativa que se agrava por las condiciones carcelarias, aunque la resolución no especificó cuál es exactamente y se limitó a enumerar algunos males crónicos.
El indulto a Fujimori será tratado el próximo viernes por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La posición oficial de este órgano es que los crímenes de lesa humanidad no debe ser indultados.
En 2009, Fujimori fue condenado como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina y por el secuestro de un empresario y un periodista en 1992, después del autogolpe de Estado que dio el 5 de abril de ese año.
Según una encuesta de la empresa GfK publicada hoy en el diario La República, sólo el 19% de los consultados cree que la salida de Fujimori de la cárcel, donde purgaba una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, fue "por razones humanitarias debido a su estado de salud", como sostiene el gobierno.
Kuczynski indultó a Fujimori en plena Nochebuena, tres días después de que una decena de congresistas liderados por Kenji Fujimori, hijo menor del ex presidente, lo salvara de ser destituido por el Congreso en un caso de corrupción.
El rumor que se impuso entre la opinión pública es que Kenji Fujimori garantizó los votos que necesitaba el presidente a cambio del indulto a su padre.
En ese contexto de falta de confianza a la versión oficial, el 50% de los peruanos está de acuerdo con que Kuczynski haya indultado a Fujimori, mientras que el 49% se opone.
Una decisión que ahondará la "grieta" peruana
Además, el 61% de los encuestados piensa que el indulto dividirá más al país, mientras que un 33% sostiene que contribuirá a la reconciliación, como defendió Kuczynski cuando anunció su decisión a horas de festejar la Navidad.
La encuesta se realizó entre el 22 y 24 de enero a 1.293 personas adultas de todo el país, tanto en áreas urbanas como rurales, según informó la agencia de noticias EFE.
Fujimori fue indultado por Kuczynski por supuestamente padecer una enfermedad grave y degenerativa que se agrava por las condiciones carcelarias, aunque la resolución no especificó cuál es exactamente y se limitó a enumerar algunos males crónicos.
El indulto a Fujimori será tratado el próximo viernes por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La posición oficial de este órgano es que los crímenes de lesa humanidad no debe ser indultados.
En 2009, Fujimori fue condenado como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina y por el secuestro de un empresario y un periodista en 1992, después del autogolpe de Estado que dio el 5 de abril de ese año.