Femicida acusado: cuatro meses de prisión para Gustavo Cervera

La fiscal detalló los hechos: ingresó por una ventana, la golpeó, la asfixió con un lazo y la prendió fuego.

Momentos en que el exmarido de Arrieta, era llevado a tribunales. (Gentileza: Marcelo Vidal)
06 FEB 2018 - 21:29 | Actualizado

Por el asesinato de María Soledad Arrieta, la mujer que apareció estrangulada y quemada en Comodoro Rivadavia,  ayer declaró la expareja. Dijo que ella profesaba la religión Umbanda y que se encontraba amenazada por miembros de una secta. Ayer Gustavo Cervera (40), trabajador petrolero y presunto autor material del resonante caso de femicidio, fue imputado en una extensa audiencia de control realizada en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia.
Al declarar sin la presencia de público por afectarse detalles de convivencia familiar que involucran a menores y asistido por la defensora pública Lilian Bórquez, Cervera se declaró inocente. Ese día dijo haber regreso del trabajo alrededor de las 21 y tras cenar con sus hijos, compartieron un paseo en una plaza cercana. A su regreso a la vivienda, reconoció haber observado portones abiertos por lo que decidió llamar a la policía suponiendo un robo y en el medio, equivocadamente, haberse comunicado con familiares de su ex.
También agregó un dato significativo: expresó que Arrieta profesaba la religión Umbanda junto a su pareja actual y que había mantenido diferencias con mujeres de otro templo, inclusive con amenazas de por medio. La defensa objetará la legalidad del proceso y también intentará impugnar la medida de caución por entender que la detención y el interrogatorio posterior no fue legal. Mientras tanto, Cervera permanecerá alojado en un pabellón de la Alcaidía Policial.
En una exposición de casi dos horas, la fiscal María Laura Blanco reveló espeluznantes detalles del hecho, ocurrido en Juan Manuel de Rosas casi Antonio Ostoich en el barrio Abel Amaya entre la 1.30 y las 2 de la madrugada del pasado martes.

Detalles escalofriantes

 Arrieta fue encerrada en la habitación mientras agonizaba, producto del fuego provocado y estrangulada previamente con un cable de acero utilizado habitualmente en los sistemas de frenos de las bicicletas.
Aunque los tres hijos de la pareja se encontraban en el lugar al momento de la llegada de los efectivos policiales, no habrían presenciado la agresión sufrida por su madre por encontrarse con su progenitor. Y esta situación de ser ratificada en la declaración que prestarán en Cámara Gesell podría dar un vuelco a la investigación.
Arrieta se encontraba con vida al momento de desatarse el fuego en un colchón de dos plazas localizado en un quincho existente en los fondos de la vivienda; tenía gran parte de su cuerpo quemado, producto de lo que los investigadores plantean como una combustión “rápida” por la utilización de material inflamable (thinner, alcohol y ácido para limpieza).
Se estableció que a pesar de la conflictiva relación que determinó la separación de la pareja, no se habían realizado denuncias anteriores aunque a juzgar por testimonios de familiares, se estableció que las discusiones eran repetidas y constantes, lo cual no transforma al acusado en un asesino. Cervera residía en una vivienda ubicada en frente de la propiedad mientras que la mujer, utilizaba un quincho ubicado en la parte posterior del mismo terreno. Si bien Arrieta mantenía una nueva relación, había decidido seguir viviendo con sus hijos, considerando la “cercanía” que estos mantenían con su padre quien ayer admitió las discusiones pero las vinculó a cuestiones de crianza de los menores y no a aspectos propios de pareja, según reprodujo parte de un comunicado del Ministerio Público Fiscal.#

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Momentos en que el exmarido de Arrieta, era llevado a tribunales. (Gentileza: Marcelo Vidal)
06 FEB 2018 - 21:29

Por el asesinato de María Soledad Arrieta, la mujer que apareció estrangulada y quemada en Comodoro Rivadavia,  ayer declaró la expareja. Dijo que ella profesaba la religión Umbanda y que se encontraba amenazada por miembros de una secta. Ayer Gustavo Cervera (40), trabajador petrolero y presunto autor material del resonante caso de femicidio, fue imputado en una extensa audiencia de control realizada en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia.
Al declarar sin la presencia de público por afectarse detalles de convivencia familiar que involucran a menores y asistido por la defensora pública Lilian Bórquez, Cervera se declaró inocente. Ese día dijo haber regreso del trabajo alrededor de las 21 y tras cenar con sus hijos, compartieron un paseo en una plaza cercana. A su regreso a la vivienda, reconoció haber observado portones abiertos por lo que decidió llamar a la policía suponiendo un robo y en el medio, equivocadamente, haberse comunicado con familiares de su ex.
También agregó un dato significativo: expresó que Arrieta profesaba la religión Umbanda junto a su pareja actual y que había mantenido diferencias con mujeres de otro templo, inclusive con amenazas de por medio. La defensa objetará la legalidad del proceso y también intentará impugnar la medida de caución por entender que la detención y el interrogatorio posterior no fue legal. Mientras tanto, Cervera permanecerá alojado en un pabellón de la Alcaidía Policial.
En una exposición de casi dos horas, la fiscal María Laura Blanco reveló espeluznantes detalles del hecho, ocurrido en Juan Manuel de Rosas casi Antonio Ostoich en el barrio Abel Amaya entre la 1.30 y las 2 de la madrugada del pasado martes.

Detalles escalofriantes

 Arrieta fue encerrada en la habitación mientras agonizaba, producto del fuego provocado y estrangulada previamente con un cable de acero utilizado habitualmente en los sistemas de frenos de las bicicletas.
Aunque los tres hijos de la pareja se encontraban en el lugar al momento de la llegada de los efectivos policiales, no habrían presenciado la agresión sufrida por su madre por encontrarse con su progenitor. Y esta situación de ser ratificada en la declaración que prestarán en Cámara Gesell podría dar un vuelco a la investigación.
Arrieta se encontraba con vida al momento de desatarse el fuego en un colchón de dos plazas localizado en un quincho existente en los fondos de la vivienda; tenía gran parte de su cuerpo quemado, producto de lo que los investigadores plantean como una combustión “rápida” por la utilización de material inflamable (thinner, alcohol y ácido para limpieza).
Se estableció que a pesar de la conflictiva relación que determinó la separación de la pareja, no se habían realizado denuncias anteriores aunque a juzgar por testimonios de familiares, se estableció que las discusiones eran repetidas y constantes, lo cual no transforma al acusado en un asesino. Cervera residía en una vivienda ubicada en frente de la propiedad mientras que la mujer, utilizaba un quincho ubicado en la parte posterior del mismo terreno. Si bien Arrieta mantenía una nueva relación, había decidido seguir viviendo con sus hijos, considerando la “cercanía” que estos mantenían con su padre quien ayer admitió las discusiones pero las vinculó a cuestiones de crianza de los menores y no a aspectos propios de pareja, según reprodujo parte de un comunicado del Ministerio Público Fiscal.#


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