El hombre, de 36 años, se presentó el viernes pasado en sede policial y relató lo que su hija le contó horas antes en medio de una crisis de llanto y nervios.
Según le contó la adolescente, ella salió del edificio del Bachillerato Humanista cuando había terminado la jornada escolar y con un grupo de compañeros se fueron hasta la plaza Güemes, que está ubicada frente a la Legislatura Provincial.
Allí, sobre un sector cercano a la calle Mitre, comenzaron a compartir bebidas alcohólicas, entre charlas y risas.
Al rato (no habría especificado cuánto tiempo) se sumó otro grupo de jóvenes, mientras algunos de los chicos que habían llegado en un primer momento se retiraron.
En determinado momento alguien del grupo le habría acercado a la adolescente una botella de cerveza que habría contenido otra bebida, probablemente vodka mezclado con algún jugo.
Pasaron los minutos y, según contó ella, en determinado momento sintió que ya no tenía fuerzas ni podía mantenerse en pie. Así habría perdido el conocimiento.
Cuando logró recuperarse, se encontró en la esquina de Zuviría y Alsina, a unas cuatro cuadras del lugar donde había estado compartiendo con sus compañeros de colegio y otro grupo de chicos.
Al volver en sí descubrió que tenía un fuerte dolor en su zona genital. Intentó llamar a sus padres, pero entonces también se dio cuenta que ya no tenía su teléfono celular.
Aún débil y con un dolor que trascendía lo corporal, logró ponerse en pie y regresó a su casa.
Allí les relató en detalle a sus padres lo que había sucedido en pleno centro de la ciudad, en una zona muy transitada y controlada por el sistema de videovigilancia.
Fue el padre quien se dirigió hasta la Policía más cercana a su casa y radicó una denuncia que ahora es materia de investigación judicial y policial.
Con la descripción realizada por el padre de la menor, la Policía estuvo trabajando en los últimos días para reconstruir lo sucedido en la plaza y también cómo llegó ella hasta la esquina de Zuviría y Alsina.
Para ello podrían ser entrevistados algunos de los jóvenes que, según la adolescente, estuvieron con ella en la plaza.
Una información que será clave es la que los investigadores esperan obtener al revisar las cámaras de videovigilancia que existen en esa parte de la ciudad.
"Hay varias cámaras de seguridad en toda la zona por donde ella relató que estuvo, por lo cual los investigadores están revisando las filmaciones", explicó al diario El Tribuno una fuente cercana a la fuerza de seguridad provincial.
El hombre, de 36 años, se presentó el viernes pasado en sede policial y relató lo que su hija le contó horas antes en medio de una crisis de llanto y nervios.
Según le contó la adolescente, ella salió del edificio del Bachillerato Humanista cuando había terminado la jornada escolar y con un grupo de compañeros se fueron hasta la plaza Güemes, que está ubicada frente a la Legislatura Provincial.
Allí, sobre un sector cercano a la calle Mitre, comenzaron a compartir bebidas alcohólicas, entre charlas y risas.
Al rato (no habría especificado cuánto tiempo) se sumó otro grupo de jóvenes, mientras algunos de los chicos que habían llegado en un primer momento se retiraron.
En determinado momento alguien del grupo le habría acercado a la adolescente una botella de cerveza que habría contenido otra bebida, probablemente vodka mezclado con algún jugo.
Pasaron los minutos y, según contó ella, en determinado momento sintió que ya no tenía fuerzas ni podía mantenerse en pie. Así habría perdido el conocimiento.
Cuando logró recuperarse, se encontró en la esquina de Zuviría y Alsina, a unas cuatro cuadras del lugar donde había estado compartiendo con sus compañeros de colegio y otro grupo de chicos.
Al volver en sí descubrió que tenía un fuerte dolor en su zona genital. Intentó llamar a sus padres, pero entonces también se dio cuenta que ya no tenía su teléfono celular.
Aún débil y con un dolor que trascendía lo corporal, logró ponerse en pie y regresó a su casa.
Allí les relató en detalle a sus padres lo que había sucedido en pleno centro de la ciudad, en una zona muy transitada y controlada por el sistema de videovigilancia.
Fue el padre quien se dirigió hasta la Policía más cercana a su casa y radicó una denuncia que ahora es materia de investigación judicial y policial.
Con la descripción realizada por el padre de la menor, la Policía estuvo trabajando en los últimos días para reconstruir lo sucedido en la plaza y también cómo llegó ella hasta la esquina de Zuviría y Alsina.
Para ello podrían ser entrevistados algunos de los jóvenes que, según la adolescente, estuvieron con ella en la plaza.
Una información que será clave es la que los investigadores esperan obtener al revisar las cámaras de videovigilancia que existen en esa parte de la ciudad.
"Hay varias cámaras de seguridad en toda la zona por donde ella relató que estuvo, por lo cual los investigadores están revisando las filmaciones", explicó al diario El Tribuno una fuente cercana a la fuerza de seguridad provincial.