Peligra el pase a River de “Flor” Fernández
Es una de las futbolistas más destacadas de Chubut. El “Millonario” quiere ficharla pero no le garantiza viáticos ni alojamiento. Deberá trabajar para subsistir, hecho que la perjudicará al máximo nivel. “Jugar en un club así es mi sueño”, le dijo la jugadora a Jornada. La estructura del fútbol femenino vuelve a fallar.
El frágil esquema del fútbol femenino en la Argentina pone en riesgo los sueños de miles de jugadoras que sueñan con la gloria.En este caso, quien sufre la falta de una estructura apropiada es Florencia Fernández, sobresaliente jugadora del ámbito local.
La delantera portuaria superó a inicios de año una prueba en River, vigente campeón del torneo de AFA.
Sin embargo, en Buenos Aires no le garantizan alojamiento ni viáticos. Deberá conseguir un trabajo para sostenerse en Capital Federal, hecho que limitará su potencial.
“Jugar en un club así es mi sueño. Además, soy hincha de River. Es la oportunidad que siempre quise”, le relató Fernández a Jornada.
Los hechos
Fernández dista de ser una jugadora de relleno en la Liga del Valle. Dueña de una gambeta y de una velocidad únicas, posee siete títulos liguistas. El más reciente se consumó el domingo pasado, con los colores de J.J. Moreno de Puerto Madryn.
Goleadora insaciable, también se ha lucido en la selección femenina de la Liga del Valle.
En el Nacional del año pasado, disputado en diciembre en el noreste de Chubut, Fernández se erigió en una referencia ofensiva indiscutible del combinado local. Por citar un caso, marcó un gol y gestó otro en el triunfo por 2-1 ante Concordia.
La prueba y la dificultad
A inicios de año, “Flor” se probó en River, uno de los cuatro equipos de mayor renombre del torneo de AFA, junto a Boca, UAI y San Lorenzo.
Tras una semana de prueba, recibió la noticia soñada. Debía presentarse a mediados de año para una nueva evaluación, un formalismo para ser fichada en el “Millonario”.
Sin embargo, la realidad en Buenos Aires promete no ser sencilla. El club no le garantiza viáticos ni alojamiento. Deberá trabajar de sol a sol para poder subsistir, hecho que le ocasionará un desgaste físico y mental inapropiado para la competencia al máximo nivel del país.
La delantera de Puerto Madryn dará una indudable ventaja. En ese contexto, el desarrollo de su potencial futbolístico se verá perjudicado por la necesidad de sostenerse económicamente a 1.400 kilómetros de su hogar.
La estructura falla
Este hecho denota que el fútbol femenino en Buenos Aires no está preparado para recibir a las jugadoras del Interior del país, como sucede con los jóvenes varones del Interior que van a probar suerte a Buenos Aires.
Es llamativo que el “Millonario”, uno de los clubes insignia de Argentina y América, presente esta falencia. Es, además, se repite, el campeón actual. A la luz de estos acontecimientos, Ricardo Pinela, jefe de la comisión de fútbol femenino de AFA, vuelve a brillar por su ausencia.
Durante la Copa América Femenina de Chile, las jugadoras de la Selección posaron en una foto icónica que se convirtió en un símbolo. Cada una posó con una mano en el oído derecho. “Queremos ser escuchadas”, fue el lema que acompañó ese momento. La escena fue replicada por equipos de todo el país. Pidieron ni respeto.
Los sueños, sueños son. Están para ser cumplidos. Las falencias estructurales que no sanan no pueden ni deben consumir las esperanzas de Florencia Fernández ni de ninguna otra jugadora que aspire a soñar en grande.
El frágil esquema del fútbol femenino en la Argentina pone en riesgo los sueños de miles de jugadoras que sueñan con la gloria.En este caso, quien sufre la falta de una estructura apropiada es Florencia Fernández, sobresaliente jugadora del ámbito local.
La delantera portuaria superó a inicios de año una prueba en River, vigente campeón del torneo de AFA.
Sin embargo, en Buenos Aires no le garantizan alojamiento ni viáticos. Deberá conseguir un trabajo para sostenerse en Capital Federal, hecho que limitará su potencial.
“Jugar en un club así es mi sueño. Además, soy hincha de River. Es la oportunidad que siempre quise”, le relató Fernández a Jornada.
Los hechos
Fernández dista de ser una jugadora de relleno en la Liga del Valle. Dueña de una gambeta y de una velocidad únicas, posee siete títulos liguistas. El más reciente se consumó el domingo pasado, con los colores de J.J. Moreno de Puerto Madryn.
Goleadora insaciable, también se ha lucido en la selección femenina de la Liga del Valle.
En el Nacional del año pasado, disputado en diciembre en el noreste de Chubut, Fernández se erigió en una referencia ofensiva indiscutible del combinado local. Por citar un caso, marcó un gol y gestó otro en el triunfo por 2-1 ante Concordia.
La prueba y la dificultad
A inicios de año, “Flor” se probó en River, uno de los cuatro equipos de mayor renombre del torneo de AFA, junto a Boca, UAI y San Lorenzo.
Tras una semana de prueba, recibió la noticia soñada. Debía presentarse a mediados de año para una nueva evaluación, un formalismo para ser fichada en el “Millonario”.
Sin embargo, la realidad en Buenos Aires promete no ser sencilla. El club no le garantiza viáticos ni alojamiento. Deberá trabajar de sol a sol para poder subsistir, hecho que le ocasionará un desgaste físico y mental inapropiado para la competencia al máximo nivel del país.
La delantera de Puerto Madryn dará una indudable ventaja. En ese contexto, el desarrollo de su potencial futbolístico se verá perjudicado por la necesidad de sostenerse económicamente a 1.400 kilómetros de su hogar.
La estructura falla
Este hecho denota que el fútbol femenino en Buenos Aires no está preparado para recibir a las jugadoras del Interior del país, como sucede con los jóvenes varones del Interior que van a probar suerte a Buenos Aires.
Es llamativo que el “Millonario”, uno de los clubes insignia de Argentina y América, presente esta falencia. Es, además, se repite, el campeón actual. A la luz de estos acontecimientos, Ricardo Pinela, jefe de la comisión de fútbol femenino de AFA, vuelve a brillar por su ausencia.
Durante la Copa América Femenina de Chile, las jugadoras de la Selección posaron en una foto icónica que se convirtió en un símbolo. Cada una posó con una mano en el oído derecho. “Queremos ser escuchadas”, fue el lema que acompañó ese momento. La escena fue replicada por equipos de todo el país. Pidieron ni respeto.
Los sueños, sueños son. Están para ser cumplidos. Las falencias estructurales que no sanan no pueden ni deben consumir las esperanzas de Florencia Fernández ni de ninguna otra jugadora que aspire a soñar en grande.