El “Rojinegro” logró una leve ventaja
En un encuentro intenso y equilibrado, Independiente derrotó por 2-1 a La Ribera, en el inicio de los cuartos de final del campeonato. Micael Barreda conquistó los dos tantos del vencedor, mientras que Matías Canario anotó el gol visitante. En diez días, se disputa la revancha en El Tehuelche capitalino.
Independiente logró una pequeña ventaja en el inicio de la serie de cuartos de final del Clausura de la Liga del Valle ante La Ribera. En el CeDeTre, por el encuentro de ida de la llave, el “Rojinegro” venció al “Canario” por 2-1.
Salvo escasas excepciones, la historia reciente de las llaves eliminatorias de los torneos de Primera indica que la paridad entre los equipos es absoluta.
Eso se reflejó ayer, en un encuentro entre el club con el tercer mejor promedio, La Ribera y el conjunto con el antepenúltimo coeficiente, Independiente.
El desarrollo del cotejo se caracterizó por ser equilibrado e intenso. Ninguno de los contendientes logró imponerse a su rival de forma sostenida. La diferencia de promedios entre ambos equipos, no quedó evidenciada en el campo de juego.
De hecho, quien abrió el marcador a los 14 minutos fue Independiente. Tras una exquisita jugada combinada, Micael Barreda concretó el primer gol de la velada.
El furor fue efímero. Seis minutos después, el elenco dirigido por Mario Williams conquistó la paridad en el tanteador. Una mano evitable de Lautaro Dimol dentro de su área fue observada por Hugo Jaramillo, quien sin vacilar un segundo sancionó el tiro penal. Matías Canario, sin misericordia, con un remate potente centrado, estampó la igualdad.
Los compases posteriores mostraron una dinámica intensa, pero imprecisa. Los esquemas ofensivos de ambos clubes naufragaban ante las defensas.
En tiempo de descuento, tras una imprudente acción en el área ribereña, fue derribado un atacante del “Rojinegro”. Ante la evidente infracción, Jaramillo no tuvo más remedio que sancionar una nueva pena máxima. Barreda, con un remate elevado a la izquierda del arquero Ismael, concretó el segundo gol.
En el segundo tiempo, el contexto no se modificó. Reinó el vértigo, acompañado por imprecisiones en ataque. La única ocasión de gol nítida de la etapa final ocurrió a los 20 minutos, ocasión en la que Canario intentó doblegar con creatividad al golero Agustín Mellado.
Sin embargo, cuando el balón se encontraba en la línea de gol, Matías Tissera, de modo providencial, evitó el segundo empate visitante con una maniobra acrobática
El partido se diluyó bajo la dinámica intensa citada. Solo hubo espacio para una expulsión por bando. A los 35, por exceso verbal, Christian Salinas sufrió la primera roja de la jornada. En tiempo de descuento, Darío Calfinao recibió el otro cartón rojo por doble amonestación. Así quedó configurado el contexto para el encuentro de vuelta, que tiene aroma a ser tan equilibrado como la pieza observada ayer.
Independiente logró una pequeña ventaja en el inicio de la serie de cuartos de final del Clausura de la Liga del Valle ante La Ribera. En el CeDeTre, por el encuentro de ida de la llave, el “Rojinegro” venció al “Canario” por 2-1.
Salvo escasas excepciones, la historia reciente de las llaves eliminatorias de los torneos de Primera indica que la paridad entre los equipos es absoluta.
Eso se reflejó ayer, en un encuentro entre el club con el tercer mejor promedio, La Ribera y el conjunto con el antepenúltimo coeficiente, Independiente.
El desarrollo del cotejo se caracterizó por ser equilibrado e intenso. Ninguno de los contendientes logró imponerse a su rival de forma sostenida. La diferencia de promedios entre ambos equipos, no quedó evidenciada en el campo de juego.
De hecho, quien abrió el marcador a los 14 minutos fue Independiente. Tras una exquisita jugada combinada, Micael Barreda concretó el primer gol de la velada.
El furor fue efímero. Seis minutos después, el elenco dirigido por Mario Williams conquistó la paridad en el tanteador. Una mano evitable de Lautaro Dimol dentro de su área fue observada por Hugo Jaramillo, quien sin vacilar un segundo sancionó el tiro penal. Matías Canario, sin misericordia, con un remate potente centrado, estampó la igualdad.
Los compases posteriores mostraron una dinámica intensa, pero imprecisa. Los esquemas ofensivos de ambos clubes naufragaban ante las defensas.
En tiempo de descuento, tras una imprudente acción en el área ribereña, fue derribado un atacante del “Rojinegro”. Ante la evidente infracción, Jaramillo no tuvo más remedio que sancionar una nueva pena máxima. Barreda, con un remate elevado a la izquierda del arquero Ismael, concretó el segundo gol.
En el segundo tiempo, el contexto no se modificó. Reinó el vértigo, acompañado por imprecisiones en ataque. La única ocasión de gol nítida de la etapa final ocurrió a los 20 minutos, ocasión en la que Canario intentó doblegar con creatividad al golero Agustín Mellado.
Sin embargo, cuando el balón se encontraba en la línea de gol, Matías Tissera, de modo providencial, evitó el segundo empate visitante con una maniobra acrobática
El partido se diluyó bajo la dinámica intensa citada. Solo hubo espacio para una expulsión por bando. A los 35, por exceso verbal, Christian Salinas sufrió la primera roja de la jornada. En tiempo de descuento, Darío Calfinao recibió el otro cartón rojo por doble amonestación. Así quedó configurado el contexto para el encuentro de vuelta, que tiene aroma a ser tan equilibrado como la pieza observada ayer.