La experiencia en un programa carcelario

Fue una experiencia muy enriquecedora. Y estoy seguro que podemos aplicarla acá. No es para nada imposible.

09 DIC 2018 - 22:28 | Actualizado

Hay que sacar algunos prejuicios y fomentar la inversión”. Así definió el psicólogo Daniel Schulman su participación en el Programa de Capacitación de Tratamiento Diferencial para Agresores de Género realizado en Barcelona en noviembre.

Schulman es integrante del Equipo Multidisciplinario de la Procuración General y fue precisamente por una gestión de su titular Jorge Miquelarena ante el Consejo de Procuradores y del área Política Criminal, del cual el procurador general del Chubut es vicepresidente, que se dio la oportunidad de participación.

Del programa participaron también representantes de otras provincias argentinas como Córdoba, Mendoza, Río Negro y Santiago del Estero, entre otras. El programa fue llevado adelante por profesionales de esa ciudad de Cataluña y también integrantes de distintas organizaciones no gubernamentales (ONG).

“Uno se da cuenta que hay mucha inversión en ejecución penal. Y eso da los mejores resultados. Nosotros tuvimos la oportunidad de conocer una cárcel ubicada a 40 kilómetros de Barcelona donde están quienes cometen delitos de violencia de género. Allí uno se da cuenta de las diferencias en el tratamiento de esta problemática. Y ve los resultados: la baja del índice de la reincidencia que en definitiva es uno de los objetivos”, expresó el profesional.

“Allí se dividen los pabellones por delitos y por personalidad de los condenados, en función de la reeducación que también es algo por lo que se trabaja con intensidad. Se trabaja en espacios medio abiertos, con quienes tienen que cumplir una condena específica”.

Shulman agregó que “existe una formación teórica y otra práctica en cuanto a la violencia de género. Y se hace hincapié no solo en el delito también en la problemática que puede causarlo como lo son por ejemplo la droga y el alcohol”.

Contó que en el marco de las experiencias vividas durante el programa desarrollado durante 10 días en la ciudad condal hubo un cine-debate. Vieron una película sobre violencia de género y después se debatió entre los mismos presos. “Todas estas cuestiones que vimos hacen que el índice de reincidencia baje de manera importante. Uno ve más civilismo, más respeto por las leyes”.

“Con todo el grupo que participó de esta experiencia se hará un documento o protocolo con parámetros comunes a para implementar todo lo que nos dejó el programa. Seguramente será general pero después se aplicará a cada provincia”.

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09 DIC 2018 - 22:28

Hay que sacar algunos prejuicios y fomentar la inversión”. Así definió el psicólogo Daniel Schulman su participación en el Programa de Capacitación de Tratamiento Diferencial para Agresores de Género realizado en Barcelona en noviembre.

Schulman es integrante del Equipo Multidisciplinario de la Procuración General y fue precisamente por una gestión de su titular Jorge Miquelarena ante el Consejo de Procuradores y del área Política Criminal, del cual el procurador general del Chubut es vicepresidente, que se dio la oportunidad de participación.

Del programa participaron también representantes de otras provincias argentinas como Córdoba, Mendoza, Río Negro y Santiago del Estero, entre otras. El programa fue llevado adelante por profesionales de esa ciudad de Cataluña y también integrantes de distintas organizaciones no gubernamentales (ONG).

“Uno se da cuenta que hay mucha inversión en ejecución penal. Y eso da los mejores resultados. Nosotros tuvimos la oportunidad de conocer una cárcel ubicada a 40 kilómetros de Barcelona donde están quienes cometen delitos de violencia de género. Allí uno se da cuenta de las diferencias en el tratamiento de esta problemática. Y ve los resultados: la baja del índice de la reincidencia que en definitiva es uno de los objetivos”, expresó el profesional.

“Allí se dividen los pabellones por delitos y por personalidad de los condenados, en función de la reeducación que también es algo por lo que se trabaja con intensidad. Se trabaja en espacios medio abiertos, con quienes tienen que cumplir una condena específica”.

Shulman agregó que “existe una formación teórica y otra práctica en cuanto a la violencia de género. Y se hace hincapié no solo en el delito también en la problemática que puede causarlo como lo son por ejemplo la droga y el alcohol”.

Contó que en el marco de las experiencias vividas durante el programa desarrollado durante 10 días en la ciudad condal hubo un cine-debate. Vieron una película sobre violencia de género y después se debatió entre los mismos presos. “Todas estas cuestiones que vimos hacen que el índice de reincidencia baje de manera importante. Uno ve más civilismo, más respeto por las leyes”.

“Con todo el grupo que participó de esta experiencia se hará un documento o protocolo con parámetros comunes a para implementar todo lo que nos dejó el programa. Seguramente será general pero después se aplicará a cada provincia”.


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