La desaparición de Mónica Villagrán y de su hija: a 17 años de un misterio nunca resuelto e impune
Fue en Corcovado. Ese día salió de la casa y la familia nunca más tuvo noticias de ella. Aún persiste el misterio en este caso.
Hoy se cumplen 17 de la desaparición de Mónica Villagrán y su hija en Corcovado. Desde ese día de 2002, la familia nunca más supo de ella, y hoy por hoy se sigue reclamando por su aparición como sea.
Mónica Villagrán tenía 22 años y su bebé sólo tenía seis meses, cuando fueron vistas por última vez en 2002. Su familia denunció inacción de la Justicia, abandono de la búsqueda y mantiene la esperanza de volver a ver a Mónica y Candelaria.
La jóven salió en la tarde del 29 de abril de 2002 con destino al Hospital, junto a su pequeña hija de seis meses, pero nunca llegaron a destino. La familia de Mónica llegó a acusar por la desaparición, a quien entonces habría sido pareja de Mónica, un hombre llamado “Tito” B. y su esposa de ese momento, pero nada ni nadie ha podido aún desentrañar un misterio que persiste en esa localidad cordillerana chubutense.
Búsqueda en cementerio
En su momento, los doctores Fernando Rivarola y Martín Zacchino brindaron una conferencia de prensa para comunicar el estado de la investigación que procuraba establecer lo sucedido con Mónica Villagrán y su bebé. Incluso un equipo especializado, comandado por un antropólogo forense, tuvo a su cargo el relevamiento de una tumba que, según presumía gente del lugar, podría tener alguna vinculación con aquella desaparición. Sin embargo, ello quedó descartado.
Es que en 2009 la Justicia ordenó pericias en un viejo cementerio en las afueras de la localidad, con la idea de encontrar algún indicio vinculado a la causa, pero estas diligencias fueron negativas.
La causa tomó nueva relevancia pública a partir de datos suministrados a la prensa por personas de la localidad, inmediatamente después de aportar la misma información a la Justicia. Los fiscales de ese entonces consideraron que ante esa trascendencia pública de cuáles eran las tareas que se estaban haciendo, independientemente de las críticas que desde el seno familiar de Mónica Villagrán se efectuaron y que aún la siguen haciendo.
Sin imputados
Es importante destacar que a casi dos décadas del episodio, no hay ninguna persona imputada en la causa y más allá de que los familiares de la joven -ayudados por algunos testimonios- y la beba desaparecida volcaron sus sospechas respecto de quién sería el responsable, no hay aún evidencias concretas que permitan acreditar esa hipótesis.
No obstante ello, en diálogo con Noticias de Esquel, Aida Almonacid, madre de Mónica, dijo que “todavía la estoy esperando”, al conversar sobre su hija desaparecida hace 17 años, recordando como fue el último día que vio a Mónica con su nieta Lucía Candelaria.
En una entrevista por Radio Nacional Esquel, Aida Almonacid sostuvo que “en mi mente jamás olvidé a Mónica. Siempre está Mónica conmigo. Cuando como, cuando tomo mate”, para agregar que “ella jamás salió sin avisar. Siempre lo hacía. Por eso Mónica no se fue por sí sola, se la llevaron”.
No obstante ello, no ahorró crítica a la Justicia. “La Justicia jamás me ayudó”, dijo Aida para añadir que “yo sólo pedía que me ayuden y me trataron muy mal. Fueron muy maleducados, cuando lo único que pedía era que buscaran a Mónica que me dejó una ne ade 3 años”.
Hoy Mónica Villagrán tendría 39 años y su niña 17. Su madre y su familia directa la siguen buscando esperanzada en que estas casi dos décadas una noticia, aunque fuera endeble, alcance.#
Hoy se cumplen 17 de la desaparición de Mónica Villagrán y su hija en Corcovado. Desde ese día de 2002, la familia nunca más supo de ella, y hoy por hoy se sigue reclamando por su aparición como sea.
Mónica Villagrán tenía 22 años y su bebé sólo tenía seis meses, cuando fueron vistas por última vez en 2002. Su familia denunció inacción de la Justicia, abandono de la búsqueda y mantiene la esperanza de volver a ver a Mónica y Candelaria.
La jóven salió en la tarde del 29 de abril de 2002 con destino al Hospital, junto a su pequeña hija de seis meses, pero nunca llegaron a destino. La familia de Mónica llegó a acusar por la desaparición, a quien entonces habría sido pareja de Mónica, un hombre llamado “Tito” B. y su esposa de ese momento, pero nada ni nadie ha podido aún desentrañar un misterio que persiste en esa localidad cordillerana chubutense.
Búsqueda en cementerio
En su momento, los doctores Fernando Rivarola y Martín Zacchino brindaron una conferencia de prensa para comunicar el estado de la investigación que procuraba establecer lo sucedido con Mónica Villagrán y su bebé. Incluso un equipo especializado, comandado por un antropólogo forense, tuvo a su cargo el relevamiento de una tumba que, según presumía gente del lugar, podría tener alguna vinculación con aquella desaparición. Sin embargo, ello quedó descartado.
Es que en 2009 la Justicia ordenó pericias en un viejo cementerio en las afueras de la localidad, con la idea de encontrar algún indicio vinculado a la causa, pero estas diligencias fueron negativas.
La causa tomó nueva relevancia pública a partir de datos suministrados a la prensa por personas de la localidad, inmediatamente después de aportar la misma información a la Justicia. Los fiscales de ese entonces consideraron que ante esa trascendencia pública de cuáles eran las tareas que se estaban haciendo, independientemente de las críticas que desde el seno familiar de Mónica Villagrán se efectuaron y que aún la siguen haciendo.
Sin imputados
Es importante destacar que a casi dos décadas del episodio, no hay ninguna persona imputada en la causa y más allá de que los familiares de la joven -ayudados por algunos testimonios- y la beba desaparecida volcaron sus sospechas respecto de quién sería el responsable, no hay aún evidencias concretas que permitan acreditar esa hipótesis.
No obstante ello, en diálogo con Noticias de Esquel, Aida Almonacid, madre de Mónica, dijo que “todavía la estoy esperando”, al conversar sobre su hija desaparecida hace 17 años, recordando como fue el último día que vio a Mónica con su nieta Lucía Candelaria.
En una entrevista por Radio Nacional Esquel, Aida Almonacid sostuvo que “en mi mente jamás olvidé a Mónica. Siempre está Mónica conmigo. Cuando como, cuando tomo mate”, para agregar que “ella jamás salió sin avisar. Siempre lo hacía. Por eso Mónica no se fue por sí sola, se la llevaron”.
No obstante ello, no ahorró crítica a la Justicia. “La Justicia jamás me ayudó”, dijo Aida para añadir que “yo sólo pedía que me ayuden y me trataron muy mal. Fueron muy maleducados, cuando lo único que pedía era que buscaran a Mónica que me dejó una ne ade 3 años”.
Hoy Mónica Villagrán tendría 39 años y su niña 17. Su madre y su familia directa la siguen buscando esperanzada en que estas casi dos décadas una noticia, aunque fuera endeble, alcance.#