Editorial / No están solos
Quieren respuestas concretas. Gritan, se hacen oír. Se paran. Se hacen notar. No quieren pasar desapercibidos. En el inicio del receso escolar de invierno, estudiantes de la Escuela Nº 735 de Esquel se concentraron frente a Supervisión de Escuelas, sobre la avenida Alvear de la ciudad central de la Comarca Andina chubutense y reclamaron por un edificio para funcionar, ya que preocupa que tras las vacaciones deban seguir como hace dos semanas, sin un espacio físico. El pedido (casi un ruego) no es nada nuevo. Y la necesidad, tampoco. Como tampoco la solución, que urge.
Los chicos ya no están solos. Padres y docentes lo acompañaron, a pesar del frío y de lo duro del reclamo. Al menos, la ATECh hizo una nota.
Lo concreto que la instalación de ese establecimiento educativo fue precario desde sus inicios. Su estructura edilicia tiene medio siglo y era un obrador de una empresa constructora. Colapsó y las autoridades de esa escuela suspendieron las clases días antes del receso. Precisamente por eso, porque no hay seguridad edilicia. Ni tampoco previsibilidad. El plan de lucha de los estudiantes demostró que no están solos y que se los ve.
Quieren respuestas concretas. Gritan, se hacen oír. Se paran. Se hacen notar. No quieren pasar desapercibidos. En el inicio del receso escolar de invierno, estudiantes de la Escuela Nº 735 de Esquel se concentraron frente a Supervisión de Escuelas, sobre la avenida Alvear de la ciudad central de la Comarca Andina chubutense y reclamaron por un edificio para funcionar, ya que preocupa que tras las vacaciones deban seguir como hace dos semanas, sin un espacio físico. El pedido (casi un ruego) no es nada nuevo. Y la necesidad, tampoco. Como tampoco la solución, que urge.
Los chicos ya no están solos. Padres y docentes lo acompañaron, a pesar del frío y de lo duro del reclamo. Al menos, la ATECh hizo una nota.
Lo concreto que la instalación de ese establecimiento educativo fue precario desde sus inicios. Su estructura edilicia tiene medio siglo y era un obrador de una empresa constructora. Colapsó y las autoridades de esa escuela suspendieron las clases días antes del receso. Precisamente por eso, porque no hay seguridad edilicia. Ni tampoco previsibilidad. El plan de lucha de los estudiantes demostró que no están solos y que se los ve.