Hugo Caballero, el taxista que incentivó un incendio intencional para dar muerte a su pareja en la ciudad de Rawson, podría ser condenado a una pena de por lo menos 10 años de prisión. La sentencia se haría efectiva en el caso de que en el final del proceso penal sea hallado culpable del delito que le imputó el juez de garantías Gustavo Castro a instancias de la investigación que lleva adelante el fiscal general Osvaldo Heiber.
Este sábado, en la audiencia de control de detenidos, quedó abierta la investigación, y si bien el imputado prometió no fugarse y no “entorpecer la investigación”, el juez Castro dispuso la prisión preventiva por tres meses. De esta manera se mantiene la imputación sobre la base de los graves hechos que produjo el viernes por la mañana al incendiar el departamento donde se hallaba su pareja, Silvia Villarroel, a la que el día anterior había golpeado ferozmente.
El siniestro se originó este viernes en el primer piso de uno de los monoblock del complejo “Almirante Guillermo Brown” de la capital. Las llamas y el humo afectaron varios departamentos del complejo localizado en la intersección de las avenidas San Martín y 25 de Mayo, en pleno centro comercial de Rawson. Numerosos vecinos debieron ser evacuados por la Policía y Bomberos. Una mujer, ajena a las diferencias entre la pareja, se encuentra aún hospitalizada en grave estado debido a la inhalación de monóxido de carbono.
Por su parte, el fiscal dijo que tiene pruebas de la existencia de una olla con combustible que Caballero dejó debajo de la cama de su pareja que se hallaba durmiendo o en estado de inconciencia, para luego prenderla fuego y alejarse del edificio hacia un comercio en frente del complejo de departamentos.
En el hecho que se sospecha cometió Caballero, se reúne una importante cantidad de delitos con características además que agrava a cada uno de ellos. De allí que el fiscal Heiber expresó ante el juez Castro su temor a que el imputado se fugue en caso de estar en libertad durante el proceso judicial en su contra. Agregó además la posibilidad de entorpecer la investigación con amenazas a testigos ya que no solo golpeaba y amenazaba a Villarroel, sino que las amenazas llegaron hasta el médico Oscar Giovanelli, en oportunidad de atender a la mujer en el Hospital de Rawson tras en de las golpizas que le propinó Caballero.
La imputación contra Caballero es la siguiente: “femicidio en grado de tentativa, doblemente agravado por haber sido perpetrado contra una mujer con la que ha mantenido una relación de pareja, con alevosía, por un medio idóneo para crear un peligro común, mediando violencia de género todo ello en concurso ideal”. Además “incendio agravado por generar peligro común para los bienes, y por ocasionar peligro de muerte para una o varias personas, en concurso ideal con Lesiones graves”.
El juez Castro resolvió además secuestrar y requisa el vehículo Renaul 19 de color blanco propiedad de Caballero. El objetivo es el de inspeccionarlo para determinar si tiene restos de elementos “acelerantes” o combustibles y teléfonos celulares donde hayan podido haber quedado registrada llamadas intimidantes. También se buscarán armas de fuego o municiones ya que la víctima y el médico Giovanelli, dijeron que Caballero había manifestado poseer armas de fuego, durante las amenazas que sufrieron en la guardia del Hospital de Rawson.
Hugo Caballero, el taxista que incentivó un incendio intencional para dar muerte a su pareja en la ciudad de Rawson, podría ser condenado a una pena de por lo menos 10 años de prisión. La sentencia se haría efectiva en el caso de que en el final del proceso penal sea hallado culpable del delito que le imputó el juez de garantías Gustavo Castro a instancias de la investigación que lleva adelante el fiscal general Osvaldo Heiber.
Este sábado, en la audiencia de control de detenidos, quedó abierta la investigación, y si bien el imputado prometió no fugarse y no “entorpecer la investigación”, el juez Castro dispuso la prisión preventiva por tres meses. De esta manera se mantiene la imputación sobre la base de los graves hechos que produjo el viernes por la mañana al incendiar el departamento donde se hallaba su pareja, Silvia Villarroel, a la que el día anterior había golpeado ferozmente.
El siniestro se originó este viernes en el primer piso de uno de los monoblock del complejo “Almirante Guillermo Brown” de la capital. Las llamas y el humo afectaron varios departamentos del complejo localizado en la intersección de las avenidas San Martín y 25 de Mayo, en pleno centro comercial de Rawson. Numerosos vecinos debieron ser evacuados por la Policía y Bomberos. Una mujer, ajena a las diferencias entre la pareja, se encuentra aún hospitalizada en grave estado debido a la inhalación de monóxido de carbono.
Por su parte, el fiscal dijo que tiene pruebas de la existencia de una olla con combustible que Caballero dejó debajo de la cama de su pareja que se hallaba durmiendo o en estado de inconciencia, para luego prenderla fuego y alejarse del edificio hacia un comercio en frente del complejo de departamentos.
En el hecho que se sospecha cometió Caballero, se reúne una importante cantidad de delitos con características además que agrava a cada uno de ellos. De allí que el fiscal Heiber expresó ante el juez Castro su temor a que el imputado se fugue en caso de estar en libertad durante el proceso judicial en su contra. Agregó además la posibilidad de entorpecer la investigación con amenazas a testigos ya que no solo golpeaba y amenazaba a Villarroel, sino que las amenazas llegaron hasta el médico Oscar Giovanelli, en oportunidad de atender a la mujer en el Hospital de Rawson tras en de las golpizas que le propinó Caballero.
La imputación contra Caballero es la siguiente: “femicidio en grado de tentativa, doblemente agravado por haber sido perpetrado contra una mujer con la que ha mantenido una relación de pareja, con alevosía, por un medio idóneo para crear un peligro común, mediando violencia de género todo ello en concurso ideal”. Además “incendio agravado por generar peligro común para los bienes, y por ocasionar peligro de muerte para una o varias personas, en concurso ideal con Lesiones graves”.
El juez Castro resolvió además secuestrar y requisa el vehículo Renaul 19 de color blanco propiedad de Caballero. El objetivo es el de inspeccionarlo para determinar si tiene restos de elementos “acelerantes” o combustibles y teléfonos celulares donde hayan podido haber quedado registrada llamadas intimidantes. También se buscarán armas de fuego o municiones ya que la víctima y el médico Giovanelli, dijeron que Caballero había manifestado poseer armas de fuego, durante las amenazas que sufrieron en la guardia del Hospital de Rawson.