El CUNE abre la invitación para la temporada 2020

El Club Unión Nacional de Estudiantes, invita a los rugbiers chubutenses que realicen sus estudios en Buenos Aires a sumarse a la práctica del deporte, a través de una carta de un jugador del club.

15 ENE 2020 - 19:30 | Actualizado

“Hacía calor en el sur, era uno de esos días donde el viento norte pegaba y secaba los labios, no era el mejor día para ir a la playa, pero hubiese preferido robarle el auto a mi viejo y arrancar para allá antes que estar acá esperando el colectivo que, luego de dieciocho agobiantes horas, me deje otra vez en Buenos Aires, donde la temperatura es mucho más penetrante. Digo ‘otra vez’ porque hace unos meses viajé por primera vez con mis viejos, fuimos a buscar una pensión donde poder vivir mientras estudio lo que elegí, o me eligieron, o decidí casi azarosamente en un acto de suma presión y rebeldía a la vez. La verdad es que no quiero irme, pero me intriga saber cómo será la vida viviendo solo, dependiendo de uno mismo, en algún punto soy chico, pero no tanto. En realidad, me creía muy grande hasta ayer. Ya es marzo, pasaron dos meses que estoy en Buenos Aires y todo es bastante peor de lo que imaginaba. El calor fue disminuyendo un poco, pero todavía no logro dormir muy bien en la habitación, me vendría bien un ventilador de pie. O dos. Tendría que arrancar alguna actividad, (me aconsejó mi viejo), pero recién arranco a cursar y la verdad que siento que no tengo tiempo para nada, la siesta no la negocio. Anoche me llamó un amigo, me dijo que el jueves que viene, el 24 de marzo, se juntan un par de pibes del sur que juegan al rugby en un centro de estudiantes, la verdad que no le entendí bien porque estaba en el subte, pero me parece que me dijo que van a ir chicos de dos centros de estudiantes diferentes, Ache y Cecheva o algo así. Que me sume, que él iba a intentar retomar y que si no nos convencía nos dedicábamos a hacer otra cosa, pero no perdíamos nada con ir, creo que tiene razón.

Paso un año de aquel jueves, y la verdad que fue lo mejor que pude haber hecho, ir. Éramos doce chicos ese día, y entre todos le buscamos un nombre al grupo, o al equipo, y después de tirar algunos, quedo CUNE, Club Unión Nacional de Estudiantes. En definitiva, este nombre nos representa por sí solo, somos la unión de dos agrupaciones estudiantes que tienen un solo objetivo: Hacer amigos jugando al rugby. Nos propusimos entrenar dos días a la semana en la plaza siempre, y algunos muchachos ya se empezaban a mover para conseguir partido los findes. Por suerte, rápido pudimos entrar de invitados en el Torneo Universitario, y hoy somos más de 18 personas todos los domingos. Mañana tengo la fiesta de los 10 años del club, pensar que parece ayer cuando nos juntábamos en la plaza, ahora tenemos un club que alquilamos para entrenar, tenemos cancha, tenemos vestuarios y gimnasio, ya salimos campeones y el grupo está cada vez más grande, ojalá se sigan sumando pibes que aporten al semillero. Creo que el CUNE es uno de los pocos ámbitos donde la edad, las diferencias sociales, y el nivel deportivo quedan completamente de lado, dándole prioridad a la amistad y al deporte por sobre todo, quizás esto lo veo porque ya estoy un poco más grande, pero siento que los más chicos de algún modo piensan lo mismo. Ayer estaba con mi novia en el departamento lamentando que tuviésemos que volver a la rutina del trabajo y la humedad en Buenos Aires, y charlaba con ella que quizás es hora de apoyar al equipo desde otro lado. Fueron muchos partidos, muchos años con el CUNE, ya se están por cumplir los 15 años. Y claro, si todo surgió en el 2005 y hoy estamos en el 2020, en enero. Como pasa el tiempo, cuantas historias, cuantas giras, cuanta vida me dio el club. Me suena el celular, y es un mensaje de un amigo, uno nuevo que se sumó al club hace relativamente poco, me pidió que escriba algo para acompañar una imagen que promocionaría la vuelta del CUNE a los entrenamientos, me pidió que cuente un poco quienes somos como surgimos y que ofrecemos, a quienes apuntamos y cómo nos divertimos. Me pareció mucho, me pareció demasiado difícil, asique decidí contar un pequeño resumen de lo que fue para mí. Sencillamente una familia, lejos de la familia”.#

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15 ENE 2020 - 19:30

“Hacía calor en el sur, era uno de esos días donde el viento norte pegaba y secaba los labios, no era el mejor día para ir a la playa, pero hubiese preferido robarle el auto a mi viejo y arrancar para allá antes que estar acá esperando el colectivo que, luego de dieciocho agobiantes horas, me deje otra vez en Buenos Aires, donde la temperatura es mucho más penetrante. Digo ‘otra vez’ porque hace unos meses viajé por primera vez con mis viejos, fuimos a buscar una pensión donde poder vivir mientras estudio lo que elegí, o me eligieron, o decidí casi azarosamente en un acto de suma presión y rebeldía a la vez. La verdad es que no quiero irme, pero me intriga saber cómo será la vida viviendo solo, dependiendo de uno mismo, en algún punto soy chico, pero no tanto. En realidad, me creía muy grande hasta ayer. Ya es marzo, pasaron dos meses que estoy en Buenos Aires y todo es bastante peor de lo que imaginaba. El calor fue disminuyendo un poco, pero todavía no logro dormir muy bien en la habitación, me vendría bien un ventilador de pie. O dos. Tendría que arrancar alguna actividad, (me aconsejó mi viejo), pero recién arranco a cursar y la verdad que siento que no tengo tiempo para nada, la siesta no la negocio. Anoche me llamó un amigo, me dijo que el jueves que viene, el 24 de marzo, se juntan un par de pibes del sur que juegan al rugby en un centro de estudiantes, la verdad que no le entendí bien porque estaba en el subte, pero me parece que me dijo que van a ir chicos de dos centros de estudiantes diferentes, Ache y Cecheva o algo así. Que me sume, que él iba a intentar retomar y que si no nos convencía nos dedicábamos a hacer otra cosa, pero no perdíamos nada con ir, creo que tiene razón.

Paso un año de aquel jueves, y la verdad que fue lo mejor que pude haber hecho, ir. Éramos doce chicos ese día, y entre todos le buscamos un nombre al grupo, o al equipo, y después de tirar algunos, quedo CUNE, Club Unión Nacional de Estudiantes. En definitiva, este nombre nos representa por sí solo, somos la unión de dos agrupaciones estudiantes que tienen un solo objetivo: Hacer amigos jugando al rugby. Nos propusimos entrenar dos días a la semana en la plaza siempre, y algunos muchachos ya se empezaban a mover para conseguir partido los findes. Por suerte, rápido pudimos entrar de invitados en el Torneo Universitario, y hoy somos más de 18 personas todos los domingos. Mañana tengo la fiesta de los 10 años del club, pensar que parece ayer cuando nos juntábamos en la plaza, ahora tenemos un club que alquilamos para entrenar, tenemos cancha, tenemos vestuarios y gimnasio, ya salimos campeones y el grupo está cada vez más grande, ojalá se sigan sumando pibes que aporten al semillero. Creo que el CUNE es uno de los pocos ámbitos donde la edad, las diferencias sociales, y el nivel deportivo quedan completamente de lado, dándole prioridad a la amistad y al deporte por sobre todo, quizás esto lo veo porque ya estoy un poco más grande, pero siento que los más chicos de algún modo piensan lo mismo. Ayer estaba con mi novia en el departamento lamentando que tuviésemos que volver a la rutina del trabajo y la humedad en Buenos Aires, y charlaba con ella que quizás es hora de apoyar al equipo desde otro lado. Fueron muchos partidos, muchos años con el CUNE, ya se están por cumplir los 15 años. Y claro, si todo surgió en el 2005 y hoy estamos en el 2020, en enero. Como pasa el tiempo, cuantas historias, cuantas giras, cuanta vida me dio el club. Me suena el celular, y es un mensaje de un amigo, uno nuevo que se sumó al club hace relativamente poco, me pidió que escriba algo para acompañar una imagen que promocionaría la vuelta del CUNE a los entrenamientos, me pidió que cuente un poco quienes somos como surgimos y que ofrecemos, a quienes apuntamos y cómo nos divertimos. Me pareció mucho, me pareció demasiado difícil, asique decidí contar un pequeño resumen de lo que fue para mí. Sencillamente una familia, lejos de la familia”.#


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