Su exitosa marca "Mr. Poronga", con la cual se convirtió en el líder del mercado de limpieza de cañerías en Detroit, lo llevó a tener enormes ganancias y, a través de sus redes sociales, este divertido personaje muestra un poco de sus lujos.
Una Ferrari, un Mercedes Benz, un Lamborghini son algunos de los chiches que ostenta este mendocino que ya lleva dos décadas viviendo en el estado de Michigan.
"Es una Ferrari California", cuenta este compatriota que gana más de 1 millón de dólares por año con su próspero negocio. "Se la compré a mi hermano mayor hace unos meses, después de que él compre un Lamborghini Gallardo negro". Sobre la velocidad de su imponente adquisición no quiere dar demasiados detalles ya que no se anima a pisar a fondo el acelerador: "Es rápida pero ya no me animo a manejar muy fuerte. Una vez casi me mato con la (moto) R6 un día que iba a 240 kilómetros (150 millas) y desde eso ando despacio".
Su historia con los autos de lujo está, lógicamente, conectada con el éxito de su empresa. Cuando las ganancias le alcanzaron para soñar a lo grande, fue por su primer "regalito": "Me compre un Maserati Quattroporte en el 2015 y siempre me gustó ese auto". Pero claro, no llega a compararse con la estampa del cavallino rampante: "Una Ferrari fue el sueño desde que tenía unos 15 años". Y así es como, cuando tuvo la oportunidad, arregló la transferencia con su hermano Martin a cambio de unos módicos 200.000 dólares. "Pocas millas y con todos los lujos", añade Federico, que en Estados Unidos se presenta como Frank.
¿La usas muy seguido? "Muy poquito. No es de uso diario porque es un poco incomoda para todos los dias. Usualmente la llevo a mi esposa Olga a salir pero trabajo 70 horas a la semana y no me da tiempo".
En uno de los videos virales que publicó en su cuenta de Facebook, Federico se muestra con la impactante nave en lo que define como "El Bunker de Mr. Poronga". Sin embargo asegura que el gran negocio de la familia siempre fue el inmobiliario y que ahora que la empresa de destapes lleva varios años instalada casi que no le demanda esfuerzo: "Lo de Mr. Poronga lo administro yo, pero hace 6 años que se maneja solo. Ahora, aparte de lo de Mr. Poronga, mi verdadero negocio es el de buscar casas para comprar. Yo compro casas en Detroit al por mayor. Esto es lo que me consume mas tiempo".
Ante el enorme revuelo que causó su historia y la gran cantidad de medios y programas televisivos y radiales que lo contactaron para conocer más de su vida, confiesa que para él y su familia es un gran mimo que lo hace sentir un poco menos lejos de sus tierras. "Me gusta hacer las entrevistas porque los argentinos nos han mostrado muchísimo apoyo y la verdad que es muy lindo. Acá el norteamericano es muy frío, no te saluda, no tiene la ternura que tenemos los argentinos".
(Clarín)
Su exitosa marca "Mr. Poronga", con la cual se convirtió en el líder del mercado de limpieza de cañerías en Detroit, lo llevó a tener enormes ganancias y, a través de sus redes sociales, este divertido personaje muestra un poco de sus lujos.
Una Ferrari, un Mercedes Benz, un Lamborghini son algunos de los chiches que ostenta este mendocino que ya lleva dos décadas viviendo en el estado de Michigan.
"Es una Ferrari California", cuenta este compatriota que gana más de 1 millón de dólares por año con su próspero negocio. "Se la compré a mi hermano mayor hace unos meses, después de que él compre un Lamborghini Gallardo negro". Sobre la velocidad de su imponente adquisición no quiere dar demasiados detalles ya que no se anima a pisar a fondo el acelerador: "Es rápida pero ya no me animo a manejar muy fuerte. Una vez casi me mato con la (moto) R6 un día que iba a 240 kilómetros (150 millas) y desde eso ando despacio".
Su historia con los autos de lujo está, lógicamente, conectada con el éxito de su empresa. Cuando las ganancias le alcanzaron para soñar a lo grande, fue por su primer "regalito": "Me compre un Maserati Quattroporte en el 2015 y siempre me gustó ese auto". Pero claro, no llega a compararse con la estampa del cavallino rampante: "Una Ferrari fue el sueño desde que tenía unos 15 años". Y así es como, cuando tuvo la oportunidad, arregló la transferencia con su hermano Martin a cambio de unos módicos 200.000 dólares. "Pocas millas y con todos los lujos", añade Federico, que en Estados Unidos se presenta como Frank.
¿La usas muy seguido? "Muy poquito. No es de uso diario porque es un poco incomoda para todos los dias. Usualmente la llevo a mi esposa Olga a salir pero trabajo 70 horas a la semana y no me da tiempo".
En uno de los videos virales que publicó en su cuenta de Facebook, Federico se muestra con la impactante nave en lo que define como "El Bunker de Mr. Poronga". Sin embargo asegura que el gran negocio de la familia siempre fue el inmobiliario y que ahora que la empresa de destapes lleva varios años instalada casi que no le demanda esfuerzo: "Lo de Mr. Poronga lo administro yo, pero hace 6 años que se maneja solo. Ahora, aparte de lo de Mr. Poronga, mi verdadero negocio es el de buscar casas para comprar. Yo compro casas en Detroit al por mayor. Esto es lo que me consume mas tiempo".
Ante el enorme revuelo que causó su historia y la gran cantidad de medios y programas televisivos y radiales que lo contactaron para conocer más de su vida, confiesa que para él y su familia es un gran mimo que lo hace sentir un poco menos lejos de sus tierras. "Me gusta hacer las entrevistas porque los argentinos nos han mostrado muchísimo apoyo y la verdad que es muy lindo. Acá el norteamericano es muy frío, no te saluda, no tiene la ternura que tenemos los argentinos".
(Clarín)