La Santa Sede presentó hoy el documento "En marcha por el cuidado de la Casa Común", preparado por la Mesa Interdicasterial del Vaticano sobre Ecología Integral, en el que dio a conocer sus principales propuestas para la aplicación concreta de la encíclica social que el pontífice escribió en 2015.
Entre las propuestas del documento, la Santa Sede pide "sancionar severamente las instituciones financieras involucradas en operaciones ilegales y que favorezcan la evasión fiscal y/o especulen con productos alimenticios de primera necesidad".
"Cerrar los paraísos fiscales, evitar la evasión y el lavado de dinero que roban a la sociedad, poniendo al ser humano sobre los intereses de las empresas y de las multinacionales más poderosas, que terminan sofocando e impidiendo la producción local", agrega en esa dirección el documento presentado este jueves por el canciller vaticano Paul Richard Gallagher.
En ese marco, si bien aclara que el documento fue preparado antes de la difusión del coronavirus, el texto sostiene que "la pandemia de Covid-19 demuestra cómo debe ser puesto en discusión un sistema que reduce el Estado de bienestar, así como un sistema económico financiero que permite grandes especulaciones incluso sobre las tragedias, volviéndose contra los más pobres".
"La así llamada crisis ecológica es un momento propicio de estímulo a la conversión y a decisiones concretas y que no puedan ser pospuestas", plantea el Vaticano.
"No podemos no constatar que vivimos un momento histórico marcado por desafíos urgentes, pero también muy estimulantes para construir una nueva civilización", enmarca su trabajo la Mesa interdicasterial.
Así, el Vaticano sostiene que "es necesario un continuo trabajo para la difusión, la profundización y la actuación de la Laudato si'", por lo que dedica "a los responsables de la cosa pública, a todos los seres humanos de buena voluntad" las "varias propuestas operativas, con el objetivo de inspirar la acción de las instituciones de la Iglesia, de los fieles y de todas las personas buenas".
Entre las propuestas planteadas, aparece, por ejemplo, "dar un reconocimiento a la economía informal aumentando el acceso de los trabajadores informales a servicios públicos, espacios públicos y contratación pública, reformando leyes y reglamentos para apoyar a estos trabajadores, incluyendo a sus líderes en procesos participativos de toma de decisiones y en los procesos de definición de las reglas"
El marco analizado por el Vaticano sostiene que "es tangible el nexo entre las cuestiones financieras de hoy y la conversión ecológica".
En otro plano, se advierte que "la escasez de agua, que se contrapone a su control por parte de pocos, corre el riesgo de ser una de las principales causas de conflictos en los próximos decenios".
Entre las propuestas integrales para la aplicación de la encíclica, para lo que el Papa también encomendó en los últimos días al jurista argentino Roberto Carlés crear una fundación, el Vaticano propone además "monitorear severamente las actividades de exploración y de extracción en los ecosistemas más frágiles y en las actividades offshore".
"En particular en los países en vía de desarrollo, para evitar que los derechos humanos sean golpeados, que el agua, el suelo y el aire sean contaminados de forma negligente o consciente, involucrando a las poblaciones interesadas", agrega el documento.
La Santa Sede presentó hoy el documento "En marcha por el cuidado de la Casa Común", preparado por la Mesa Interdicasterial del Vaticano sobre Ecología Integral, en el que dio a conocer sus principales propuestas para la aplicación concreta de la encíclica social que el pontífice escribió en 2015.
Entre las propuestas del documento, la Santa Sede pide "sancionar severamente las instituciones financieras involucradas en operaciones ilegales y que favorezcan la evasión fiscal y/o especulen con productos alimenticios de primera necesidad".
"Cerrar los paraísos fiscales, evitar la evasión y el lavado de dinero que roban a la sociedad, poniendo al ser humano sobre los intereses de las empresas y de las multinacionales más poderosas, que terminan sofocando e impidiendo la producción local", agrega en esa dirección el documento presentado este jueves por el canciller vaticano Paul Richard Gallagher.
En ese marco, si bien aclara que el documento fue preparado antes de la difusión del coronavirus, el texto sostiene que "la pandemia de Covid-19 demuestra cómo debe ser puesto en discusión un sistema que reduce el Estado de bienestar, así como un sistema económico financiero que permite grandes especulaciones incluso sobre las tragedias, volviéndose contra los más pobres".
"La así llamada crisis ecológica es un momento propicio de estímulo a la conversión y a decisiones concretas y que no puedan ser pospuestas", plantea el Vaticano.
"No podemos no constatar que vivimos un momento histórico marcado por desafíos urgentes, pero también muy estimulantes para construir una nueva civilización", enmarca su trabajo la Mesa interdicasterial.
Así, el Vaticano sostiene que "es necesario un continuo trabajo para la difusión, la profundización y la actuación de la Laudato si'", por lo que dedica "a los responsables de la cosa pública, a todos los seres humanos de buena voluntad" las "varias propuestas operativas, con el objetivo de inspirar la acción de las instituciones de la Iglesia, de los fieles y de todas las personas buenas".
Entre las propuestas planteadas, aparece, por ejemplo, "dar un reconocimiento a la economía informal aumentando el acceso de los trabajadores informales a servicios públicos, espacios públicos y contratación pública, reformando leyes y reglamentos para apoyar a estos trabajadores, incluyendo a sus líderes en procesos participativos de toma de decisiones y en los procesos de definición de las reglas"
El marco analizado por el Vaticano sostiene que "es tangible el nexo entre las cuestiones financieras de hoy y la conversión ecológica".
En otro plano, se advierte que "la escasez de agua, que se contrapone a su control por parte de pocos, corre el riesgo de ser una de las principales causas de conflictos en los próximos decenios".
Entre las propuestas integrales para la aplicación de la encíclica, para lo que el Papa también encomendó en los últimos días al jurista argentino Roberto Carlés crear una fundación, el Vaticano propone además "monitorear severamente las actividades de exploración y de extracción en los ecosistemas más frágiles y en las actividades offshore".
"En particular en los países en vía de desarrollo, para evitar que los derechos humanos sean golpeados, que el agua, el suelo y el aire sean contaminados de forma negligente o consciente, involucrando a las poblaciones interesadas", agrega el documento.