JornadaPlay realizó un recorrido por el valle de Piedra Parada, la notable formación rocosa atravesada por la historia de la Patagonia.
Este emblema del turismo provincial se encuentra a la entrada de un cañadón de 5 kilómetros de extensión y tiene una pendiente de 210 metros de altura.
Las condiciones de conservación y la historia geológica que contiene hacen de ella una atracción turística, también un oasis en Chubut, distante de todo rastro urbano, a 47 kilómetros de Gualjaina y a 110 kilómetros de Esquel, la ciudad de servicios más cercana.
Con el tiempo, además, se convirtió en un lugar de interés para los aficionados a la escalada y el rappel.
JornadaPlay realizó un recorrido por el valle de Piedra Parada, la notable formación rocosa atravesada por la historia de la Patagonia.
Este emblema del turismo provincial se encuentra a la entrada de un cañadón de 5 kilómetros de extensión y tiene una pendiente de 210 metros de altura.
Las condiciones de conservación y la historia geológica que contiene hacen de ella una atracción turística, también un oasis en Chubut, distante de todo rastro urbano, a 47 kilómetros de Gualjaina y a 110 kilómetros de Esquel, la ciudad de servicios más cercana.
Con el tiempo, además, se convirtió en un lugar de interés para los aficionados a la escalada y el rappel.