“Nos vamos a oponer a cualquier salida alternativa y pedimos la pena máxima”

El abogado querellante, Federico Ruffa, indicó que pedirá 25 años para la autora y 6 para los encubridores de un hecho que calificó como “macabro”. Rosa Acuña fue asesinada en septiembre de 2018 en Trelew y luego la prendieron fuego.

Federico Ruffa, elabogado querellante de la familia de la víctima.
02 NOV 2020 - 22:36 | Actualizado

El juicio oral y público por el crimen de Rosa Acuña empieza este jueves luego de que fuera rechazada la probation para dos imputadas por encubrimiento. El asesinato fue en septiembre de 2018. La mataron en una casa del barrio Primera Junta y luego la prendieron fuego. “Es un caso macabro y nos vamos a oponer a cualquier salida alternativa. Fue muy grave. Pedimos junto ala Fiscalía la pena máxima para la autora material del hecho: 25 años y 6 años para los encubridores”, deslizó el abogado Federico Ruffa, querellante.

Ruffa confía en que la verdad saldrá a la luz. Asegura tener las herramientas que demuestran la culpabilidad de los acusados y valora el trabajo desde la hora cero del Ministerio Público Fiscal. “Esperamos que se pueda esclarecer y salga a la luz lo que sucedió. La acompañamos en la acusación porque entendemos que hizo un buen trabajo la fiscal Griselda Encina y todo su equipo. Es una pena lo más elevada posible para homicidio para la imputada principal, Laura Vargas, y una pena que debe ser entre los más elevados para los otros tres imputados por encubrimiento”.

La causa está calificada como homicidio simple. “En algún momento, cuando se hizo la imputación (que yo no acompañaba la madre) se imputó homicidio agravado por alevosía. La investigación hizo que eso se modifique porque la víctima no habría muerto en el momento que se le quiso dar muerte sino cuando se intentó destruir o eliminar el cadáver”, describió.

El asesinato de Rosa conmocionó Chubut por su violencia. “No suelo participar en procesos penales con casos de estas características. Conocí a la mamá porque era clienta por una cuestión laboral del estudio. Estaba muy dolida. No tenía ni vínculo ni confianza conmigo, me pidió que la acompañe y lo estoy haciendo”.

Según Ruffa, “las características de vida de los encubridores son complejas, pero el hecho en el que se involucraron es de extrema gravedad. Estamos hablando de que se intentó destruir un cadáver. Eso en el mejor de los casos, si es que no trataban de eliminar a una persona viva. La situación es compleja para lo que participaron de manera tangencial. La Fiscalía sostuvo la misma postura. Ellos tienen la obligación de conversar con la víctima (la madre) y la decisión debe ser escuchada antes de que se concluya con el proceso anticipadamente o cualquiersalida alternativa”.

Dos imputadas por encubrimiento ofrecieron una suspensión de juicio a prueba por dos años y medio a cambio de donar harina, leche y hacer trabajos comunitarios. El Tribunal lo denegó. “Fiscalía se opuso y los jueces entendieron que esa negativa acompañada por la querella debía ser escuchada”.

Cuando se hizo el planteo “el presidente del Tribunal nos advirtió que no nos adentremos en los hechos porque podía contaminarlos en la información para decidir el conflicto ante su conocimiento. A su vez, el Código Penal entiende que para autorizar la suspensión hay que analizar las características del caso. Por eso, sin adentrarnos, hicimos hincapié en que era un hecho macabro y de extrema gravedad”.

El querellante puntualizó que “si bien el encubrimiento es un delito relativamente menor, éste es de características especiales: es el más grave, la eliminación del bien jurídico más preciado, la vida”.

Según Ruffa, su tarea en el debate oral es “de acompañamiento”. Reconoció que Fiscalía “fue quien llevó adelante una buena investigación. Las expectativas planteadas en la acusación son sólidas, se podrá determinar la veracidad, será aceptada por el Tribunal la postulación fiscal y terminará en condena”.

En cuanto a las penas para los imputados, “surgirá la precisión en el debate. La pena depende del detalle que surja de la producción del debate”.

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Federico Ruffa, elabogado querellante de la familia de la víctima.
02 NOV 2020 - 22:36

El juicio oral y público por el crimen de Rosa Acuña empieza este jueves luego de que fuera rechazada la probation para dos imputadas por encubrimiento. El asesinato fue en septiembre de 2018. La mataron en una casa del barrio Primera Junta y luego la prendieron fuego. “Es un caso macabro y nos vamos a oponer a cualquier salida alternativa. Fue muy grave. Pedimos junto ala Fiscalía la pena máxima para la autora material del hecho: 25 años y 6 años para los encubridores”, deslizó el abogado Federico Ruffa, querellante.

Ruffa confía en que la verdad saldrá a la luz. Asegura tener las herramientas que demuestran la culpabilidad de los acusados y valora el trabajo desde la hora cero del Ministerio Público Fiscal. “Esperamos que se pueda esclarecer y salga a la luz lo que sucedió. La acompañamos en la acusación porque entendemos que hizo un buen trabajo la fiscal Griselda Encina y todo su equipo. Es una pena lo más elevada posible para homicidio para la imputada principal, Laura Vargas, y una pena que debe ser entre los más elevados para los otros tres imputados por encubrimiento”.

La causa está calificada como homicidio simple. “En algún momento, cuando se hizo la imputación (que yo no acompañaba la madre) se imputó homicidio agravado por alevosía. La investigación hizo que eso se modifique porque la víctima no habría muerto en el momento que se le quiso dar muerte sino cuando se intentó destruir o eliminar el cadáver”, describió.

El asesinato de Rosa conmocionó Chubut por su violencia. “No suelo participar en procesos penales con casos de estas características. Conocí a la mamá porque era clienta por una cuestión laboral del estudio. Estaba muy dolida. No tenía ni vínculo ni confianza conmigo, me pidió que la acompañe y lo estoy haciendo”.

Según Ruffa, “las características de vida de los encubridores son complejas, pero el hecho en el que se involucraron es de extrema gravedad. Estamos hablando de que se intentó destruir un cadáver. Eso en el mejor de los casos, si es que no trataban de eliminar a una persona viva. La situación es compleja para lo que participaron de manera tangencial. La Fiscalía sostuvo la misma postura. Ellos tienen la obligación de conversar con la víctima (la madre) y la decisión debe ser escuchada antes de que se concluya con el proceso anticipadamente o cualquiersalida alternativa”.

Dos imputadas por encubrimiento ofrecieron una suspensión de juicio a prueba por dos años y medio a cambio de donar harina, leche y hacer trabajos comunitarios. El Tribunal lo denegó. “Fiscalía se opuso y los jueces entendieron que esa negativa acompañada por la querella debía ser escuchada”.

Cuando se hizo el planteo “el presidente del Tribunal nos advirtió que no nos adentremos en los hechos porque podía contaminarlos en la información para decidir el conflicto ante su conocimiento. A su vez, el Código Penal entiende que para autorizar la suspensión hay que analizar las características del caso. Por eso, sin adentrarnos, hicimos hincapié en que era un hecho macabro y de extrema gravedad”.

El querellante puntualizó que “si bien el encubrimiento es un delito relativamente menor, éste es de características especiales: es el más grave, la eliminación del bien jurídico más preciado, la vida”.

Según Ruffa, su tarea en el debate oral es “de acompañamiento”. Reconoció que Fiscalía “fue quien llevó adelante una buena investigación. Las expectativas planteadas en la acusación son sólidas, se podrá determinar la veracidad, será aceptada por el Tribunal la postulación fiscal y terminará en condena”.

En cuanto a las penas para los imputados, “surgirá la precisión en el debate. La pena depende del detalle que surja de la producción del debate”.


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