En coincidencia con el resto de la provincia los judiciales de Puerto Madryn se reunieron a media mañana para expresar su descontento y reclamar una urgente solución a un conflicto de larga data y que se sigue manteniendo.
A las mujeres y hombres del Poder Judicial se les adeudan salarios y jubilaciones de diciembre y enero y más de la mitad del sueldo anual complementario de 2020; además de plantear una urgente recomposición de los salarios que compense el proceso inflacionario vivido y que ha licuado los haberes de los trabajadores.
La situación no es nueva sino que es una continuidad de un conflicto iniciado hace tres años y que se ha agravado con el paso de los meses, tanto desde lo adeudado como en lo psicológico y en la salud del personal.
La medida de fuerza adoptada fue un paro total de 24 horas, sin la realización de las guardias mínimas con el fin de volver a poner en el centro de la discusión la problemática salarial que atraviesan el personal judicial.
Este fue el puntapié de un plan de lucha que tendrá continuidad en los días sucesivos con la presencia de las guardias mínimas. La realidad que atraviesa el sector indica que se adeudan dos meses de salario al tercer y cuarto rango, mientras que para el primer y segundo rango la deuda es de un mes. Además nos deben un tercio del aguinaldo de junio y todo el de diciembre.
Este es el comienzo del plan de lucha que se reinició tras el 2020 y que tendrá continuidad durante la próxima semana. La situación es de cansancio y fastidio por todo lo que está sucediendo desde hace años y que alteró la vida familiar del personal judicial.
En coincidencia con el resto de la provincia los judiciales de Puerto Madryn se reunieron a media mañana para expresar su descontento y reclamar una urgente solución a un conflicto de larga data y que se sigue manteniendo.
A las mujeres y hombres del Poder Judicial se les adeudan salarios y jubilaciones de diciembre y enero y más de la mitad del sueldo anual complementario de 2020; además de plantear una urgente recomposición de los salarios que compense el proceso inflacionario vivido y que ha licuado los haberes de los trabajadores.
La situación no es nueva sino que es una continuidad de un conflicto iniciado hace tres años y que se ha agravado con el paso de los meses, tanto desde lo adeudado como en lo psicológico y en la salud del personal.
La medida de fuerza adoptada fue un paro total de 24 horas, sin la realización de las guardias mínimas con el fin de volver a poner en el centro de la discusión la problemática salarial que atraviesan el personal judicial.
Este fue el puntapié de un plan de lucha que tendrá continuidad en los días sucesivos con la presencia de las guardias mínimas. La realidad que atraviesa el sector indica que se adeudan dos meses de salario al tercer y cuarto rango, mientras que para el primer y segundo rango la deuda es de un mes. Además nos deben un tercio del aguinaldo de junio y todo el de diciembre.
Este es el comienzo del plan de lucha que se reinició tras el 2020 y que tendrá continuidad durante la próxima semana. La situación es de cansancio y fastidio por todo lo que está sucediendo desde hace años y que alteró la vida familiar del personal judicial.