Carlos Maestro, gobernador del período 1991/99, aseguró haber transitado un camino político “a la inversa” en términos de enriquecimiento personal. Y advierte una profunda crisis de valores a nivel dirigencial de la que Chubut no está exenta. “Se produjo una gran decadencia en Argentina y en el mundo sobre el desarrollo humano y la forma de practicar la política, que debe ser siempre un acto de servicio y una función que debe enaltecer al hombre. No ha sido así y en los últimos tiempos, cada vez menos”.
Desde Buenos Aires, donde reside la mitad del año, dice sostenerse con su jubilación. “Y no es la de privilegio porque debido a eso, inicié un juicio a ANSES. Cobro ochenta mil pesos”. Y con algunos trabajos de asesoramiento profesional. Durante meses elige su casa de Playa Unión, una de las primeras construidas en el balneario.
Admite que ya no existe la preocupación de la gente “por la cosa pública” ni la vocación de servicio para representar a la gente. “La gente llega a la política y se enriquece de un modo escandaloso. Yo me empobrecí; tengo menos bienes que los que tenía cuando empecé a ejercer cargos públicos”, dijo en Cadena Tiempo Comodoro Rivadavia.
“Me da una profunda pena la realidad politica de Chubut y especialmente el escándalo del Caso Revelación, uno de los tantos de la provincia que conoce la opinión pública y que ha manchado a muchos funcionarios desde Das Neves hasta el presente”.
Apeló a la figura de Arturo Illía, el radical y expresidente que al retirarse de la Casa Rosada lo hizo en taxi por no contar siquiera con un auto propio.
Maestro defendió el reclamo de los empleados públicos reivindicando sus manifestaciones ante el incumplimiento en el pago de haberes por parte de la Provincia. “No veo el mismo nivel de indignación en los ciudadanos y hay un acostumbramiento a que las cosas sucedan de este modo. No puede concebirse como natural que se comporte tan mal quien ha sido elegido para el manejo de la cosa pública”.
Para el exgobernador existe una “naturalización” de estas situaciones: funcionarios involucrados en graves hechos de corrupción y la reacción ciudadana no sea acorde. “Si hoy hubiera elecciones no sé cómo actuaría la gente. En los últimos períodos no hubo un correlato entre el escándalo y la vergüenza con la respuesta del ciudadano con su voto. Se acompañó electoralmente a gente que no merecía ese tipo de respuesta de la gente. Además de cumplir una función con honestidad, se tiene que hacer más cosas por la gente porque para persona, su problemas siempre es el más importante”, analizó.
“Hemos decaído mucho. El remedio que tiene el pueblo es el voto sin caer en el absurdo de votar a los mismos sectores y grupos políticos. Hay que demandar a los políticos a que mejoren y buscar a gente que tenga menos prontuarios, más antecedentes. Que no sean una maravilla pero sí que sean mejores”.
El histórico dirigente radical no descartó seguir trabajando en política, ratificó su militancia aunque desde una línea que no busca la confrontación ni la polémica. “A veces guardo silencio porque me amarga tener que aguantar después el ataque de la gente que tiene complicidad o pertenencia a esas actitudes indecorosas y reprochables. Te atacan cuando denuncias o marcás este tipo de cosas. Piensan que mi opinión es interesada y quiero sacarle provecho”.#
Carlos Maestro, gobernador del período 1991/99, aseguró haber transitado un camino político “a la inversa” en términos de enriquecimiento personal. Y advierte una profunda crisis de valores a nivel dirigencial de la que Chubut no está exenta. “Se produjo una gran decadencia en Argentina y en el mundo sobre el desarrollo humano y la forma de practicar la política, que debe ser siempre un acto de servicio y una función que debe enaltecer al hombre. No ha sido así y en los últimos tiempos, cada vez menos”.
Desde Buenos Aires, donde reside la mitad del año, dice sostenerse con su jubilación. “Y no es la de privilegio porque debido a eso, inicié un juicio a ANSES. Cobro ochenta mil pesos”. Y con algunos trabajos de asesoramiento profesional. Durante meses elige su casa de Playa Unión, una de las primeras construidas en el balneario.
Admite que ya no existe la preocupación de la gente “por la cosa pública” ni la vocación de servicio para representar a la gente. “La gente llega a la política y se enriquece de un modo escandaloso. Yo me empobrecí; tengo menos bienes que los que tenía cuando empecé a ejercer cargos públicos”, dijo en Cadena Tiempo Comodoro Rivadavia.
“Me da una profunda pena la realidad politica de Chubut y especialmente el escándalo del Caso Revelación, uno de los tantos de la provincia que conoce la opinión pública y que ha manchado a muchos funcionarios desde Das Neves hasta el presente”.
Apeló a la figura de Arturo Illía, el radical y expresidente que al retirarse de la Casa Rosada lo hizo en taxi por no contar siquiera con un auto propio.
Maestro defendió el reclamo de los empleados públicos reivindicando sus manifestaciones ante el incumplimiento en el pago de haberes por parte de la Provincia. “No veo el mismo nivel de indignación en los ciudadanos y hay un acostumbramiento a que las cosas sucedan de este modo. No puede concebirse como natural que se comporte tan mal quien ha sido elegido para el manejo de la cosa pública”.
Para el exgobernador existe una “naturalización” de estas situaciones: funcionarios involucrados en graves hechos de corrupción y la reacción ciudadana no sea acorde. “Si hoy hubiera elecciones no sé cómo actuaría la gente. En los últimos períodos no hubo un correlato entre el escándalo y la vergüenza con la respuesta del ciudadano con su voto. Se acompañó electoralmente a gente que no merecía ese tipo de respuesta de la gente. Además de cumplir una función con honestidad, se tiene que hacer más cosas por la gente porque para persona, su problemas siempre es el más importante”, analizó.
“Hemos decaído mucho. El remedio que tiene el pueblo es el voto sin caer en el absurdo de votar a los mismos sectores y grupos políticos. Hay que demandar a los políticos a que mejoren y buscar a gente que tenga menos prontuarios, más antecedentes. Que no sean una maravilla pero sí que sean mejores”.
El histórico dirigente radical no descartó seguir trabajando en política, ratificó su militancia aunque desde una línea que no busca la confrontación ni la polémica. “A veces guardo silencio porque me amarga tener que aguantar después el ataque de la gente que tiene complicidad o pertenencia a esas actitudes indecorosas y reprochables. Te atacan cuando denuncias o marcás este tipo de cosas. Piensan que mi opinión es interesada y quiero sacarle provecho”.#