Ha Tae-keung, miembro de la Comisión de Inteligencia, dijo a periodistas que Kim "está gobernando el país de forma normal tras haber perdido entre 10 y 20 kilos de peso recientemente".
Según el legislador, Kim preside reuniones durante horas y tampoco presenta anomalías al andar.
"Nada estorba su actividad normal", dijo Ha citando un informe del Servicio de Inteligencia Nacional (NIS), informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El junio, Corea del Norte mostró una inusual entrevista con un norcoreano de a pie diciendo que a la gente se le rompe el corazón de ver al respetado secretario general con un aspecto demacrado.
Según la prensa surcoreana, Kim tiene una estatura de unos 170 centímetros, pero pesaba hasta hace poco unos 140 kilos.
Atajando las conjeturas sobre el estado de salud de Kim, los medios norcoreanos afirmaron que el líder adelgazó de tanto trabajar por el bienestar de sus conciudadanos.
El propio Kim reconoció en más de una ocasión que Corea del Norte atraviesa por un período de carencias.
Corea del Norte se halla bajo sanciones internacionales debido a su programa nuclear, por lo que está más aislada que nunca.
El comercio con China, del que depende mucho, se redujo drásticamente y los cooperantes humanitarios se fueron del país.
Kim reconoció recientemente que Corea del Norte, un país donde el sector agrícola ya atraviesa dificultades enormes, se enfrenta a una "situación alimentaria tensa".
En abril llamó a "llevar a cabo una nueva 'Marcha Forzada' para ayudar a la población frente a las dificultades".
La "Marcha Forzada" es la expresión utilizada en Corea del Norte para designar la hambruna de la década de 1990 que causó cientos de miles de muertos, después de que Moscú redujera la ayuda como consecuencia del desmembramiento de la Unión Soviética.
Hace una semana, el líder norcoreano anunció el despido de funcionarios de alto rango a quienes acusó de ser responsables de un "grave incidente" relacionado con la pandemia del coronavirus que, hasta ahora, Corea del Norte asegura que no ha llegado a su territorio.
En enero de 2020, Kim decidió cerrar las fronteras para evitar la propagación del nuevo coronavirus que surgió en China, un país vecino y aliado económico de Corea del Norte.
Ha Tae-keung, miembro de la Comisión de Inteligencia, dijo a periodistas que Kim "está gobernando el país de forma normal tras haber perdido entre 10 y 20 kilos de peso recientemente".
Según el legislador, Kim preside reuniones durante horas y tampoco presenta anomalías al andar.
"Nada estorba su actividad normal", dijo Ha citando un informe del Servicio de Inteligencia Nacional (NIS), informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El junio, Corea del Norte mostró una inusual entrevista con un norcoreano de a pie diciendo que a la gente se le rompe el corazón de ver al respetado secretario general con un aspecto demacrado.
Según la prensa surcoreana, Kim tiene una estatura de unos 170 centímetros, pero pesaba hasta hace poco unos 140 kilos.
Atajando las conjeturas sobre el estado de salud de Kim, los medios norcoreanos afirmaron que el líder adelgazó de tanto trabajar por el bienestar de sus conciudadanos.
El propio Kim reconoció en más de una ocasión que Corea del Norte atraviesa por un período de carencias.
Corea del Norte se halla bajo sanciones internacionales debido a su programa nuclear, por lo que está más aislada que nunca.
El comercio con China, del que depende mucho, se redujo drásticamente y los cooperantes humanitarios se fueron del país.
Kim reconoció recientemente que Corea del Norte, un país donde el sector agrícola ya atraviesa dificultades enormes, se enfrenta a una "situación alimentaria tensa".
En abril llamó a "llevar a cabo una nueva 'Marcha Forzada' para ayudar a la población frente a las dificultades".
La "Marcha Forzada" es la expresión utilizada en Corea del Norte para designar la hambruna de la década de 1990 que causó cientos de miles de muertos, después de que Moscú redujera la ayuda como consecuencia del desmembramiento de la Unión Soviética.
Hace una semana, el líder norcoreano anunció el despido de funcionarios de alto rango a quienes acusó de ser responsables de un "grave incidente" relacionado con la pandemia del coronavirus que, hasta ahora, Corea del Norte asegura que no ha llegado a su territorio.
En enero de 2020, Kim decidió cerrar las fronteras para evitar la propagación del nuevo coronavirus que surgió en China, un país vecino y aliado económico de Corea del Norte.