Estos resultados “sorprenden parcialmente” por los triunfos de ambos dirigentes jóvenes, y sobre todo “sorprende la diferencia entre los candidatos ganadores, Sichel y Boric, con los candidatos tradicionales de partidos, Joaquín Lavín (UDI) y Daniel Jadue (PC)”, señaló el académico en diálogo con Télam.
En las elecciones primarias de ayer Boric ganó la interna de Apruebo dignidad cosechó 1.058.027 votos (60,43%), mientras que Sichel se impuso en la interna de Chile Vamos al reunir 659.570 sufragios (49,08%), con el 99,99% de las mesas escrutadas.
Gabriel Boric es el líder del partido Convergencia Social, tiene 35 años y es diputado desde 2018, en tanto que Sebastián Sichel, de 43 años, tiene como antecedente haber sido ministro de Desarrollo Social del presidente Sebastián Piñera.
Ninguno de ellos era favorito en las encuestas, lo que demuestra un nuevo error de los estudios electorales que se realizan en Chile.
Para Mella Polanco, con estos resultados, se confirma “agotamiento de la UDI (Unión Demócrata Independiente) como una maquina poderosa de hacer campaña en Chile”.
El académico chileno aseguró sobre la derrota de los candidatos de partidos tradicionales que “no sabemos cuánto impactó la cultura anticomunista que existe en Chile” en la victoria de Boris, que derroto al comunista Daniel Jadue, ex alcalde de la populosa comuna capitalina de Recoleta, quedó segundo con 692.862 votos (39,6%).
Y en cuanto al oficialismo, Mella destacó que “se encuentra en una fuerte crisis por la caída del apoyo en el presidente Piñera y por los efectos del estallido social de octubre de 2019”.
En la primaria oficialista Joaquín Lavín, exalcalde de la acaudalada comuna de Las Condes, también terminó segundo con 420.691 votos (31,3%).
Para Mella Polanco, en esta primaria, los chilenos alinearon su voto hacia el centro y se alejaron del escenario más polarizado, con una candidatura como la de Sichel, “que tiene buena capacidad de sacar votos más allá de los límites de los partidos de derecha" y lo mismo con un candidato como Gabriel Boric, "que claramente centró su estrategia en un llamado amplio a la movilización electoral”.
A este resultado, agregó, “hay que entenderlo como un nuevo ciclo político en Chile. Ambos son candidatos que no tienen una larga historia de militancia, que no tienen liderazgos nacionales asociados a partidos, son hombres nuevos en la política chilena”.
“Son jóvenes y por lo tanto representan la expectativa y demanda de renovación de la clase política que se ha hecho sentir en amplios sectores de la sociedad chilena desde el 18 de octubre de 2019 (fecha de inicio de las protestas sociales) y en ambos casos se tratan de candidatos que no buscan levantar una plataforma partidista, sino hacer un llamado a un electorado amplio”, explicó.
“No le tengan miedo a la juventud para cambiar este país, porque también bebemos de la experiencia de los que lucharon antes que nosotros, aprendemos de sus errores y de sus aciertos", dijo Boric en su mensaje posterior al triunfo en las primarias.
Sichel, en tanto, también afirmó que “es el tiempo de las personas comunes; adiós a la política de las corbatas y bienvenida la política de los bototos (zapatos de trabajo)”.
Mella analizó sus campañas y los resumió como “son dos candidatos que centran su trabajo de movilización electoral en las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información” y también son abanderados que presentan “una construcción muy fuerte de imagen personal”.
En la pasada primaria, según datos del Servicio Electoral, participaron 3.143.006 personas (21,4% del padrón electoral), lo que deja a este proceso de primarias como el más concurrido de la historia del país.
El politólogo chileno analizó también el papel de ausente de la ex Concertación en la primaria, al no llegar a un acuerdo con las fuerzas de izquierda, y las consecuencias en el mediano plazo para una posible candidata del bloque: la senadora democratacristiana Yasna Provoste.
“La chance de la candidatura de Yasna Provoste (DC) claramente se ve dañada y afectada por el resultado de las primarias”, evaluó Mella Polanco, y esto se da porque la tradicional centro izquierda chilena necesita una candidata propia “con el objeto de participar de una negociación para el gabinete del futuro Gobierno y no quedar totalmente marginado”.
Sin embargo, dice, este centro izquierda está con un poder de negociación muy limitado debido a los resultados electorales en años recientes.
“Un resultado indirecto de esta primaria es que configura un escenario que consolida la pérdida de la hegemonía de la centro izquierda en el proceso democrático chileno de noviembre (elecciones presidenciales y parlamentarias)”, dijo.
Chile tendrá elecciones presidenciales el domingo 21 de noviembre, según el calendario oficial, y una eventual segunda vuelta el 19 de diciembre.
Estos resultados “sorprenden parcialmente” por los triunfos de ambos dirigentes jóvenes, y sobre todo “sorprende la diferencia entre los candidatos ganadores, Sichel y Boric, con los candidatos tradicionales de partidos, Joaquín Lavín (UDI) y Daniel Jadue (PC)”, señaló el académico en diálogo con Télam.
En las elecciones primarias de ayer Boric ganó la interna de Apruebo dignidad cosechó 1.058.027 votos (60,43%), mientras que Sichel se impuso en la interna de Chile Vamos al reunir 659.570 sufragios (49,08%), con el 99,99% de las mesas escrutadas.
Gabriel Boric es el líder del partido Convergencia Social, tiene 35 años y es diputado desde 2018, en tanto que Sebastián Sichel, de 43 años, tiene como antecedente haber sido ministro de Desarrollo Social del presidente Sebastián Piñera.
Ninguno de ellos era favorito en las encuestas, lo que demuestra un nuevo error de los estudios electorales que se realizan en Chile.
Para Mella Polanco, con estos resultados, se confirma “agotamiento de la UDI (Unión Demócrata Independiente) como una maquina poderosa de hacer campaña en Chile”.
El académico chileno aseguró sobre la derrota de los candidatos de partidos tradicionales que “no sabemos cuánto impactó la cultura anticomunista que existe en Chile” en la victoria de Boris, que derroto al comunista Daniel Jadue, ex alcalde de la populosa comuna capitalina de Recoleta, quedó segundo con 692.862 votos (39,6%).
Y en cuanto al oficialismo, Mella destacó que “se encuentra en una fuerte crisis por la caída del apoyo en el presidente Piñera y por los efectos del estallido social de octubre de 2019”.
En la primaria oficialista Joaquín Lavín, exalcalde de la acaudalada comuna de Las Condes, también terminó segundo con 420.691 votos (31,3%).
Para Mella Polanco, en esta primaria, los chilenos alinearon su voto hacia el centro y se alejaron del escenario más polarizado, con una candidatura como la de Sichel, “que tiene buena capacidad de sacar votos más allá de los límites de los partidos de derecha" y lo mismo con un candidato como Gabriel Boric, "que claramente centró su estrategia en un llamado amplio a la movilización electoral”.
A este resultado, agregó, “hay que entenderlo como un nuevo ciclo político en Chile. Ambos son candidatos que no tienen una larga historia de militancia, que no tienen liderazgos nacionales asociados a partidos, son hombres nuevos en la política chilena”.
“Son jóvenes y por lo tanto representan la expectativa y demanda de renovación de la clase política que se ha hecho sentir en amplios sectores de la sociedad chilena desde el 18 de octubre de 2019 (fecha de inicio de las protestas sociales) y en ambos casos se tratan de candidatos que no buscan levantar una plataforma partidista, sino hacer un llamado a un electorado amplio”, explicó.
“No le tengan miedo a la juventud para cambiar este país, porque también bebemos de la experiencia de los que lucharon antes que nosotros, aprendemos de sus errores y de sus aciertos", dijo Boric en su mensaje posterior al triunfo en las primarias.
Sichel, en tanto, también afirmó que “es el tiempo de las personas comunes; adiós a la política de las corbatas y bienvenida la política de los bototos (zapatos de trabajo)”.
Mella analizó sus campañas y los resumió como “son dos candidatos que centran su trabajo de movilización electoral en las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información” y también son abanderados que presentan “una construcción muy fuerte de imagen personal”.
En la pasada primaria, según datos del Servicio Electoral, participaron 3.143.006 personas (21,4% del padrón electoral), lo que deja a este proceso de primarias como el más concurrido de la historia del país.
El politólogo chileno analizó también el papel de ausente de la ex Concertación en la primaria, al no llegar a un acuerdo con las fuerzas de izquierda, y las consecuencias en el mediano plazo para una posible candidata del bloque: la senadora democratacristiana Yasna Provoste.
“La chance de la candidatura de Yasna Provoste (DC) claramente se ve dañada y afectada por el resultado de las primarias”, evaluó Mella Polanco, y esto se da porque la tradicional centro izquierda chilena necesita una candidata propia “con el objeto de participar de una negociación para el gabinete del futuro Gobierno y no quedar totalmente marginado”.
Sin embargo, dice, este centro izquierda está con un poder de negociación muy limitado debido a los resultados electorales en años recientes.
“Un resultado indirecto de esta primaria es que configura un escenario que consolida la pérdida de la hegemonía de la centro izquierda en el proceso democrático chileno de noviembre (elecciones presidenciales y parlamentarias)”, dijo.
Chile tendrá elecciones presidenciales el domingo 21 de noviembre, según el calendario oficial, y una eventual segunda vuelta el 19 de diciembre.