“En el deporte olímpico todos los cuerpos son iguales y en el Paralímpico no”

Florencia Romero, atleta de Esquel, completó su segundo Juego Paralímpico. Reconoce no haber podido acceder a la final, pero valora la experiencia. “Yo no lanzo el disco para rehabilitarme ni mucho menos”, propone. Y pide por un acompañamiento mayor de marcas y sponsors.

11 SEP 2021 - 19:59 | Actualizado

No estamos en Japón. Y el cuerpo lo sabe. A pocos días de regresar de Tokio, a Florencia Romero le cuesta adaptar sus tiempos corporales al “modo argento”. Por eso se disculpa por no haber cumplido con un compromiso previo y a cambio, regala una doble dosis de simpatía en una charla mano a mano con “Fase Cero”, el programa que se emite en Cadena Tiempo Comodoro. Ve de verdad, por encima de su condición. E integra desde un pensamiento más abierto que el de cualquier persona convencional.

Aunque casi no hubo chances de conocer a la capital de Japón; ni de interactuar con las personas del otro lado del mundo, Florencia rescata la experiencia en tiempos de pandemia. “No pudimos salir de la villa olímpica. Íbamos de la villa al estadio y al lugar de entrenamiento, no mucho más que eso. Había sectores del comedor donde se podía probar comidas de la zona pero no se podía interactuar con la gente y eso fue realmente extraño”.

Asume que su segunda experiencia representando al país en un Paralímpico, no estuvo a la altura de su expectativa. “Pasó una semana y puedo hacer un balance más positivo pero al momento en el que terminó la prueba era totalmente negativo. Destaco haber llegado a un juego nuevamente aunque no cumplí mis expectativas que era volver a ingresar a una final. Sí rescato mi crecimiento, la madurez adquirida y aprender que no siempre se gana. Gané un montón de afecto. Estoy entre las diez mejores del mundo a nivel olímpico y no es poca cosa. A veces son días y a mí, ese día no se me dio”, reconoció.

La falta de competencia previa, la ausencia total de torneos en el exterior y las limitaciones que impuso la situación sanitaria en Argentina, representó un factor negativo en la preparación. “A nivel paralímpico en Argentina competimos tres o cuatro veces y roce internacional no hemos tenido. De hecho la última vez que competí fue hace dos años en el Mundial de Dubai. Esa falta de competencia en ese nivel se siente muchísimo”.

Mundo de sentidos

“Me impactó entrar al comedor y que alguien estuviera comiendo con el pie”, describe. A pesar de estar inmersa en el mundo paralímpico, Florencia asume que no deja de sorprenderse por las historias de vida que surgen constantemente.”Me sigo emocionando, son cosas que me llenan un montón. Más allá de la superación y el esfuerzo que tenemos todos los atletas a nivel paralímpico y olímpicos se está viendo un deporte cada vez más como competitivo y ya no como algo meramente social o recreativo”. Misma pasión en cuerpos que son armoniosamente diferentes. “Tengo una discapacidad visual pero yo no lanzo el disco para rehabilitarme ni mucho menos”, afirma.

“Amo lo recreativo porque yo salí de ahí pero existe una realidad. El deporte paralímpico contiene historias de vida que a lo mejor en un olímpico también están pero ahí todos los cuerpos son iguales y en un Paralímpico no”. Florencia dice poner al deporte en un plano de iguladad con su propia familia. “El deporte es lo más importante que tengo, es toda mi vida. Practico desde los cinco años y tengo veinticinco. Es mi vida entera”.

Hacia el futuro, Florencia proyecta volver a Japón para participar del Mundial y posteriormente el Mundial y el Panamericano 2023. “Es un ciclo muy corto y no tenemos mucho tiempo de pensar hacia adelante. Ojalá el roce internacional vuelva, en el país competí siempre conmigo misma cuando las marcas del otro te alientan, son otros los incentivos”.

Sponsors para todos

“Tengo muchos compañeros medallistas incluída yo y no tenemos apoyo, ni sponsors. No nos gusta comparar, pero las grandes marcas deportivas apoyan a campeones convencionales”, cuenta Romero quien lamenta la falta de “vidriera” para el deporte paralímpico. “Muchas veces la discapacidad implica dar lástima y si no es porque no sos discapacitado o no ganás. Nosotros no vamos por ese lado, no nos gusta porque no creemos que la lástima tenga que ver con una discapacidad. Somos personas y somos atletas “normales” porque normal no hay nadie y buscamos la igualdad de oportunidades”.

Por si había dudas, Florencia reafirma con natural actitud lo que piensa: “Yo me levanto cada día y hago una vida normal, como la de cualquiera que persigue sus sueños. Hay que pelear por lo que uno quiere y eso cabe para todos. La vida es una, hay que levantarse y ponerle garra ya que los límites nos los ponemos nosotros mismos”.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
11 SEP 2021 - 19:59

No estamos en Japón. Y el cuerpo lo sabe. A pocos días de regresar de Tokio, a Florencia Romero le cuesta adaptar sus tiempos corporales al “modo argento”. Por eso se disculpa por no haber cumplido con un compromiso previo y a cambio, regala una doble dosis de simpatía en una charla mano a mano con “Fase Cero”, el programa que se emite en Cadena Tiempo Comodoro. Ve de verdad, por encima de su condición. E integra desde un pensamiento más abierto que el de cualquier persona convencional.

Aunque casi no hubo chances de conocer a la capital de Japón; ni de interactuar con las personas del otro lado del mundo, Florencia rescata la experiencia en tiempos de pandemia. “No pudimos salir de la villa olímpica. Íbamos de la villa al estadio y al lugar de entrenamiento, no mucho más que eso. Había sectores del comedor donde se podía probar comidas de la zona pero no se podía interactuar con la gente y eso fue realmente extraño”.

Asume que su segunda experiencia representando al país en un Paralímpico, no estuvo a la altura de su expectativa. “Pasó una semana y puedo hacer un balance más positivo pero al momento en el que terminó la prueba era totalmente negativo. Destaco haber llegado a un juego nuevamente aunque no cumplí mis expectativas que era volver a ingresar a una final. Sí rescato mi crecimiento, la madurez adquirida y aprender que no siempre se gana. Gané un montón de afecto. Estoy entre las diez mejores del mundo a nivel olímpico y no es poca cosa. A veces son días y a mí, ese día no se me dio”, reconoció.

La falta de competencia previa, la ausencia total de torneos en el exterior y las limitaciones que impuso la situación sanitaria en Argentina, representó un factor negativo en la preparación. “A nivel paralímpico en Argentina competimos tres o cuatro veces y roce internacional no hemos tenido. De hecho la última vez que competí fue hace dos años en el Mundial de Dubai. Esa falta de competencia en ese nivel se siente muchísimo”.

Mundo de sentidos

“Me impactó entrar al comedor y que alguien estuviera comiendo con el pie”, describe. A pesar de estar inmersa en el mundo paralímpico, Florencia asume que no deja de sorprenderse por las historias de vida que surgen constantemente.”Me sigo emocionando, son cosas que me llenan un montón. Más allá de la superación y el esfuerzo que tenemos todos los atletas a nivel paralímpico y olímpicos se está viendo un deporte cada vez más como competitivo y ya no como algo meramente social o recreativo”. Misma pasión en cuerpos que son armoniosamente diferentes. “Tengo una discapacidad visual pero yo no lanzo el disco para rehabilitarme ni mucho menos”, afirma.

“Amo lo recreativo porque yo salí de ahí pero existe una realidad. El deporte paralímpico contiene historias de vida que a lo mejor en un olímpico también están pero ahí todos los cuerpos son iguales y en un Paralímpico no”. Florencia dice poner al deporte en un plano de iguladad con su propia familia. “El deporte es lo más importante que tengo, es toda mi vida. Practico desde los cinco años y tengo veinticinco. Es mi vida entera”.

Hacia el futuro, Florencia proyecta volver a Japón para participar del Mundial y posteriormente el Mundial y el Panamericano 2023. “Es un ciclo muy corto y no tenemos mucho tiempo de pensar hacia adelante. Ojalá el roce internacional vuelva, en el país competí siempre conmigo misma cuando las marcas del otro te alientan, son otros los incentivos”.

Sponsors para todos

“Tengo muchos compañeros medallistas incluída yo y no tenemos apoyo, ni sponsors. No nos gusta comparar, pero las grandes marcas deportivas apoyan a campeones convencionales”, cuenta Romero quien lamenta la falta de “vidriera” para el deporte paralímpico. “Muchas veces la discapacidad implica dar lástima y si no es porque no sos discapacitado o no ganás. Nosotros no vamos por ese lado, no nos gusta porque no creemos que la lástima tenga que ver con una discapacidad. Somos personas y somos atletas “normales” porque normal no hay nadie y buscamos la igualdad de oportunidades”.

Por si había dudas, Florencia reafirma con natural actitud lo que piensa: “Yo me levanto cada día y hago una vida normal, como la de cualquiera que persigue sus sueños. Hay que pelear por lo que uno quiere y eso cabe para todos. La vida es una, hay que levantarse y ponerle garra ya que los límites nos los ponemos nosotros mismos”.


NOTICIAS RELACIONADAS