La clave del día / Los mariscales de las derrotas en Chubut

Hacía mucho tiempo que los resultados de una elección no tenían tantos padres para semejantes derrotas como las que hubo el domingo en Chubut. Son tantos los perdedores, que el camino hacia el 14 de noviembre puede ser mucho más tortuoso para algunos referentes políticos.

13 SEP 2021 - 21:04 | Actualizado

Salvo Nacho Torres y Ana Clara Romero, que integraron la lista más votada en las PASO –superando sus propias expectativas-, el Frente de Izquierda, que hizo una gran elección, y el Partido Independiente de Chubut (PICh), que con un empresario de medios poco conocido como cabeza de lista rozó los 20 mil votos, todo el resto del arco político recibió un cross en la mandíbula.

Hay matices, por supuesto, pero la cantidad dirigentes que quedó “al borde del nocaut” tras las PASO hace avizorar el inicio de una profunda etapa de renovación en los partidos que dominaron la escena política de Chubut en las últimas décadas.

Sin dudas, el gran derrotado en las primarias del domingo fue el Partido Justicialista, que llegó a las PASO con el sello de fantasía de “Todos”, dando a entender un frente que no era tal y que apenas si se convirtió en un mero repetidor de eslóganes surgidos de usinas de comunicación cercanas a la Casa Rosada, que hoy son apuntadas como una de las responsables del descalabro electoral del presidente Alberto Fernández.

A dos meses de las generales, la lista del PJ que encabeza el presidente del PJ –un trabalenguas que explica en parte el desorden que es hoy el justicialismo- quedó expuesta a un cisma mucho antes de lo que algunos pensaban. Por qué un candidato como Carlos Linares, que venía de perder las últimas dos elecciones en la que jugó –en 2019, la de gobernador a manos de Mariano Arcioni; y en 2017 las legislativas con Ricardo Fueyo, que quedó tercero- podía ganar una elección tan importante como la del domingo, es una pregunta que pocos peronistas pueden responder con algún argumento sólido.

Si en noviembre la caída no es más grave que la del domingo, es posible que Linares termine siendo senador de un peronismo derrotado. Algunos creen que debería ser su última actuación pública en nombre del PJ.

En la caída, Linares se está llevando puestos los vestigios del viejo Frente Peronista de Trelew, dejando fuera de juego a Florencia Papaiani, la nuera de César “Kuky” Mac Karthy, el creador del otrora poderoso FP. También el intendente de Comodoro Rivadavia y aspirante a la Gobernación en 2023, Juan Pablo Luque, cargará con esta pesada mochila. Nada es gratis.

Los hermanos Sastre tampoco saldrán indemnes. Es posible que su candidata a diputada nacional Eugenia Alianello obtenga una banca, pero el triunfo de Juntos por el Cambio en “La más linda” dejará huellas. Y lo mismo le ocurrirá a Adrián Maderna en Trelew, en donde no sólo perdió el peronismo sino que sacó muchos votos Federico Massoni.

No se puede perder de vista que el triunfo de Torres no fue un fenómeno de las grandes ciudades: Juntos por el Cambio se impuso en 12 de los 15 departamentos de Chubut, en donde hace dos años el Frente de Todos arrasó en las presidenciales.

El Gobierno provincial también sufrió un duro revés. Más en sus expectativas que en las posibilidades ciertas que podían tener sus candidatos. Sin una campaña clara, creyéndose que las encuestas que lo daban muy arriba a Massoni eran reales y que con la buena imagen de gestión de Fabián Puratich alcanzaba, la realidad le jugó una mala pasada. El resultado tiene atenuantes si se tiene en cuenta que hace seis meses nadie hubiera imaginado que una boleta del oficialismo provincial podía sumar 35 mil votos.

En el radicalismo deberían empezar a hacer cola para poner las barbas en remojo. Ayer, el diputado Gustavo Menna se bajó de la carrera por la Gobernación. Además, ya se sabe que Jacqueline Caminoa, presidenta de la UCR, no podrá integrar la lista de Torres en las generales. Y el otro que se jugó mucho el domingo, el intendente Sergio Ongarato, tiene dos años difíciles por delante en el municipio de Esquel tras ser derrotado en su propio pago.

Un viejo zorro de estas lides, como Mario Cimadevilla, es otro de los que quedó fuera de juego el domingo. Levantando las banderas históricas del radicalismo en contra de la alianza con el PRO, el exsenador sacó 10 mil votos, menos sufragios que el voto en blanco (11 mil) y que los votos nulos (unos 19.000).

Se vienen tiempos de mucha renovación en los partidos. Los que no lo entiendan o no quieran dar un paso al costado a tiempo, están en serios problemas.

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13 SEP 2021 - 21:04

Salvo Nacho Torres y Ana Clara Romero, que integraron la lista más votada en las PASO –superando sus propias expectativas-, el Frente de Izquierda, que hizo una gran elección, y el Partido Independiente de Chubut (PICh), que con un empresario de medios poco conocido como cabeza de lista rozó los 20 mil votos, todo el resto del arco político recibió un cross en la mandíbula.

Hay matices, por supuesto, pero la cantidad dirigentes que quedó “al borde del nocaut” tras las PASO hace avizorar el inicio de una profunda etapa de renovación en los partidos que dominaron la escena política de Chubut en las últimas décadas.

Sin dudas, el gran derrotado en las primarias del domingo fue el Partido Justicialista, que llegó a las PASO con el sello de fantasía de “Todos”, dando a entender un frente que no era tal y que apenas si se convirtió en un mero repetidor de eslóganes surgidos de usinas de comunicación cercanas a la Casa Rosada, que hoy son apuntadas como una de las responsables del descalabro electoral del presidente Alberto Fernández.

A dos meses de las generales, la lista del PJ que encabeza el presidente del PJ –un trabalenguas que explica en parte el desorden que es hoy el justicialismo- quedó expuesta a un cisma mucho antes de lo que algunos pensaban. Por qué un candidato como Carlos Linares, que venía de perder las últimas dos elecciones en la que jugó –en 2019, la de gobernador a manos de Mariano Arcioni; y en 2017 las legislativas con Ricardo Fueyo, que quedó tercero- podía ganar una elección tan importante como la del domingo, es una pregunta que pocos peronistas pueden responder con algún argumento sólido.

Si en noviembre la caída no es más grave que la del domingo, es posible que Linares termine siendo senador de un peronismo derrotado. Algunos creen que debería ser su última actuación pública en nombre del PJ.

En la caída, Linares se está llevando puestos los vestigios del viejo Frente Peronista de Trelew, dejando fuera de juego a Florencia Papaiani, la nuera de César “Kuky” Mac Karthy, el creador del otrora poderoso FP. También el intendente de Comodoro Rivadavia y aspirante a la Gobernación en 2023, Juan Pablo Luque, cargará con esta pesada mochila. Nada es gratis.

Los hermanos Sastre tampoco saldrán indemnes. Es posible que su candidata a diputada nacional Eugenia Alianello obtenga una banca, pero el triunfo de Juntos por el Cambio en “La más linda” dejará huellas. Y lo mismo le ocurrirá a Adrián Maderna en Trelew, en donde no sólo perdió el peronismo sino que sacó muchos votos Federico Massoni.

No se puede perder de vista que el triunfo de Torres no fue un fenómeno de las grandes ciudades: Juntos por el Cambio se impuso en 12 de los 15 departamentos de Chubut, en donde hace dos años el Frente de Todos arrasó en las presidenciales.

El Gobierno provincial también sufrió un duro revés. Más en sus expectativas que en las posibilidades ciertas que podían tener sus candidatos. Sin una campaña clara, creyéndose que las encuestas que lo daban muy arriba a Massoni eran reales y que con la buena imagen de gestión de Fabián Puratich alcanzaba, la realidad le jugó una mala pasada. El resultado tiene atenuantes si se tiene en cuenta que hace seis meses nadie hubiera imaginado que una boleta del oficialismo provincial podía sumar 35 mil votos.

En el radicalismo deberían empezar a hacer cola para poner las barbas en remojo. Ayer, el diputado Gustavo Menna se bajó de la carrera por la Gobernación. Además, ya se sabe que Jacqueline Caminoa, presidenta de la UCR, no podrá integrar la lista de Torres en las generales. Y el otro que se jugó mucho el domingo, el intendente Sergio Ongarato, tiene dos años difíciles por delante en el municipio de Esquel tras ser derrotado en su propio pago.

Un viejo zorro de estas lides, como Mario Cimadevilla, es otro de los que quedó fuera de juego el domingo. Levantando las banderas históricas del radicalismo en contra de la alianza con el PRO, el exsenador sacó 10 mil votos, menos sufragios que el voto en blanco (11 mil) y que los votos nulos (unos 19.000).

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