España y Alemania registran la inflación mensual más alta en casi 30 años

La inflación en España y Alemania continuó su aceleración durante el presente mes de octubre y alcanzó el 5,5% y el 4,5% interanual, respectivamente, las mayores cifras en casi tres décadas, con la electricidad representando el principal impulsor al alza de los precios.

28 OCT 2021 - 11:22 | Actualizado

En el caso español, el nivel es el más elevado desde septiembre de 1992, de acuerdo con una primera estimación publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país.

La cifra, además, implicó una aceleración respecto de septiembre donde había marcado un 4%, lo cual constituyó un récord desde 2008 y supera la meta a mediano plazo del Banco Central Europeo (BCE) de un 2,2% en su tasa anual.

La inflación comenzó a impactar con dureza en el territorio europeo a partir de comienzos de este año (luego de un 2020 con valores negativos) de la mano del repunte en el consumo, los altos precios de la electricidad y los combustibles y los problemas en las cadenas de suministro globales.

Según el organismo público español, se destacan las “subidas de los precios de la electricidad, y en menor medida, los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el gas”.

En ese sentido, si se tiene en cuenta la inflación subyacente (es decir, la tasa que no incluye a los alimentos elaborados ni a los productos energéticos) se situaría en sólo 1,4%, casi cuatro puntos por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general, siendo la diferencia mas grande entre ambos desde el comienzo de la serie en agosto de 1986.

España es particularmente vulnerable a los precios de la energía ya que es dependiente de las importaciones de gas para generar electricidad. Según cálculos de la agencia de noticias Bloomberg, el país sólo produce el 28% de la energía que consume, mientras que países como Francia y Alemania lo hacen en un 53% y 35% respectivamente.

En cuanto a Alemania, su índice se situó 0,4% por encima del de septiembre en su nivel más alto desde octubre de 1993, en tiempos donde la reunificación había causado un “boom” de la demanda y la economía germana, según señaló hoy el instituto de estadísticas Destatis.

Pero en este caso el contexto es diferente: los precios resultaron afectados por los precios de la energía (que se incrementó en un 18,6% anual), así como la escasez de ciertos componentes en la industria, especialmente la automotriz, donde Alemania es el principal productor europeo.

Un ejemplo respecto de lo ultimo es el caso de Volkswagen: hoy la automotriz alemana anunció que entre julio y septiembre el grupo entregó un 25% de autos menos que en el mismo periodo del año anterior, debido a la falta de semiconductores que la obligaron a detener varias veces las cadenas de producción, según la agencia de noticias DPA.

Otro factor es la reducción temporal del IVA que dispuso el gobierno alemán durante el año pasado, que finalizó en enero de este año y genera, por tanto, un efecto de arrastre.

El alza de los precios inquieta a los mercados, pero el Banco Central Europeo (BCE), que busca evitar que se frene la recuperación económica, pide mantener la calma ya que a su juicio la tendencia se debe a factores pasajeros, una lectura compartida por la Reserva Federal estadounidense (FED).

Hoy la entidad, luego de su reunión mensual, decidió mantener sin cambios las tasas de interés en niveles mínimos así como el resto de sus instrumentos de política monetaria (que incluye un programa de emergencia pandémica de compra de bonos de 1,85 mil millones de euros hasta marzo de 2022).

Por su parte, la directora del BCE, Christine Lagarde, señaló hoy en una conferencia de prensa que el aumento de la inflación en Europa será “más largo de lo previsto”, pero debería comenzar a mermar durante 2022.

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28 OCT 2021 - 11:22

En el caso español, el nivel es el más elevado desde septiembre de 1992, de acuerdo con una primera estimación publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país.

La cifra, además, implicó una aceleración respecto de septiembre donde había marcado un 4%, lo cual constituyó un récord desde 2008 y supera la meta a mediano plazo del Banco Central Europeo (BCE) de un 2,2% en su tasa anual.

La inflación comenzó a impactar con dureza en el territorio europeo a partir de comienzos de este año (luego de un 2020 con valores negativos) de la mano del repunte en el consumo, los altos precios de la electricidad y los combustibles y los problemas en las cadenas de suministro globales.

Según el organismo público español, se destacan las “subidas de los precios de la electricidad, y en menor medida, los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el gas”.

En ese sentido, si se tiene en cuenta la inflación subyacente (es decir, la tasa que no incluye a los alimentos elaborados ni a los productos energéticos) se situaría en sólo 1,4%, casi cuatro puntos por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general, siendo la diferencia mas grande entre ambos desde el comienzo de la serie en agosto de 1986.

España es particularmente vulnerable a los precios de la energía ya que es dependiente de las importaciones de gas para generar electricidad. Según cálculos de la agencia de noticias Bloomberg, el país sólo produce el 28% de la energía que consume, mientras que países como Francia y Alemania lo hacen en un 53% y 35% respectivamente.

En cuanto a Alemania, su índice se situó 0,4% por encima del de septiembre en su nivel más alto desde octubre de 1993, en tiempos donde la reunificación había causado un “boom” de la demanda y la economía germana, según señaló hoy el instituto de estadísticas Destatis.

Pero en este caso el contexto es diferente: los precios resultaron afectados por los precios de la energía (que se incrementó en un 18,6% anual), así como la escasez de ciertos componentes en la industria, especialmente la automotriz, donde Alemania es el principal productor europeo.

Un ejemplo respecto de lo ultimo es el caso de Volkswagen: hoy la automotriz alemana anunció que entre julio y septiembre el grupo entregó un 25% de autos menos que en el mismo periodo del año anterior, debido a la falta de semiconductores que la obligaron a detener varias veces las cadenas de producción, según la agencia de noticias DPA.

Otro factor es la reducción temporal del IVA que dispuso el gobierno alemán durante el año pasado, que finalizó en enero de este año y genera, por tanto, un efecto de arrastre.

El alza de los precios inquieta a los mercados, pero el Banco Central Europeo (BCE), que busca evitar que se frene la recuperación económica, pide mantener la calma ya que a su juicio la tendencia se debe a factores pasajeros, una lectura compartida por la Reserva Federal estadounidense (FED).

Hoy la entidad, luego de su reunión mensual, decidió mantener sin cambios las tasas de interés en niveles mínimos así como el resto de sus instrumentos de política monetaria (que incluye un programa de emergencia pandémica de compra de bonos de 1,85 mil millones de euros hasta marzo de 2022).

Por su parte, la directora del BCE, Christine Lagarde, señaló hoy en una conferencia de prensa que el aumento de la inflación en Europa será “más largo de lo previsto”, pero debería comenzar a mermar durante 2022.


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