Gracias por la magia, "Guerreros de la Villa"

Gaiman FC protagonizó su regresó a los torneos interligas después de tres décadas. Desplegaron un estilo que causó entusiasmo y admiración en el pueblo y en el ambiente del fútbol doméstico.

16 DIC 2021 - 18:13 | Actualizado

Por Francisco Caputo

Gaiman FC vivió un año futbolístico a puro frenesí. El “Rojinegro”, en el regreso a la actividad formal tras un año y medio, transitó distintas vivencias en el fútbol zonal. Se proclamó campeón del Patagónico y volvió a participar de un Regional después de tres décadas. Pero el balance trasciende a un resultado deportivo.

Tras el título liguista del 2019, se planteaba un desafío para el plantel conducido por Oscar Viegas: exportar su estilo por fuera de la Liga del Valle. Y hubo éxito. Gaiman FC ofreció algo diferente al mundo del balompié local. En su excursión, hizo gala de particular estilo: el fútbol familiar de pueblo.

Pueblo y equipo

Se vivió un vértigo especial en cada presentación del equipo, tanto en el Clasificatorio Patagónico como en el Regional. Esto ocurrió porque la simbiosis entre pueblo y equipo era absoluta.

En las vísperas de los partidos, la expectativa por “Los Guerreros de la Villa” era gigante. Todo tiene una explicación. Se convirtieron en embajadores del pueblo en el verde césped.

La inmensa mayoría son futbolistas nacidos y criados en el semillero del club, con gran sentido de pertenencia por la camiseta y por la localidad. Y el puñado de foráneos, léase Carlos Ancamil y el dolavense Axel Pugh, fueron incorporados al grupo con extrema simplicidad. Es una gran familia de pueblo jugando al fútbol.

También influyó que ninguno de ellos vive del fútbol. Combinan su amor por la pelota con sus jornadas laborales. Y en la localidad lo ven cotidianamente. Por dar un ejemplo, Denis Fernández, playero en una estación de servicio, cargaba la nafta a los autos de los vecinos que iban a alentarlo.

La identificación era absoluta. La comunidad lo sintió así. El pueblo salía a la cancha a ofrecer un espectáculo que generaba entusiasmo, al margen del resultado.

Alegrías y tristezas

Con ese espíritu, Gaiman ganó el Clasificatorio Patagónico ante San Martín de Esquel y Laprida de Comodoro. El empate ante el “Verde” condicionó sus aspiraciones. Pero con coraje, conquistó la clasificación al Regional en suelo comodorense. Al regreso, fueron recibidos como héroes.

En el Regional, la “Cachineta” dio batalla. Conquistó una destacada igualdad en tres goles ante J.J. Moreno en la Villa Deportiva y ganó el pasado domingo en su despedida del torneo, ante Racing. Pero el equipo sufrió dos hirientes 6-1 que determinaron su eliminación en la quinta fecha. Esos resultados marcan que hay aspectos para mejorar en aspectos futbolísticos y dirigenciales.

Pero resulta imposible considerar negativo. Gaiman FC mostró en el ámbito interligas un estilo que cautivó corazones propios ajenos. Es una frescura saludable que le sienta de maravillas al fútbol doméstico.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
16 DIC 2021 - 18:13

Por Francisco Caputo

Gaiman FC vivió un año futbolístico a puro frenesí. El “Rojinegro”, en el regreso a la actividad formal tras un año y medio, transitó distintas vivencias en el fútbol zonal. Se proclamó campeón del Patagónico y volvió a participar de un Regional después de tres décadas. Pero el balance trasciende a un resultado deportivo.

Tras el título liguista del 2019, se planteaba un desafío para el plantel conducido por Oscar Viegas: exportar su estilo por fuera de la Liga del Valle. Y hubo éxito. Gaiman FC ofreció algo diferente al mundo del balompié local. En su excursión, hizo gala de particular estilo: el fútbol familiar de pueblo.

Pueblo y equipo

Se vivió un vértigo especial en cada presentación del equipo, tanto en el Clasificatorio Patagónico como en el Regional. Esto ocurrió porque la simbiosis entre pueblo y equipo era absoluta.

En las vísperas de los partidos, la expectativa por “Los Guerreros de la Villa” era gigante. Todo tiene una explicación. Se convirtieron en embajadores del pueblo en el verde césped.

La inmensa mayoría son futbolistas nacidos y criados en el semillero del club, con gran sentido de pertenencia por la camiseta y por la localidad. Y el puñado de foráneos, léase Carlos Ancamil y el dolavense Axel Pugh, fueron incorporados al grupo con extrema simplicidad. Es una gran familia de pueblo jugando al fútbol.

También influyó que ninguno de ellos vive del fútbol. Combinan su amor por la pelota con sus jornadas laborales. Y en la localidad lo ven cotidianamente. Por dar un ejemplo, Denis Fernández, playero en una estación de servicio, cargaba la nafta a los autos de los vecinos que iban a alentarlo.

La identificación era absoluta. La comunidad lo sintió así. El pueblo salía a la cancha a ofrecer un espectáculo que generaba entusiasmo, al margen del resultado.

Alegrías y tristezas

Con ese espíritu, Gaiman ganó el Clasificatorio Patagónico ante San Martín de Esquel y Laprida de Comodoro. El empate ante el “Verde” condicionó sus aspiraciones. Pero con coraje, conquistó la clasificación al Regional en suelo comodorense. Al regreso, fueron recibidos como héroes.

En el Regional, la “Cachineta” dio batalla. Conquistó una destacada igualdad en tres goles ante J.J. Moreno en la Villa Deportiva y ganó el pasado domingo en su despedida del torneo, ante Racing. Pero el equipo sufrió dos hirientes 6-1 que determinaron su eliminación en la quinta fecha. Esos resultados marcan que hay aspectos para mejorar en aspectos futbolísticos y dirigenciales.

Pero resulta imposible considerar negativo. Gaiman FC mostró en el ámbito interligas un estilo que cautivó corazones propios ajenos. Es una frescura saludable que le sienta de maravillas al fútbol doméstico.


NOTICIAS RELACIONADAS