Aguilar: “No se puede trabajar a full cuatro meses y después estar ocho meses parados”

Consideró al langostino como el producto “estrella” y del mismo modo, resaltó el potencial del recurso merluza a partir de un mayor procesamiento en plantas. “Los barcos parados no le sirven a nadie, ni a los trabajadores ni a los dueños ni al Estado”, reconoció.

Y en referencia a los reclamos de trabajadores en el Puerto de Comodoro Rivadavia en demanda por el ingreso de más barcos, indicó que el recurso migró hacia aguas de Santa Cruz y que esto demandó de una nueva estrategia. “La merluza siempre estuvo posicionada frente a Chubut y hoy aparece con mucha más intensidad en Santa Cruz por lo que los barcos intentan ir allá; los hicimos volver y están pescando dentro de nuestra jurisdicción”.

Aguilar explicó que el inicio de la temporada de pesca de langostino comienza en la zona sur y después, debido a la movilidad del recurso se finaliza en el límite norte cerca de Rio Negro. “Por eso la zona de pesca queda a más de 30 horas de navegación desde donde está el recurso hasta el puerto de Comodoro. Por eso arranca acá y se termina operando en Puerto Madryn”.

“Hoy Río Negro a través de San Antonio Oeste desembarca langostino, que nunca habían tenido. Eso demuestra cómo migró tanto esta especie que se mueve de manera natural. A veces lo han buscado inclusive cerca de la milla 98”, explicó. Nada puede hacerse a partir de este desplazamiento natural. “Difícilmente podemos hacer algo. Acompañamos la naturaleza y respetamos la salubridad de los caladeros pero no podemos más que buscar la diversificación del sistema productivo de la pesca a través de otro tipo de recurso”.

Resaltó que la merluza sostiene la producción en el puerto de Comodoro cuando no se pesca langostino. “Si este fuera uno de los productos que acompaña ese proceso productivo de la pesca, quizás más barcos saldrían a pescar merluza. La realidad es que hoy solo las plantas de Comodoro, además de Red Chambers y Pesca Puerta se dedican al corte de merluza. Intentamos que otras plantas lo hagan para que varios barcos pesquen esta especie, operando desde Comodoro donde la merluza está posicionada”.

El funcionario reconoce la “monopolización” que produce la pesca de langostino. “Está frente a Rawson pero los barcos no tienen posibilidad logística de llegar hasta Comodoro, van y vienen en el día. Hacer un amarre en Camarones es inviable para el negocio y el recurso”.

Para romper el esquema de monopesca, se plantea un proceso de diversificación que asegure trabajo sostenido gran parte del año. “El langostino tiene un período temporal de captura e históricamente Chubut ha pescado de noviembre a marzo. Hoy ya estamos por niveles de descarga más bajos de lo que estamos acostumbrados. Pretendemos que se pesque otro tipo de recurso, por ejemplo la anchoa”.

Según Aguilar no hay plantas para su procesamiento pero podría abastecerse a los saladeros posicionados en Mar del Plata. Y al resaltar el compromiso gremial, indicó que podría proyectarse la pesca de merluza como de caballa o magrú, tal su denominación local, a pedido del bróker de abastecedores de conserveros. “Así tendríamos varios meses de cada especie, y trabajaríamos al menos diez meses”.

“El producto estrella que tiene la pesquería es el langostino y Chubut aporta y mucho en eso. La pesca cerró con 2 mil millones de dólares de regalías y es natural que el langostino genere eso. Ese circuito productivo requiere diversificar. No se puede trabajar a full cuatro meses y estar ocho meses parados porque no hay economía que aguante. La merluza es un buen producto y genera más fuentes de trabajo que el langostino y por la baja su nivel de desembarco hay que buscar alternativas que las conocemos y las tenemos”.