La reunión del jueves fue positiva para los exportadores de merluza, que fueron anoticiados de que Brasil cambiará por dos meses el formato de evaluación del producto congelado.
“Nos anunciaron que modificarán por sesenta días el criterio de evaluación de la merluza congelada argentina, beneficiando de inmediato al 70% de las exportaciones de la Patagonia y Mar del Plata”, informó el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, tras el encuentro del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, con su par brasileño.
Los encuentros posteriores entre funcionarios de ambos países incluyeron una revisión de las cuestiones sanitarias que aplica Brasil y que la Argentina quiere someter a debate para seguir eliminando barreras.
La delegación argentina estuvo encabezada por el subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman, y sumó al secretario de Pesca de Chubut, Gabriel Aguilar, además de directivos de la CAPIP, la CAFACh, empresas no agremiadas y organizaciones empresariales marplatenses.
Gestión y lobby
Las gestiones del embajador Scioli fueron determinantes para lograr una agenda de reuniones con autoridades gubernamentales brasileñas, el pasado miércoles 6 en Brasilia y un día después en San Pablo, con potenciales compradores de productos argentinos.
Hasta ahora, la autoridad sanitaria brasileña limitaba el ingreso de langostino aduciendo que tiene una excesiva presencia de cadmio. Y que la merluza tiene sal por encima de la permitida. Consideraciones discutibles ya que los mismos productos ingresan sin inconvenientes, a los mercados más exigentes del mundo
Del otro lado, los productores de langostino brasileños saben el aprecio que los consumidores de su país tienen por la oferta pesquera argentina, a punto tal que judicializaron su reclamo, volviendo a entornar la puerta comercial para el langostino patagónico, que ahora el embajador Scioli logró abrir.
La reunión del jueves fue positiva para los exportadores de merluza, que fueron anoticiados de que Brasil cambiará por dos meses el formato de evaluación del producto congelado.
“Nos anunciaron que modificarán por sesenta días el criterio de evaluación de la merluza congelada argentina, beneficiando de inmediato al 70% de las exportaciones de la Patagonia y Mar del Plata”, informó el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, tras el encuentro del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, con su par brasileño.
Los encuentros posteriores entre funcionarios de ambos países incluyeron una revisión de las cuestiones sanitarias que aplica Brasil y que la Argentina quiere someter a debate para seguir eliminando barreras.
La delegación argentina estuvo encabezada por el subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman, y sumó al secretario de Pesca de Chubut, Gabriel Aguilar, además de directivos de la CAPIP, la CAFACh, empresas no agremiadas y organizaciones empresariales marplatenses.
Gestión y lobby
Las gestiones del embajador Scioli fueron determinantes para lograr una agenda de reuniones con autoridades gubernamentales brasileñas, el pasado miércoles 6 en Brasilia y un día después en San Pablo, con potenciales compradores de productos argentinos.
Hasta ahora, la autoridad sanitaria brasileña limitaba el ingreso de langostino aduciendo que tiene una excesiva presencia de cadmio. Y que la merluza tiene sal por encima de la permitida. Consideraciones discutibles ya que los mismos productos ingresan sin inconvenientes, a los mercados más exigentes del mundo
Del otro lado, los productores de langostino brasileños saben el aprecio que los consumidores de su país tienen por la oferta pesquera argentina, a punto tal que judicializaron su reclamo, volviendo a entornar la puerta comercial para el langostino patagónico, que ahora el embajador Scioli logró abrir.