El Gobierno y el municipio de Madryn, juntos para poner cierre a la larga crisis de Alpesca

Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.

05 ENE 2014 - 0:02 | Actualizado

Antes de irse de licencia, el gobernador Martín Buzzi le pidió expresamente al ministro Coordinador, Miguel Castro, que agotara las gestiones para que a su regreso el tema Alpesca estuviera cerrado. Ni el propio Castro pensaba que la situación se iba a encarrilar tan pronto, como finalmente sucedió ayer, cuando comenzó a tomar forma la venta de una empresa clave del sector pesquero, atravesada por una crisis casi terminal.

Castro puso manos a la obra y el viernes por la noche se fue hasta Madryn a participar de una reunión en el municipio junto al intendente local, Ricardo Sastre, algunos funcionarios provinciales y representantes de todos los gremios. El único que faltó fue Omar “Cura” Segundo, el todavía dueño de las acciones de Alpesca, que faltó sin aviso.

Sin embargo, todas las partes reunidas en el despacho del intendente avanzaron en un acuerdo de palabra: no había margen para dilatar más el traspaso de Alpesca. Los titulares de los gremios y los delegados de la firma quedaron a cargo de una misión clave: poner en caja a Segundo, que ya había dicho que estaba dispuesto a ceder la empresa a cambio de la deuda, pero que otra vez volvió a moverse de manera sinuosa.

Los trabajadores les hicieron saber a las autoridades que la oferta del empresario Federico Otero era la más potable, en detrimento de la enigmática Guigus S.A., que no convencía a nadie, salvo al propio Segundo, que hacía fuerza para entregarle el control.

Otero fue el único que, al menos, expuso un plan de trabajo. La única duda era saber si contaba con la espalda financiera suficiente como para cerrar la operación y poner en marcha la empresa.

Oriundo de Río Negro, Otero contó a quien quisiera oírlo que el origen de la fortuna de su familia era una próspera cadena de supermercados que finalmente fue vendida a La Anónima.

Aunque no es conocido localmente, en la vecina provincia donde tiene aceitados contactos con importantes referentes económicos y políticos, tanto del peronismo como del radicalismo.

Un sábado agitado

Ayer por la mañana, cuando toda la negociación parecía estar al borde del naufragio, el propio Otero ubicó a Segundo en el bar de un lujoso hotel ubicado frente a la costa madrynense. Llegó con un papel en el que estaba escrita la forma en que se traspasarían las acciones de Alpesca a los nuevos dueños.

El “Cura” cedió y firmó ese papel, con el compromiso de reunirse más tarde en una escribanía de Madryn a sellar oficialmente el convenio.

Otero prometió a los gremios poner rápidamente a funcionar la empresa, y hasta habló de inyectar en las próximas semanas unos 40 millones para levantar los salarios caídos y algunas cuestiones operativas.

Una de las cuestiones pendientes es conocer a ciencia cierta el nivel del pasivo de Alpesca: se habla de 200 millones, entre los que habría 14 millones a favor de Socia, otra empresa de Omar Segundo. De cualquier modo, son cuestiones privadas que los empresarios deberán acordar. Lo importante es que los trabajadores vuelvan a sus puestos y que los salarios se vuelvan a regularizar.

La relación Castro-Sastre

La fallida reunión del viernes, que sin embargo terminó de apurar una solución a la crisis de Alpesca, también ayudó a resaltar un detalle con mucho contenido político: la buena sintonía entre el ministro Castro y el intendente Sastre.

Forjada en los años del surgimiento del Provech, la relación entre el ministro Coordinador y uno de los intendentes opositores al Gobierno es muy buena y esa es toda una señal política.

Aunque Sastre sigue marcando una distancia prudente con Buzzi y su gestión, sobe todo respondiendo al férreo posicionamiento impuesto por el dasnevismo, nunca ha cortado todos los vínculos con el oficialismo. Y en este sentido, la llegada de Castro a la jefatura de Gabinete fue una buena noticia para él.

El viernes, ambos charlaron largo y tendido, inclusive hasta después de que todos los presentes en la reunión ya se habían ido a cenar a sus casas. Y el sábado hablaron tras conocerse el principio de acuerdo por Alpesca. Los dos tuvieron mucho que ver para destrabar la situación.

El fin de las adscripciones

La movida del Gobierno para hacer caer más de 1.300 adscripciones en toda la Administración Pública, que fue adelantada hace siete días en esta misma Columna, cayó mejor de lo esperado entre el resto de los empleados públicos.

En muchos casos se trataba de situaciones al menos irregulares que nunca nadie se había animado a erradicar de cuajo, sobre todo porque casi todas ellas estaban “apadrinadas” por dirigentes políticos de todos los colores.

Entre los adscriptos hay para todos los gustos: desde exfuncionarios, esposas y legisladores del oficialismo y la oposición, hasta trabajadores que tienen licencias de remises y ni siquiera van a sentarse a una silla de la Administración Pública.

Todos los casos serán revisados, sobre todo algunos de exfuncionarios de otros gobiernos que deberán reintegrarse luego de sus “merecidas” vacaciones a dependencias públicas que no pisan hace más de 20 años.

A los 1.300 casos de agentes públicos adscriptos a otra dependencia a la que pertenecen, hay que sumarle otros 200 expedientes de policías que desde hace años no cumplen ninguna actividad para la fuerza y ocupan cargos en la Administración Pública.

Traspaso, sonrisas y tensión

El traspaso de mando que la Constitución Provincial obliga a hacer cada vez que el gobernador se ausenta de sus funciones más de 10 días, se activó el viernes pasado con una firma de ocasión que volvió a reunir en un mismo despacho al gobernador Buzzi y a su vice, César Gustavo Mac Karthy.

Desde que el trelewense decidió alinearse en una vereda distinta a la de su gobierno, sus visitas a la Casa de Gobierno brillaron por su ausencia. El encuentro para formalizar el traspaso fue “frío y tenso”, contó alguien que vivió de cerca la situación, de la que también fueron testigos el ministro Castro; su vice, Federico Ruffa; el secretario privado del gobernador, Juan Carlos Martín; y el escribano de Gobierno, Marcelo Lizurume.

Mac Karthy fue el único que no sonrió en una de las fotos de la firma del traspaso, pero más allá de su disgusto igualmente aceptó charlar a solas con el gobernador luego del acto burocrático.

Luego, Mac Karthy se reunió con Castro –con quien tiene una relación amable- y juntos repasaron los temas que el ministro Coordinador va a manejar en los días de ausencia de Buzzi.

El vicegobernador dijo que pasará algunas horas del día en su oficina –casi sin uso- de la Casa de Gobierno, pero más por una formalidad que por cuestiones operativas.

“Perfiles femeninos”

De manera coincidente, y sólo por casualidad, tanto en el Gobierno provincial como en la Municipalidad de Trelew se habló esta semana de un “perfil femenino” para ocupar puestos claves.

Aunque no es la única opción, al gobernador Buzzi le acercaron el nombre de una mujer del Valle para ocupar la vacante generada en el Ministerio de Educación tras la renuncia por razones estrictamente personales de Guillermo Firmenich, lamentada por igual tanto en el Poder Ejecutivo como en los gremios docentes.

Por ahora, el nombre es una incógnita y no se develaría antes del regreso de las vacaciones del gobernador. Sea mujer u hombre, el perfil que busca Buzzi es el de alguien que conozca desde adentro el universo de os docentes.

El otro que piensa en una mujer para sumar a su Gabinete es el intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán, que intenta elegir el mejor perfil para reemplazar al todavía secretario de Gobierno, Gonzalo Carpintero, que eligió seguir su carrera política al lado del diputado nacional Mario Das Neves.

Pérez Catán admitió ante la prensa que la “primera opción” es una mujer, pero nada está decidido. En su edición de ayer, Jornada reveló que la mujer que compite por ocupar la secretaría política de la Municipalidad de Trelew es Mariana Ripa, la exministra de Gobierno de Chubut durante la gestión de Das Neves, y también exdiputada provincial.

Alejada desde hace un tiempo para ocuparse de sus cuestiones personales, Ripa sigue teniendo un apoyo importante: Das Neves la inició en la carrera política, siempre le tuvo mucha confianza y ahora no vería con malos ojos que baje a dar una mano en Trelew.

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05 ENE 2014 - 0:02

Antes de irse de licencia, el gobernador Martín Buzzi le pidió expresamente al ministro Coordinador, Miguel Castro, que agotara las gestiones para que a su regreso el tema Alpesca estuviera cerrado. Ni el propio Castro pensaba que la situación se iba a encarrilar tan pronto, como finalmente sucedió ayer, cuando comenzó a tomar forma la venta de una empresa clave del sector pesquero, atravesada por una crisis casi terminal.

Castro puso manos a la obra y el viernes por la noche se fue hasta Madryn a participar de una reunión en el municipio junto al intendente local, Ricardo Sastre, algunos funcionarios provinciales y representantes de todos los gremios. El único que faltó fue Omar “Cura” Segundo, el todavía dueño de las acciones de Alpesca, que faltó sin aviso.

Sin embargo, todas las partes reunidas en el despacho del intendente avanzaron en un acuerdo de palabra: no había margen para dilatar más el traspaso de Alpesca. Los titulares de los gremios y los delegados de la firma quedaron a cargo de una misión clave: poner en caja a Segundo, que ya había dicho que estaba dispuesto a ceder la empresa a cambio de la deuda, pero que otra vez volvió a moverse de manera sinuosa.

Los trabajadores les hicieron saber a las autoridades que la oferta del empresario Federico Otero era la más potable, en detrimento de la enigmática Guigus S.A., que no convencía a nadie, salvo al propio Segundo, que hacía fuerza para entregarle el control.

Otero fue el único que, al menos, expuso un plan de trabajo. La única duda era saber si contaba con la espalda financiera suficiente como para cerrar la operación y poner en marcha la empresa.

Oriundo de Río Negro, Otero contó a quien quisiera oírlo que el origen de la fortuna de su familia era una próspera cadena de supermercados que finalmente fue vendida a La Anónima.

Aunque no es conocido localmente, en la vecina provincia donde tiene aceitados contactos con importantes referentes económicos y políticos, tanto del peronismo como del radicalismo.

Un sábado agitado

Ayer por la mañana, cuando toda la negociación parecía estar al borde del naufragio, el propio Otero ubicó a Segundo en el bar de un lujoso hotel ubicado frente a la costa madrynense. Llegó con un papel en el que estaba escrita la forma en que se traspasarían las acciones de Alpesca a los nuevos dueños.

El “Cura” cedió y firmó ese papel, con el compromiso de reunirse más tarde en una escribanía de Madryn a sellar oficialmente el convenio.

Otero prometió a los gremios poner rápidamente a funcionar la empresa, y hasta habló de inyectar en las próximas semanas unos 40 millones para levantar los salarios caídos y algunas cuestiones operativas.

Una de las cuestiones pendientes es conocer a ciencia cierta el nivel del pasivo de Alpesca: se habla de 200 millones, entre los que habría 14 millones a favor de Socia, otra empresa de Omar Segundo. De cualquier modo, son cuestiones privadas que los empresarios deberán acordar. Lo importante es que los trabajadores vuelvan a sus puestos y que los salarios se vuelvan a regularizar.

La relación Castro-Sastre

La fallida reunión del viernes, que sin embargo terminó de apurar una solución a la crisis de Alpesca, también ayudó a resaltar un detalle con mucho contenido político: la buena sintonía entre el ministro Castro y el intendente Sastre.

Forjada en los años del surgimiento del Provech, la relación entre el ministro Coordinador y uno de los intendentes opositores al Gobierno es muy buena y esa es toda una señal política.

Aunque Sastre sigue marcando una distancia prudente con Buzzi y su gestión, sobe todo respondiendo al férreo posicionamiento impuesto por el dasnevismo, nunca ha cortado todos los vínculos con el oficialismo. Y en este sentido, la llegada de Castro a la jefatura de Gabinete fue una buena noticia para él.

El viernes, ambos charlaron largo y tendido, inclusive hasta después de que todos los presentes en la reunión ya se habían ido a cenar a sus casas. Y el sábado hablaron tras conocerse el principio de acuerdo por Alpesca. Los dos tuvieron mucho que ver para destrabar la situación.

El fin de las adscripciones

La movida del Gobierno para hacer caer más de 1.300 adscripciones en toda la Administración Pública, que fue adelantada hace siete días en esta misma Columna, cayó mejor de lo esperado entre el resto de los empleados públicos.

En muchos casos se trataba de situaciones al menos irregulares que nunca nadie se había animado a erradicar de cuajo, sobre todo porque casi todas ellas estaban “apadrinadas” por dirigentes políticos de todos los colores.

Entre los adscriptos hay para todos los gustos: desde exfuncionarios, esposas y legisladores del oficialismo y la oposición, hasta trabajadores que tienen licencias de remises y ni siquiera van a sentarse a una silla de la Administración Pública.

Todos los casos serán revisados, sobre todo algunos de exfuncionarios de otros gobiernos que deberán reintegrarse luego de sus “merecidas” vacaciones a dependencias públicas que no pisan hace más de 20 años.

A los 1.300 casos de agentes públicos adscriptos a otra dependencia a la que pertenecen, hay que sumarle otros 200 expedientes de policías que desde hace años no cumplen ninguna actividad para la fuerza y ocupan cargos en la Administración Pública.

Traspaso, sonrisas y tensión

El traspaso de mando que la Constitución Provincial obliga a hacer cada vez que el gobernador se ausenta de sus funciones más de 10 días, se activó el viernes pasado con una firma de ocasión que volvió a reunir en un mismo despacho al gobernador Buzzi y a su vice, César Gustavo Mac Karthy.

Desde que el trelewense decidió alinearse en una vereda distinta a la de su gobierno, sus visitas a la Casa de Gobierno brillaron por su ausencia. El encuentro para formalizar el traspaso fue “frío y tenso”, contó alguien que vivió de cerca la situación, de la que también fueron testigos el ministro Castro; su vice, Federico Ruffa; el secretario privado del gobernador, Juan Carlos Martín; y el escribano de Gobierno, Marcelo Lizurume.

Mac Karthy fue el único que no sonrió en una de las fotos de la firma del traspaso, pero más allá de su disgusto igualmente aceptó charlar a solas con el gobernador luego del acto burocrático.

Luego, Mac Karthy se reunió con Castro –con quien tiene una relación amable- y juntos repasaron los temas que el ministro Coordinador va a manejar en los días de ausencia de Buzzi.

El vicegobernador dijo que pasará algunas horas del día en su oficina –casi sin uso- de la Casa de Gobierno, pero más por una formalidad que por cuestiones operativas.

“Perfiles femeninos”

De manera coincidente, y sólo por casualidad, tanto en el Gobierno provincial como en la Municipalidad de Trelew se habló esta semana de un “perfil femenino” para ocupar puestos claves.

Aunque no es la única opción, al gobernador Buzzi le acercaron el nombre de una mujer del Valle para ocupar la vacante generada en el Ministerio de Educación tras la renuncia por razones estrictamente personales de Guillermo Firmenich, lamentada por igual tanto en el Poder Ejecutivo como en los gremios docentes.

Por ahora, el nombre es una incógnita y no se develaría antes del regreso de las vacaciones del gobernador. Sea mujer u hombre, el perfil que busca Buzzi es el de alguien que conozca desde adentro el universo de os docentes.

El otro que piensa en una mujer para sumar a su Gabinete es el intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán, que intenta elegir el mejor perfil para reemplazar al todavía secretario de Gobierno, Gonzalo Carpintero, que eligió seguir su carrera política al lado del diputado nacional Mario Das Neves.

Pérez Catán admitió ante la prensa que la “primera opción” es una mujer, pero nada está decidido. En su edición de ayer, Jornada reveló que la mujer que compite por ocupar la secretaría política de la Municipalidad de Trelew es Mariana Ripa, la exministra de Gobierno de Chubut durante la gestión de Das Neves, y también exdiputada provincial.

Alejada desde hace un tiempo para ocuparse de sus cuestiones personales, Ripa sigue teniendo un apoyo importante: Das Neves la inició en la carrera política, siempre le tuvo mucha confianza y ahora no vería con malos ojos que baje a dar una mano en Trelew.


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