Kerry dijo que realizó progresos en sus conversaciones de esta semana con su par iraní, Mohamad Javad Zarif, en la ciudad de Montreux y que el 15 de marzo ambos sostendrán otra ronda de negociaciones, aunque dijo que aún hay diferencias que salvar para llegar a un acuerdo marco en la fecha límite de fin de mes.
"Todavía hay una brecha significativa y hay decisiones importantes que hay que tomar", dijo Kerry a periodistas luego de más de 10 horas de conversaciones con Zarif, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Las negociaciones con Irán comenzaron hace más de un año e incluyen también al Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania, aunque Estados Unidos e Irán son los países con mayor incidencia y con el rol más activo en el proceso.
Los directores políticos de las Cancillerías de las seis potencias que negocian con Irán (P5+1) se reunirán mañana con sus pares iraníes en Suiza para mantener discusiones ya previamente convocadas.
Ayer, Netanyahu dijo en un discurso ante el Congreso estadounidense que Washington estaba negociando un mal acuerdo con Irán que disparará una "pesadilla nuclear", lo que desató una respuesta de rechazo del presidente Barack Obama y profundizó un desencuentro entre los gobiernos de Estados Unidos e Israel.
Kerry dijo que ningún factor político o externo afectará las conversaciones, cuyo fin es restringir actividades mediante las cuales Irán podría desarrollar armas atómicas a cambio de un alivio de las sanciones que se impusieron a Teherán a lo largo de más de un década de conflicto por su programa nuclear.
“Nadie ha presentado una alternativa más viable y duradera para cómo realmente evitar que Irán adquiera armas nucleares. Así que, muchachos, simplemente exigir que Irán capitule no es ningún plan. Y tampoco nos apoyarían en esa posición ninguno de nuestros socios del P5+1", dijo Kerry.
Netanyahu llamó ayer a las potencias a presionar para que Irán desmantele sus instalaciones nucleares y abandone sus actividades de patrocinio del "terrorismo" y su política regional agresiva, una exigencia rechazada por la Casa Blanca por equivalente a imponer a la República Islámica un "cambio de régimen".
Kerry dijo que realizó progresos en sus conversaciones de esta semana con su par iraní, Mohamad Javad Zarif, en la ciudad de Montreux y que el 15 de marzo ambos sostendrán otra ronda de negociaciones, aunque dijo que aún hay diferencias que salvar para llegar a un acuerdo marco en la fecha límite de fin de mes.
"Todavía hay una brecha significativa y hay decisiones importantes que hay que tomar", dijo Kerry a periodistas luego de más de 10 horas de conversaciones con Zarif, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Las negociaciones con Irán comenzaron hace más de un año e incluyen también al Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania, aunque Estados Unidos e Irán son los países con mayor incidencia y con el rol más activo en el proceso.
Los directores políticos de las Cancillerías de las seis potencias que negocian con Irán (P5+1) se reunirán mañana con sus pares iraníes en Suiza para mantener discusiones ya previamente convocadas.
Ayer, Netanyahu dijo en un discurso ante el Congreso estadounidense que Washington estaba negociando un mal acuerdo con Irán que disparará una "pesadilla nuclear", lo que desató una respuesta de rechazo del presidente Barack Obama y profundizó un desencuentro entre los gobiernos de Estados Unidos e Israel.
Kerry dijo que ningún factor político o externo afectará las conversaciones, cuyo fin es restringir actividades mediante las cuales Irán podría desarrollar armas atómicas a cambio de un alivio de las sanciones que se impusieron a Teherán a lo largo de más de un década de conflicto por su programa nuclear.
“Nadie ha presentado una alternativa más viable y duradera para cómo realmente evitar que Irán adquiera armas nucleares. Así que, muchachos, simplemente exigir que Irán capitule no es ningún plan. Y tampoco nos apoyarían en esa posición ninguno de nuestros socios del P5+1", dijo Kerry.
Netanyahu llamó ayer a las potencias a presionar para que Irán desmantele sus instalaciones nucleares y abandone sus actividades de patrocinio del "terrorismo" y su política regional agresiva, una exigencia rechazada por la Casa Blanca por equivalente a imponer a la República Islámica un "cambio de régimen".