Si hay algo que nadie puede negar, ni siquiera los más encarnizados opositores, es que Cristina Fernández de Kirchner es una jugadora de toda la cancha. Nada ni nadie se mueve dentro de los límites del campo de acción política sin que ella lo apruebe, y si algún jugador se corta solo por la punta, antes de tirar el centro atrás verá cómo desde afuera del campo le hacen señas de “cambio”.
Esta metáfora futbolística sirve para pintar de cuerpo entero cómo la Presidenta de la Nación ajusta con firmeza y autoridad hasta el último detalle, sobre todo en un año electoral en el que se juega el partido más importante para el kirchnerismo desde su creación.
Ese control que ejerce Cristina será clave en la elección de todos y cada uno de los candidatos nacionales (candidatos al Parlasur, senadores y diputados) en cada uno de los distritos de la Argentina. Sin excepción, los integrantes de las listas del Frente para la Victoria serán ungidos por la Presidenta.
No es para nada un capricho sino una estrategia política de alguien que mira el tablero más allá de 2015. Es clave, gane quien gane –inclusive, Daniel Scioli- tener el control o, por lo menos, un ejército de legisladores fieles en ambas cámaras que le garanticen al kirchnerismo “puro” una presencia decisoria.
En todos lados
Chubut no será la excepción. Al gobernador Martín Buzzi le quedó más que claro esto el miércoles pasado, cuando fue recibido por el jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández, para hablar del apoyo económico que el Gobierno Nacional iba a darle a Chubut para la recuperación de los bosques nativos afectados por los últimos incendios forestales.
Pero también hablaron largo y tendido del panorama electoral que se avecina. Aníbal, que tiene buena sintonía con Buzzi pero también con otros dirigentes kirchneristas de Chubut -como Norberto Yauhar-, trasladó el mensaje presidencial sin medias tintas: “Discutan en las PASO el poder territorial del Frente para la Victoria en la provincia, pero nada de internas estériles para los cargos nacionales”, le dijo a Buzzi, palabras más, palabras menos.
Anotados
Cristina aceptará, eso sí, que los dirigentes locales hagan sus sugerencias, pero ella tendrá la última palabra. En este sentido, tal vez, haya que mirar algunos gestos políticos de los últimos días. Por ejemplo, el sorpresivo gesto de Néstor Di Pierro, el intendente de Comodoro Rivadavia, que viajó a Rawson para participar de la cumbre del PJ y volvió a hablar de Buzzi como “el candidato del consenso”.
El pedido desde Nación para que se bajen los decibeles porque Cristina tendrá en cuenta esto a la hora de elegir candidatos nacionales, convenció a algunos que siempre es mejor no sacar los pies del plato. A veces, ni siquiera, sacudirlos un poco.
Di Pierro suena –y también parece ser su deseo- para ocupar una banca en el Senado. Si no se sigue peleando con Buzzi y consigue convencer a Carlos Linares –el actual viceintendente de Comodoro Rivadavia- que es el mejor candidato a sucederlo, sus chances de integrar una lista a cargos nacionales en un lugar expectante crecen.
Pero con esta decisión de Cristina de elegir candidatos, también podría haber sorpresas y comenzarían a tallar para integrar las listas militantes de La Cámpora, la agrupación juvenil creada por su hijo Máximo y en la que se apoya cada vez más la Presidenta.
En este sentido, muchos miran a jóvenes dirigentes chubutenses como Nicolás Aused, el jefe de la Delegación del PAMI en Esquel y activo militante de La Cámpora.
Menos chances parece tener ahora el líder del sindicato mercantil de Trelew, Alfredo Beliz, al que Buzzi arengó hace algunos meses como su candidato para encabezar la lista de diputados nacionales.
Con esta nueva lógica de selección, las aspiraciones de Beliz entraron en un freezer. Pero nunca se sabe.
Eliceche se larga
La línea bajada “desde arriba” influyó en los términos de la reunión del PJ el jueves pasado en Rawson, que sirvió para poner en el papel lo que Jornada había adelantado el lunes anterior: ya no había lugar para Rafael Williams en la conducción del partido.
El documento final llamando a la unidad o, al menos, a listas de consenso, fortaleció el plan reeleccionista de Buzzi y apaciguó los ímpetus de la oposición interna. Igual habrá que esperar hasta junio el cierre de listas.
Los cambios en el PJ también sirvieron para relanzar la figura de un histórico como Carlos Eliceche, que ante la salida de “Rafa” se hizo cargo de la presidencia del PJ en un momento clave.
Además de llevar las riendas del partido, el actual director del banco del Chubut se apresta a lanzar esta misma semana su candidatura a intendente de Puerto Madryn.
La lucha de Das Neves
Sin dudas, la noticia de la semana política de Chubut fue el anuncio de Mario Das Neves sobre su estado de salud. Fue tan fuerte la novedad que, inclusive, le agregó una cuota de emoción al multitudinario acto callejero que ayer lideró en Trelew.
La salud de un dirigente tan influyente, que no sólo marcó el destino de esta provincia en la última década sino que también es el máximo candidato a ganar la gobernación en octubre, está por encima de cualquier acto político.
Pero Das Neves dijo que le va a dar pelea a su enfermedad sin bajarse de la candidatura.
Ayer dio un discurso encendido, como tiene acostumbrados a todos, pero también se encargó de hacer notar que lo que vendrá no será sólo la típica confrontación encarnizada con sus adversarios sino un proyecto de cara al futuro.
Habló de los miles de metros cuadrados que construyó durante los ocho años de gestión, de reabrir fábricas, generar empleos y recuperar los sueños.
Fuera de discurso, ya confirmó a 16 candidatos a intendentes que lo acompañarán. Entre ellos, Ricardo Sastre, que irá por la reelección en Puerto Madryn sin interna.
En donde todavía tienen que seguir trabajando es en Comodoro Rivadavia y Rawson, dos ciudades en donde abundan los candidatos pero ninguno garantiza el triunfo.
El líder de Chubut Somos Todos tiene otro partido personal difícil. Acostumbrado a ponerse al hombro a todos, ahora necesitará que sus candidatos estén más que nunca a la altura de las circunstancias. La gesta que viene no es para cualquiera.
Si hay algo que nadie puede negar, ni siquiera los más encarnizados opositores, es que Cristina Fernández de Kirchner es una jugadora de toda la cancha. Nada ni nadie se mueve dentro de los límites del campo de acción política sin que ella lo apruebe, y si algún jugador se corta solo por la punta, antes de tirar el centro atrás verá cómo desde afuera del campo le hacen señas de “cambio”.
Esta metáfora futbolística sirve para pintar de cuerpo entero cómo la Presidenta de la Nación ajusta con firmeza y autoridad hasta el último detalle, sobre todo en un año electoral en el que se juega el partido más importante para el kirchnerismo desde su creación.
Ese control que ejerce Cristina será clave en la elección de todos y cada uno de los candidatos nacionales (candidatos al Parlasur, senadores y diputados) en cada uno de los distritos de la Argentina. Sin excepción, los integrantes de las listas del Frente para la Victoria serán ungidos por la Presidenta.
No es para nada un capricho sino una estrategia política de alguien que mira el tablero más allá de 2015. Es clave, gane quien gane –inclusive, Daniel Scioli- tener el control o, por lo menos, un ejército de legisladores fieles en ambas cámaras que le garanticen al kirchnerismo “puro” una presencia decisoria.
En todos lados
Chubut no será la excepción. Al gobernador Martín Buzzi le quedó más que claro esto el miércoles pasado, cuando fue recibido por el jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández, para hablar del apoyo económico que el Gobierno Nacional iba a darle a Chubut para la recuperación de los bosques nativos afectados por los últimos incendios forestales.
Pero también hablaron largo y tendido del panorama electoral que se avecina. Aníbal, que tiene buena sintonía con Buzzi pero también con otros dirigentes kirchneristas de Chubut -como Norberto Yauhar-, trasladó el mensaje presidencial sin medias tintas: “Discutan en las PASO el poder territorial del Frente para la Victoria en la provincia, pero nada de internas estériles para los cargos nacionales”, le dijo a Buzzi, palabras más, palabras menos.
Anotados
Cristina aceptará, eso sí, que los dirigentes locales hagan sus sugerencias, pero ella tendrá la última palabra. En este sentido, tal vez, haya que mirar algunos gestos políticos de los últimos días. Por ejemplo, el sorpresivo gesto de Néstor Di Pierro, el intendente de Comodoro Rivadavia, que viajó a Rawson para participar de la cumbre del PJ y volvió a hablar de Buzzi como “el candidato del consenso”.
El pedido desde Nación para que se bajen los decibeles porque Cristina tendrá en cuenta esto a la hora de elegir candidatos nacionales, convenció a algunos que siempre es mejor no sacar los pies del plato. A veces, ni siquiera, sacudirlos un poco.
Di Pierro suena –y también parece ser su deseo- para ocupar una banca en el Senado. Si no se sigue peleando con Buzzi y consigue convencer a Carlos Linares –el actual viceintendente de Comodoro Rivadavia- que es el mejor candidato a sucederlo, sus chances de integrar una lista a cargos nacionales en un lugar expectante crecen.
Pero con esta decisión de Cristina de elegir candidatos, también podría haber sorpresas y comenzarían a tallar para integrar las listas militantes de La Cámpora, la agrupación juvenil creada por su hijo Máximo y en la que se apoya cada vez más la Presidenta.
En este sentido, muchos miran a jóvenes dirigentes chubutenses como Nicolás Aused, el jefe de la Delegación del PAMI en Esquel y activo militante de La Cámpora.
Menos chances parece tener ahora el líder del sindicato mercantil de Trelew, Alfredo Beliz, al que Buzzi arengó hace algunos meses como su candidato para encabezar la lista de diputados nacionales.
Con esta nueva lógica de selección, las aspiraciones de Beliz entraron en un freezer. Pero nunca se sabe.
Eliceche se larga
La línea bajada “desde arriba” influyó en los términos de la reunión del PJ el jueves pasado en Rawson, que sirvió para poner en el papel lo que Jornada había adelantado el lunes anterior: ya no había lugar para Rafael Williams en la conducción del partido.
El documento final llamando a la unidad o, al menos, a listas de consenso, fortaleció el plan reeleccionista de Buzzi y apaciguó los ímpetus de la oposición interna. Igual habrá que esperar hasta junio el cierre de listas.
Los cambios en el PJ también sirvieron para relanzar la figura de un histórico como Carlos Eliceche, que ante la salida de “Rafa” se hizo cargo de la presidencia del PJ en un momento clave.
Además de llevar las riendas del partido, el actual director del banco del Chubut se apresta a lanzar esta misma semana su candidatura a intendente de Puerto Madryn.
La lucha de Das Neves
Sin dudas, la noticia de la semana política de Chubut fue el anuncio de Mario Das Neves sobre su estado de salud. Fue tan fuerte la novedad que, inclusive, le agregó una cuota de emoción al multitudinario acto callejero que ayer lideró en Trelew.
La salud de un dirigente tan influyente, que no sólo marcó el destino de esta provincia en la última década sino que también es el máximo candidato a ganar la gobernación en octubre, está por encima de cualquier acto político.
Pero Das Neves dijo que le va a dar pelea a su enfermedad sin bajarse de la candidatura.
Ayer dio un discurso encendido, como tiene acostumbrados a todos, pero también se encargó de hacer notar que lo que vendrá no será sólo la típica confrontación encarnizada con sus adversarios sino un proyecto de cara al futuro.
Habló de los miles de metros cuadrados que construyó durante los ocho años de gestión, de reabrir fábricas, generar empleos y recuperar los sueños.
Fuera de discurso, ya confirmó a 16 candidatos a intendentes que lo acompañarán. Entre ellos, Ricardo Sastre, que irá por la reelección en Puerto Madryn sin interna.
En donde todavía tienen que seguir trabajando es en Comodoro Rivadavia y Rawson, dos ciudades en donde abundan los candidatos pero ninguno garantiza el triunfo.
El líder de Chubut Somos Todos tiene otro partido personal difícil. Acostumbrado a ponerse al hombro a todos, ahora necesitará que sus candidatos estén más que nunca a la altura de las circunstancias. La gesta que viene no es para cualquiera.