El ahora devaluado izquierdista, que convocó una cumbre de líderes de países del sur de la UE en Atenas que empieza mañana, aseguró además que la reunión no busca abrir una nueva grieta Norte-Sur sino "un enfoque común" de los países "de la periferia y del Mediterráneo, que son los más afectados por la crisis".
Llamó además a que Europa decida "compartir la carga" de los refugiados, que ahora está cayendo ante todo sobre esos países.
Grecia sufre una creciente desocupación y miseria, después de que una ofensiva disciplinaria de los organismos financieros de la UE le impusieran al gobierno izquierdista de Tsipras un plan de ajuste que el pueblo griego acababa de repudiar en un plebiscito por amplia mayoría.
El gobernante griego aseguró que el Brexit mostró que "Europa vive una crisis profunda, cual sonámbulo que camina hacia el precipicio. Es hora de tirar de la señal de alarma. Si seguimos construyendo una Europa fortaleza, cada vez con más seguridad policial, el fracaso será total".
Dado que acabar con el Pacto de Estabilidad comunitario sería hoy por hoy imposible, Tsipras abogó por "poder obtener excepciones" que permitan un mayor crecimiento en un reportaje que concedió al diario Le Monde.
"Si no damos prioridad al empleo, Europa estará amenazada de descomposición, con nuevos referéndum de rechazo en el seno de la Unión", aseguró.
Volvió a pedir el alivio de la deuda para su país -"no constatamos la generosidad necesaria por parte de nuestros socios"- y llamó a la UE a "dar una señal de salida de la crisis" que permita restablecer la confianza en los mercados, informó la agencia de noticias EFE.
"Debemos decidir colectivamente si somos una Unión Europea o una Europa alemana. Más vale una Alemania europea, fuerte y democrática que una Europa alemana y una Alemania que se comporte como un banco de ahorros con excedentes presupuestarios excesivos", atacó.
Al mismo tiempo, defendió que Grecia se ha convertido en "un escudo y un garante para la seguridad" de Europa frente a las amenazas que llegan de las crisis en Siria y en Libia o de la inestabilidad en Turquía.
Apeló a la UE a "demostrar solidaridad y compartir la carga" de acoger a decenas de miles refugiados: "Es inadmisible ver que sobre las 33.000 relocalizaciones de refugiados previstas solo 3.000 han tenido lugar realmente", dijo.
En ese sentido, recordó que el acuerdo cerrado con Turquía para el control de sus fronteras es "frágil", pero que hará "todos los esfuerzos posibles para preservarlo pese a las dificultades".
El ahora devaluado izquierdista, que convocó una cumbre de líderes de países del sur de la UE en Atenas que empieza mañana, aseguró además que la reunión no busca abrir una nueva grieta Norte-Sur sino "un enfoque común" de los países "de la periferia y del Mediterráneo, que son los más afectados por la crisis".
Llamó además a que Europa decida "compartir la carga" de los refugiados, que ahora está cayendo ante todo sobre esos países.
Grecia sufre una creciente desocupación y miseria, después de que una ofensiva disciplinaria de los organismos financieros de la UE le impusieran al gobierno izquierdista de Tsipras un plan de ajuste que el pueblo griego acababa de repudiar en un plebiscito por amplia mayoría.
El gobernante griego aseguró que el Brexit mostró que "Europa vive una crisis profunda, cual sonámbulo que camina hacia el precipicio. Es hora de tirar de la señal de alarma. Si seguimos construyendo una Europa fortaleza, cada vez con más seguridad policial, el fracaso será total".
Dado que acabar con el Pacto de Estabilidad comunitario sería hoy por hoy imposible, Tsipras abogó por "poder obtener excepciones" que permitan un mayor crecimiento en un reportaje que concedió al diario Le Monde.
"Si no damos prioridad al empleo, Europa estará amenazada de descomposición, con nuevos referéndum de rechazo en el seno de la Unión", aseguró.
Volvió a pedir el alivio de la deuda para su país -"no constatamos la generosidad necesaria por parte de nuestros socios"- y llamó a la UE a "dar una señal de salida de la crisis" que permita restablecer la confianza en los mercados, informó la agencia de noticias EFE.
"Debemos decidir colectivamente si somos una Unión Europea o una Europa alemana. Más vale una Alemania europea, fuerte y democrática que una Europa alemana y una Alemania que se comporte como un banco de ahorros con excedentes presupuestarios excesivos", atacó.
Al mismo tiempo, defendió que Grecia se ha convertido en "un escudo y un garante para la seguridad" de Europa frente a las amenazas que llegan de las crisis en Siria y en Libia o de la inestabilidad en Turquía.
Apeló a la UE a "demostrar solidaridad y compartir la carga" de acoger a decenas de miles refugiados: "Es inadmisible ver que sobre las 33.000 relocalizaciones de refugiados previstas solo 3.000 han tenido lugar realmente", dijo.
En ese sentido, recordó que el acuerdo cerrado con Turquía para el control de sus fronteras es "frágil", pero que hará "todos los esfuerzos posibles para preservarlo pese a las dificultades".