Desde una atmósfera densa y placentera a la vez, el artista que motorizó proyectos como los de Sui Generis, Seru Girán y La Máquina de Hacer Pájaros, corporiza una esperada vuelta al ruedo tras no pocos problemas de salud que lo alejaron de las bateas.
Con 65 años cumplidos en octubre pasado y a siete de su anterior placa, “Kill Gil”, el músico grabó la mayoría de los instrumentos de “La máquina de ser feliz”, que fue mezclada en Nueva York por Joe Blaney, un experimentado y asiduo colaborador de Gracía.
Además de la pieza presentada hoy en plataformas digitales como aperitivo del lanzamiento total, “Random” incluye otros dos títulos confirmados (“Rivalidad” y “Aquí llegó la primavera”) y otro en memoria del guitarrista Carlos Alberto “Negro” García López, quien murió en un accidente automovilístico en septiembre de 2014.
A esas cuatro canciones confirmadas, se agregarán otras seis en un trabajo que el baterista Fernando Samalea presentó el 30 de enero en su cuenta de Facebook como "un álbum íntimo, simple y contundente" y anticipó que el disco contendrá "diez canciones".
Entre otras cuestiones, Samalea, músico cercano a García que integró varias bandas suyas desde 1987, destacó que en el álbum "no hubo demasiadas manos ajenas más allá de las de Charly".
En tal sentido, aclaró que está presente Rosario Ortega, en voces; los chilenos Kiuge Hayashida, en guitarra, y Toño Silva, en batería; y él mismo en baterías acústicas.
Según su relato, hace algunos años él mismo le llevó a Blaney, responsable del influyente "Clics Modernos", el material sobre el que estaba trabajando Charly.
"Hace exactamente un par de años le entregué al prestigioso ingeniero norteamericano los demos que el propio García estaba preparando con sus Ipads en solitario. El artista se los enviaba a través de auriculares con MP3 incorporado, dentro de un packaging intervenido con marcadores y fotos pegadas de Marilyn Monroe y los Rolling Stones", precisó.
Y añadió: "Desde entonces, tomándose el tiempo necesario para encontrar el concepto, nuestro Héroe Nacional fue puliendo detalles, sumando voces, teclados, guitarras eléctricas y bajos de su pluma en el Estudio Cathedral -con los ingenieros Nicolás Ottavianelli y Fernando Caloia-, y otras cosas en Los Pájaros de Luján, pensando en la edición de un futuro disco".
Finalmente, Samalea contó que el ingeniero Nelson Pombal realizó las mezclas en su estudio Nosfer, Blaney aportó su labor en la cancion "La máquina de ser feliz" y Ted Jensen se encargó de la masterización del material en Estados Unidos.
El texto completo de "La máquina de ser feliz" es el que sigue:
Pedimos perdón
Corriendo, enmascarando el fin
Por eso te busqué, por eso diseñé
La máquina de ser feliz
Plateada y lunar
Remotamente digital
No tiene que hacer bien, no tiene que hacer mal
Es inocencia artificial
Prende y se apaga sola
Sale después de hora
Hay tanta gente sola
Hoy tanta gente llora
Con forma de un pez
Nadando en mares de Ravel
No sé si la robé, no sé si la pedí
O simplemente estuvo ahí
Un día se me fue
Ese día yo volví a reír
Y la felicidad no existe en soledad
La máquina no puede dar
Prende y se apaga sola
Sale después de hora
La máquina de ser feliz
Desde una atmósfera densa y placentera a la vez, el artista que motorizó proyectos como los de Sui Generis, Seru Girán y La Máquina de Hacer Pájaros, corporiza una esperada vuelta al ruedo tras no pocos problemas de salud que lo alejaron de las bateas.
Con 65 años cumplidos en octubre pasado y a siete de su anterior placa, “Kill Gil”, el músico grabó la mayoría de los instrumentos de “La máquina de ser feliz”, que fue mezclada en Nueva York por Joe Blaney, un experimentado y asiduo colaborador de Gracía.
Además de la pieza presentada hoy en plataformas digitales como aperitivo del lanzamiento total, “Random” incluye otros dos títulos confirmados (“Rivalidad” y “Aquí llegó la primavera”) y otro en memoria del guitarrista Carlos Alberto “Negro” García López, quien murió en un accidente automovilístico en septiembre de 2014.
A esas cuatro canciones confirmadas, se agregarán otras seis en un trabajo que el baterista Fernando Samalea presentó el 30 de enero en su cuenta de Facebook como "un álbum íntimo, simple y contundente" y anticipó que el disco contendrá "diez canciones".
Entre otras cuestiones, Samalea, músico cercano a García que integró varias bandas suyas desde 1987, destacó que en el álbum "no hubo demasiadas manos ajenas más allá de las de Charly".
En tal sentido, aclaró que está presente Rosario Ortega, en voces; los chilenos Kiuge Hayashida, en guitarra, y Toño Silva, en batería; y él mismo en baterías acústicas.
Según su relato, hace algunos años él mismo le llevó a Blaney, responsable del influyente "Clics Modernos", el material sobre el que estaba trabajando Charly.
"Hace exactamente un par de años le entregué al prestigioso ingeniero norteamericano los demos que el propio García estaba preparando con sus Ipads en solitario. El artista se los enviaba a través de auriculares con MP3 incorporado, dentro de un packaging intervenido con marcadores y fotos pegadas de Marilyn Monroe y los Rolling Stones", precisó.
Y añadió: "Desde entonces, tomándose el tiempo necesario para encontrar el concepto, nuestro Héroe Nacional fue puliendo detalles, sumando voces, teclados, guitarras eléctricas y bajos de su pluma en el Estudio Cathedral -con los ingenieros Nicolás Ottavianelli y Fernando Caloia-, y otras cosas en Los Pájaros de Luján, pensando en la edición de un futuro disco".
Finalmente, Samalea contó que el ingeniero Nelson Pombal realizó las mezclas en su estudio Nosfer, Blaney aportó su labor en la cancion "La máquina de ser feliz" y Ted Jensen se encargó de la masterización del material en Estados Unidos.
El texto completo de "La máquina de ser feliz" es el que sigue:
Pedimos perdón
Corriendo, enmascarando el fin
Por eso te busqué, por eso diseñé
La máquina de ser feliz
Plateada y lunar
Remotamente digital
No tiene que hacer bien, no tiene que hacer mal
Es inocencia artificial
Prende y se apaga sola
Sale después de hora
Hay tanta gente sola
Hoy tanta gente llora
Con forma de un pez
Nadando en mares de Ravel
No sé si la robé, no sé si la pedí
O simplemente estuvo ahí
Un día se me fue
Ese día yo volví a reír
Y la felicidad no existe en soledad
La máquina no puede dar
Prende y se apaga sola
Sale después de hora
La máquina de ser feliz