Fuentes judiciales y policiales informaron que el hecho se inició pasada la medianoche cuando la oficial principal Deolinda Díaz (32) fue hallada asesinada en la pileta de su vivienda de la localidad de Despeñaderos, en el departamento cordobés de Santa María.
De acuerdo a los primeros informes forenses, la mujer murió por asfixia por estrangulamiento y luego su cuerpo fue arrojado a la pileta donde fue encontrado.
El hallazgo se produjo luego de que el esposo de Díaz, el sargento de la policía cordobesa José Adrián Contreras, llamó a la comisaría de Alta Gracia a las 0.50 para avisar que había asesinado a su esposa y pidió que alguien fuese en auxilio de su hija de dos años que estaba durmiendo sola en el interior de la casa, relató a la prensa el fiscal de la causa. Alejandro Peralta Otonello.
El funcionario añadió que en esa comunicación Contreras también avisó que se iría de la casa y que no iba a quedar preso, lo que hizo suponer a los pesquisas que iba a intentar suicidarse.
Tras un operativo de búsqueda, la policía finalmente encontró al sargento muerto de un tiro en la cabeza en el interior de un auto detenido en un camino de difícil acceso cercano a la población de Falda del Carmen, precisó el fiscal Peralta Otonello.
El fiscal dispuso remitir ambos cuerpos a la morgue judicial para que se lleven a cabo las autopsias de rigor, en tanto la pequeña hija de la pareja quedó a resguardo de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, del Gobierno de la provincia, hasta tanto se resuelva que quede en guarda de alguno de sus familiares directos.
Fuentes judiciales y policiales informaron que el hecho se inició pasada la medianoche cuando la oficial principal Deolinda Díaz (32) fue hallada asesinada en la pileta de su vivienda de la localidad de Despeñaderos, en el departamento cordobés de Santa María.
De acuerdo a los primeros informes forenses, la mujer murió por asfixia por estrangulamiento y luego su cuerpo fue arrojado a la pileta donde fue encontrado.
El hallazgo se produjo luego de que el esposo de Díaz, el sargento de la policía cordobesa José Adrián Contreras, llamó a la comisaría de Alta Gracia a las 0.50 para avisar que había asesinado a su esposa y pidió que alguien fuese en auxilio de su hija de dos años que estaba durmiendo sola en el interior de la casa, relató a la prensa el fiscal de la causa. Alejandro Peralta Otonello.
El funcionario añadió que en esa comunicación Contreras también avisó que se iría de la casa y que no iba a quedar preso, lo que hizo suponer a los pesquisas que iba a intentar suicidarse.
Tras un operativo de búsqueda, la policía finalmente encontró al sargento muerto de un tiro en la cabeza en el interior de un auto detenido en un camino de difícil acceso cercano a la población de Falda del Carmen, precisó el fiscal Peralta Otonello.
El fiscal dispuso remitir ambos cuerpos a la morgue judicial para que se lleven a cabo las autopsias de rigor, en tanto la pequeña hija de la pareja quedó a resguardo de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, del Gobierno de la provincia, hasta tanto se resuelva que quede en guarda de alguno de sus familiares directos.