A 10 días del evento solidario que convocó a miles de trelewenses a participar: la paella solidaria, hoy los organizadores se reunirán con la red de merenderos a los que destinarán la recaudación. “Nunca imaginé que la tarea social me iba a llenar de emoción y satisfacción”, sintetizó Gabriela Olivera, una de las responsables de “Carita Feliz” del barrio Moreira. Necesitan un baño urgente y una máquina de coser.
“Carita Feliz” esta en el corazón del barrio Moreira IV. Un cartel con una imagen sonriendo, macetas caseras hechas con neumáticos desde donde nacen plantas de distintas especies indican que el lugar tiene vida, que funciona. Que cientos de niños que van desde el año de vida hasta la adolescencia concurren por diversos motivos: a tomar una taza de leche con pan o facturas, a participar de algún taller, a recibir clases de apoyo o simplemente a integrarse a las actividades deportivas.
Cuando la realidad pega y las necesidades son profundas, el amor de las jóvenes que cooperan se hace aún más intenso. Durante muchas horas al día asisten a los niños que tienen carencias extremas. Desde lo alimenticio hasta lo intelectual: los ayudan a repasar tareas y hacer trabajos que les piden en la escuela. Todo es solidaridad, trabajo, cariño y por sobre todo, conciencia de la necesidad ajena.
Habló Olivera de la experiencia en pasado 31 de marzo en la Laguna Chiquichano. “Estoy conmovida. Ese día fue maravilloso. La primera edición de la paella no estuve. Fue extraordinario. Superó nuestras expectativas, se vio reflejado en lo solidario”, enfatizó.
“Carita Feliz” funciona en una pieza de cemento. El lugar es chico. Es un módulo. No tienen baño ni calefacción. “Es ese, nuestro gran problema porque vienen muchos niños de mañana y de tarde”.
Describió Gabriela, que el trabajo que llevan a cabo día a día es “amplio”. Aseveró que “vienen desde mamás con nenes de 1 año hasta adolescentes. Manejo también, un grupo de Hochey. Los adolescentes si bien no vienen a tomar la leche la leche, tenemos tres veces a la semana entrenamiento. Los más chiquitos con sus madres, se suman a los cursos: como el arte infantil. Trabajamos con artículos reciclados. Tenemos parte de hojalata, reloj, búos, etcétera. Es una manera de enseñarles el trabajo y el reciclaje. No podemos pedir elementos porque los papas no pueden”, deslizó.
El trabajo en la jornada es largo. “Abrimos a la mañana desde las 9,30 horas. En invierno más temprano porque los padres se van a trabajar. Se da la leche, con alimentos abundantes las chicas que se encargan de dar la leche, generan la búsqueda todas trabajaran. Buscan panaderías o alguien que nos quiera donar. Es importante el trabajo”, apuntó.
Aseguró que por día, concurre un grupo de 10 chicos a la mañana. “A la tarde es mucho más. Cuando tienen que rendir, tengo hasta alumnos secundarios tenemos. A la mañana está esa actividad. Se dan clases de apoyo, leche: juegos y lectura. Acá se les ayuda a hacer trabajos prácticos y afiches. Ayudamos y hacemos maquetas. Los nenes se van con el trabajo hecho”, manifestó.
Gabriela describe cada tarea que se lleva adelante en “Carita Feliz”con entusiasmo. Se emociona al hablar de los niños que demuestran interés y salen adelante más allá de la difícil situación familiar que les toque vivir. Valora todo, desde el gesto más pequeño al acto de amor más grande que reciben de la sociedad.
Una sola palabra enmarca el trabajo de Olivera: vocación. “Tengo mis hermanas y madre docentes. Nunca imaginé que la tarea social me iba a llenar de emoción y satisfacción. Siempre fui secretaria. El arte lo llevo desde siempre. Hace unos dos años que trabajo en ésto y me encanta”.
Se refirió al trabajo de los días sábado. “Nunca imaginé que con 3 horas destinadas, para ellos es todo. Una ves les propuse buscar tapitas. Tengo hijos chicos. Ese día, vi a todos buscando tapitas y latas. Me encanta. Luego, seguimos con madera, plástico, etcétera para lograr la realización de distintos elementos”.
Se refirió Gabriela a la próxima campaña a encarar “Abriguemos a nuestros niños”. Se le solicita a la comunidad en general que pueda donar, que lo haga. Necesitan pulloveres, camperas, frazadas y todo lo que pueda hacerles sobrepasar los días fríos y húmedos, un poco mejor. “En mayo largamos la campaña “abriguemos a nuestros niños”. Recibimos abrigos de diferentes talles hasta frazadas. Las que estén descoloridas o descosidas las arreglamos. Tengo realizado un curso de moldería”, remarcó..
Reiteró que es prioridad para “Carita Feliz” contar con una máquina de coser. Un elemento que para muchos es fácil de conseguir pero para ellos, imposible. “La necesitamos en forma inmediata. Así podemos arreglar la ropa ahora ya en mayo que empieza el frío. Esta es una zona de inundación, toda esta zona. Quiero adelantarme el caos”.
Para finalizar, reiteró que para comunicarse con ellos, los interesados deben ingresar al Facebook bajo la cuenta “Carita Feliz”. Allí, se suben todas las actividades que realizan.
Hoy, la reunión
Según se informó se realizará hoy un encuentro con la Asociación Civil para el Desarrollo Social y Comunitario “Raices de Dignidad” Pers. Jurídica N°4.105, a quien será destinado el dinero recaudado en la “paella solidaria” cuyo monto aún no trascendió.
Las Instituciones son: Red de Merenderos: barrios Norte, Moreira 4 “Carita Feliz”, Amaya 2 y La Biblioteca 22 de Agosto.
A 10 días del evento solidario que convocó a miles de trelewenses a participar: la paella solidaria, hoy los organizadores se reunirán con la red de merenderos a los que destinarán la recaudación. “Nunca imaginé que la tarea social me iba a llenar de emoción y satisfacción”, sintetizó Gabriela Olivera, una de las responsables de “Carita Feliz” del barrio Moreira. Necesitan un baño urgente y una máquina de coser.
“Carita Feliz” esta en el corazón del barrio Moreira IV. Un cartel con una imagen sonriendo, macetas caseras hechas con neumáticos desde donde nacen plantas de distintas especies indican que el lugar tiene vida, que funciona. Que cientos de niños que van desde el año de vida hasta la adolescencia concurren por diversos motivos: a tomar una taza de leche con pan o facturas, a participar de algún taller, a recibir clases de apoyo o simplemente a integrarse a las actividades deportivas.
Cuando la realidad pega y las necesidades son profundas, el amor de las jóvenes que cooperan se hace aún más intenso. Durante muchas horas al día asisten a los niños que tienen carencias extremas. Desde lo alimenticio hasta lo intelectual: los ayudan a repasar tareas y hacer trabajos que les piden en la escuela. Todo es solidaridad, trabajo, cariño y por sobre todo, conciencia de la necesidad ajena.
Habló Olivera de la experiencia en pasado 31 de marzo en la Laguna Chiquichano. “Estoy conmovida. Ese día fue maravilloso. La primera edición de la paella no estuve. Fue extraordinario. Superó nuestras expectativas, se vio reflejado en lo solidario”, enfatizó.
“Carita Feliz” funciona en una pieza de cemento. El lugar es chico. Es un módulo. No tienen baño ni calefacción. “Es ese, nuestro gran problema porque vienen muchos niños de mañana y de tarde”.
Describió Gabriela, que el trabajo que llevan a cabo día a día es “amplio”. Aseveró que “vienen desde mamás con nenes de 1 año hasta adolescentes. Manejo también, un grupo de Hochey. Los adolescentes si bien no vienen a tomar la leche la leche, tenemos tres veces a la semana entrenamiento. Los más chiquitos con sus madres, se suman a los cursos: como el arte infantil. Trabajamos con artículos reciclados. Tenemos parte de hojalata, reloj, búos, etcétera. Es una manera de enseñarles el trabajo y el reciclaje. No podemos pedir elementos porque los papas no pueden”, deslizó.
El trabajo en la jornada es largo. “Abrimos a la mañana desde las 9,30 horas. En invierno más temprano porque los padres se van a trabajar. Se da la leche, con alimentos abundantes las chicas que se encargan de dar la leche, generan la búsqueda todas trabajaran. Buscan panaderías o alguien que nos quiera donar. Es importante el trabajo”, apuntó.
Aseguró que por día, concurre un grupo de 10 chicos a la mañana. “A la tarde es mucho más. Cuando tienen que rendir, tengo hasta alumnos secundarios tenemos. A la mañana está esa actividad. Se dan clases de apoyo, leche: juegos y lectura. Acá se les ayuda a hacer trabajos prácticos y afiches. Ayudamos y hacemos maquetas. Los nenes se van con el trabajo hecho”, manifestó.
Gabriela describe cada tarea que se lleva adelante en “Carita Feliz”con entusiasmo. Se emociona al hablar de los niños que demuestran interés y salen adelante más allá de la difícil situación familiar que les toque vivir. Valora todo, desde el gesto más pequeño al acto de amor más grande que reciben de la sociedad.
Una sola palabra enmarca el trabajo de Olivera: vocación. “Tengo mis hermanas y madre docentes. Nunca imaginé que la tarea social me iba a llenar de emoción y satisfacción. Siempre fui secretaria. El arte lo llevo desde siempre. Hace unos dos años que trabajo en ésto y me encanta”.
Se refirió al trabajo de los días sábado. “Nunca imaginé que con 3 horas destinadas, para ellos es todo. Una ves les propuse buscar tapitas. Tengo hijos chicos. Ese día, vi a todos buscando tapitas y latas. Me encanta. Luego, seguimos con madera, plástico, etcétera para lograr la realización de distintos elementos”.
Se refirió Gabriela a la próxima campaña a encarar “Abriguemos a nuestros niños”. Se le solicita a la comunidad en general que pueda donar, que lo haga. Necesitan pulloveres, camperas, frazadas y todo lo que pueda hacerles sobrepasar los días fríos y húmedos, un poco mejor. “En mayo largamos la campaña “abriguemos a nuestros niños”. Recibimos abrigos de diferentes talles hasta frazadas. Las que estén descoloridas o descosidas las arreglamos. Tengo realizado un curso de moldería”, remarcó..
Reiteró que es prioridad para “Carita Feliz” contar con una máquina de coser. Un elemento que para muchos es fácil de conseguir pero para ellos, imposible. “La necesitamos en forma inmediata. Así podemos arreglar la ropa ahora ya en mayo que empieza el frío. Esta es una zona de inundación, toda esta zona. Quiero adelantarme el caos”.
Para finalizar, reiteró que para comunicarse con ellos, los interesados deben ingresar al Facebook bajo la cuenta “Carita Feliz”. Allí, se suben todas las actividades que realizan.
Hoy, la reunión
Según se informó se realizará hoy un encuentro con la Asociación Civil para el Desarrollo Social y Comunitario “Raices de Dignidad” Pers. Jurídica N°4.105, a quien será destinado el dinero recaudado en la “paella solidaria” cuyo monto aún no trascendió.
Las Instituciones son: Red de Merenderos: barrios Norte, Moreira 4 “Carita Feliz”, Amaya 2 y La Biblioteca 22 de Agosto.