Ayer trascendió que entre los costos que tuvo que absorber la Casa Rosada estuvo el alquiler completo del primer piso del Rayentray Hotel.
Disconformes
Si bien muchas de las reuniones organizadas por el Gobierno nacional eran esperadas por los empresarios vinculados a la pesca y al turismo, muchos de ellos se fueron disconformes por el poco tiempo y la atención que le prestaron los funcionarios nacionales a esos encuentros.
El colmo fue Guillermo Dietrich, el inefable ministro de Transporte, que llegó una hora y media tarde a la reunión de la Mesa de Pesca realizada en las instalaciones de la Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA), pidiendo disculpas por haberse quedado navegando en kayak por la costa.
Un día antes, en medio del enorme operativo de seguridad montado alrededor del hotel para proteger al presidente Mauricio Macri y a sus funcionarios, y poco antes de la llegada del imponente “ruidazo” de los vecinos que se quejaron por la presencia del Gobierno en la ciudad, el propio Dietrich se calzó un short amarillo, auriculares y se fue a trotar sin que nada pareciera importarle.
Ayer trascendió que entre los costos que tuvo que absorber la Casa Rosada estuvo el alquiler completo del primer piso del Rayentray Hotel.
Disconformes
Si bien muchas de las reuniones organizadas por el Gobierno nacional eran esperadas por los empresarios vinculados a la pesca y al turismo, muchos de ellos se fueron disconformes por el poco tiempo y la atención que le prestaron los funcionarios nacionales a esos encuentros.
El colmo fue Guillermo Dietrich, el inefable ministro de Transporte, que llegó una hora y media tarde a la reunión de la Mesa de Pesca realizada en las instalaciones de la Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA), pidiendo disculpas por haberse quedado navegando en kayak por la costa.
Un día antes, en medio del enorme operativo de seguridad montado alrededor del hotel para proteger al presidente Mauricio Macri y a sus funcionarios, y poco antes de la llegada del imponente “ruidazo” de los vecinos que se quejaron por la presencia del Gobierno en la ciudad, el propio Dietrich se calzó un short amarillo, auriculares y se fue a trotar sin que nada pareciera importarle.